El aumento del desempleo es la advertencia que diversos especialistas han estado pronosticando desde hace meses, dada la crónica desaceleración económica que afecta al país por tercer año consecutivo.
Dicho fantasma apareció con el desempleo de 9,4% de marzo pasado en la encuesta de la Universidad de Chile en el Gran Santiago, pero ayer hizo presencia en todo el país con la medición del trimestre marzo-mayo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que mostró un desempleo de 6,8%, superior al 6,4% del mes anterior, el mayor incremento en cinco años.
La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, culpó a los “avatares del escenario económico mundial”, y aseguró que “no hemos bajado la guardia y estamos trabajando en nuevas formas de favorecer las posibilidades de empleo”.
Su colega de Hacienda, Rodrigo Valdés, fue enfático en afirmar que “al final del día, yo quiero subrayar que la solución para el tema laboral pasa por crecer, no pasa por intervenciones específicas, por cuestiones sectoriales, sino que si el país crece más va a generar más empleos y tenemos que refocalizarnos aún más en empujar el empleo».
Aparece el fantasma de la “cesantía ilustrada”
Además del alza en el desempleo, la encuesta del INE dejó al descubierto un nuevo fenómeno que afecta al mercado laboral chileno: la “cesantía ilustrada”.
Ello, porque el grupo ocupacional más afectado con la desocupación es el de profesionales, científicos e intelectuales, que aumentó en 11.063 personas (31,4%) en el último año, la mayor cifra desde que se toma la actual encuesta de desempleo en enero de 2010. (Ver gráfico).
“Esto es grave para el país, ya que tenemos personas que destinaron años a completar una educación superior, y no están pudiendo aportar su plena capacidad productiva por falta de oportunidades. Aquí hay un tema estructural, que tiene que ver con el descalce entre la oferta educacional y la demanda de trabajadores, pero no es coincidencia que estemos en máximos de aumento de la cesantía en este segmento justo en un período de desaceleración”, explica Juan Bravo, investigador de Clapes-UC.
A esa negativa situación se suma que 626 mil chilenos con estudios superiores están subempleados, ya que trabajan en actividades de menor calificación e ingresos. Por ejemplo, ganan $316 mil al mes, cifra tres veces menor a los $915 mil que reciben quienes trabajan en labores de alta calificación.
En tres meses se perdieron 90 mil empleos asalariados
Otro problema que dejó al descubierto el INE es que en el último año se crearon apenas 30 mil 739 empleos asalariados en el sector privado, cifra muy menor a los 120 mil que se generaron hace apenas tres meses.
En contrapartida, el empleo por cuenta propia –que es más informal y de menores ingresos-, creció en casi 105 mil, lo que explica que la tasa de desocupación no sea aún mayor.
Cecilia Cifuentes, investigadora de Libertad y Desarrollo, advierte que se mantiene la tendencia a la precarización laboral, reflejada en los puestos de trabajo por cuenta propia.
“Respecto al promedio del año 2013 el empleo por cuenta propia ha aumentado en 174 mil, y sumando esta cifra a los desocupados, llegamos a que la tasa de desempleo sería de 8,8”, señala Cifuentes.
A su vez, le preocupa la abrupta caída en los empleadores, que llegó a 20 mil en los últimos 12 meses. La relevancia de dicho grupo es que genera empleo para otros, por lo que su caída repercute directamente en la mayor desocupación.
Desde que asumió la Presidenta Michelle Bachelet se han creado 135 mil nuevos puestos de trabajo(60 mil al año), lo que equivalente a 76% menos que los 254 mil promedio al año que se crearon entre 2010 y 2013.