En la fecha número 19, Universidad Católica marchaba en el 5° lugar en la tabla de posiciones del Torneo 2021, y finalizó obteniendo el cuarto título consecutivo y el N° 16 en su historia. Una ÉPICA extraordinaria por donde se le mire. Hay un par de observaciones para destacar este merecido título, que tiene varios “padres”.

Los primeros son los jugadores, que son los que entran a la cancha y los que deciden y condicionan los resultados. Luego está el técnico argentino, “interino-definitivo”, Cristian Paulucci, que supo recomponer un camarín, que en poco tiempo el técnico Gustavo Poyet e hijo lograron descomponer con una prolijidad digna de una causa fallida. Y por último los dirigentes, que encabeza su presidente Juan Tagle, con José María Buljubasich en la secretaría técnica, que tomaron la decisión rápidamente de cesar a Poyet, y respaldar al nuevo técnico. Al poco andar se respiraba otro aire en los contrafuertes cordilleranos.

Para conquistar el tetra campeonato, los Cruzados jugaron 120 partidos en los torneos 2018-19-20-21, con 73 triunfos, 28 empates y 19 derrotas, con 213 goles a favor y 108 en contra. Estos números reflejan su contundencia. Si bien es cierto Colo Colo en los años 2006 y 2007 obtuvo los torneos “cortos” de apertura y clausura en los que los albos tuvieron que jugar 82 encuentros, en mi opinión el sistema actual de campeonatos es más justo, porque el campeón al menos tiene jugar 32 partidos y no 16 como los que inventaron los iluminados de turno.

En la otra vereda, Colo Colo, después de marchar durante doce fechas al tope de la tabla, faltando solo tres es alcanzado por el cuadro cruzado, y, como se dice en la hípica, “caballo alcanzado, caballo pasado”; eso le sucedió al Cacique. Los factores son varios, pero principalmente estuvieron fuera de la cancha: el tema del Covid-19 fue determinante y complicó la formación del equipo titular en los partidos en que se definía el torneo. Esto, sin lugar a duda, tiene que haber causado turbulencias al interior del plantel y el cuerpo técnico, que encabeza Gustavo Quinteros, que ya anunció que alrededor de siete jugadores no renovarán contrato. Podríamos llamar que la performance alba el 2021, fue una ANTI-ÉPICA.

Para el final tenemos a Universidad de Chile, que durante las últimas fechas deambuló en los últimos lugares. En su banca se sentaron tres técnicos, Dudamel, Valencia y Romero, que no supieron o no pudieron reparar desde el campo de juego el daño institucional que vienen arrastrando los azules. La U. de Chile, en su último partido ante Unión Calera, hasta el minuto 83’ perdía 0-2 y estaba en la segunda división. Y pasó lo que nadie esperaba: Ramón Arias anota el gol de la esperanza y de ahí en más, los azules en 10 minutos construyen una ÉPICA, que les significó mantener la categoría.

No hace mucho me tocó escuchar en un seminario (por zoom) a una psicóloga deportiva, quien señalaba que las derrotas se sufren dos veces más que lo que se gozan los triunfos. Yo creo que es verdad, y por lo que he conversado en estas últimas horas, los hinchas cruzados están muy felices disfrutando el tetra campeonato, pero no más que los fanáticos azules que festejaron el no caer a la B. Los albos, por otra parte, “mastican” la desolación de perder un título que tenían en el bolsillo. En estas horas de justo festejo, la familia cruzada tiene que recordar y agradecer a los técnicos que los condujeron al “tetra”, Beñat San José, Gustavo Quinteros, Ariel Holan y al reciente Paulucci. Me parece que es un récord mundial. ¡Salud por ellos!

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