-¿Como definiría Carlos Larraín el primer año de gobierno del Pesidente Boric?

– Todo ocurrió como se había advertido: el gobierno es el trompetero de los años malos que se nos vienen.

Y ante esto… ¿está conforme con el rol que ha jugado Chile Vamos como oposición? ¿Ha sido una oposición dura o blanda?

-Ni dura ni blanda. Algunos estuvieron ocupados con el plebiscito de salida. Recordemos que varios venían del Apruebo para la hoja en blanco. ¡Dios los guarde! Pero se ha visto a unos cuantos diputados con voluntad de resistir y un buen número de senadores han sido cruciales en la coyuntura.

-¿Cuál es a su juicio el papel que deben ocupar Chile Vamos y la centro derecha a partir de este segundo año?

-No es «un papel a representar». Deben convencerse de que estamos desafiados por el propósito permanente de golpe de estado institucional.

¿Cree que hay intento de golpe de Estado a las institucionalidad del país por parte del gobierno?

-Esto es crudamente manifiesto desde octubre de 2019 y la operación de la constituyente lo cristalizó a prueba de tontos. La oposición completa debe mirar con lupa todos los actos del gobierno.

Larraín: «Pronto veremos cómo se socava desde arriba el nuevo proceso constitucional»

¿Cree que hay un riesgo de caer en el populismo o en formas que destruyan la institucionalidad? ¿No lo deja tranquilo el nuevo proceso constitucional y las bases institucionales que se establecieron?

-En la demagogia ya estamos instalados. Se miente por sistema para procurar afirmarse en el poder. Pronto veremos cómo se socava desde arriba el nuevo proceso constitucional, porque ofrece la posibilidad de mantener la continuidad institucional que ellos quieren romper. Es muy probable que se intente un tercer golpe de Estado: octubre y noviembre del 2019, el primero; el segundo, la constituyente afiebrada y controlada por inútiles subversivos. Mientras tanto no ceja el desorden interno y la violencia dirigida que seguirá operando a medida que avance el proceso constitucional. Sitiado por la demagogia.

-¿Qué le parece el hecho de que Chile Vamos y Republicanos finalmente vayan en listas separadas a la elección del consejo constituyente?

-Creo que esto es una equivocación y es culpa de moros y cristianos. Para enfrentar a  Allende fuimos capaces de aliarnos la derecha, los Radicales y la Democracia Cristiana y eso que la amenaza totalitaria era mucho menos viable porque las instituciones conservaban el prestigio republicano, el personal de la iglesia católica y los uniformados tenían merecida influencia y, por último, porque no existía aún el ambiente cultural decadente que hoy nos invade, pero que alimenta sobre todo la izquierda con gente mal formada y que se concentra en la primera persona: yo, yo y yo y al país que se lo coman las merluzas. ¡Puro Nietzche!

Ex timonel de RN: «Gobierno subversivo» y «con un pie en la calle»

-¿Cómo ve a la centro derecha en Chile y cuál cree que es su relevancia para los años que vienen? ¿Teme que quede desdibujada con la aparición de Republicanos?

-Las distintas formas que toma la derecha entre nosotros tiene una oportunidad inigualable para ayudar a reconfigurar la vida en sociedad. Sólo le basta interpretar con inteligencia al 62% que rechazó el esperpento revolucionario. Esta es una base amplísima que debe ser recogida. Por ejemplo, esa mayoría es aún mayor cuando se trata de impedir el guantazo sobre los fondos de pensiones. Me pregunto: ¿Los parlamentarios han estudiado el cuadro a fondo con expertos como para no solo rechazar el designio  expropiatorio, sino para mejorar el sistema vigente? ¿Se habrán ponderado las consecuencias de que un gobierno subversivo con un pie en la calle se apodere de 200.000 millones de dólares? ¡Qué no se puede comprar con esa billetera gigantesca!

-¿Qué autocrítica le cabe al sector y RN por esta situación del país que usted describe?

-Procede  una autocrítica muy dura. El centro del problema estuvo en dejarse dominar por el señor Piñera y su equipo político de tercera división. Esto nos mató, porque se silenciaron las ideas seminales de la derecha chilena reformuladas en lo necesario. Nos engolosinamos con el exitismo económico empobreciendo el diagnóstico de la vida social y abrazando un individualismo propio del liberalismo austriaco, fundamentalmente un mecanismo económico que se nos sirvió como a los gansos del «foie gras».

-¿Se debió haber corregido ese modelo antes?

-Las cabezas parlantes no quisieron entender que la economía de mercado en esa versión se había agotado precisamente por su éxito: un aumento de la prosperidad general. Quedó sin atención el otro pulmón de la vida civilizada: la sociedad y sus órganos intermedios, la familia, un impulso a la natalidad, atención a las zonas extremas muy debilitadas ya entonces, todo esto con la luz que nos daba el cristianismo todavía entonces influyente en nuestra cultura.

Ex timonel de RN: «Basta con que la derecha haga lo contrario del gobierno y le acertará siempre»

Pero la derecha favoreció este modelo que usted cuestiona…

-Nosotros siempre sustentamos la importancia de lo institucional, incluso al apoyar el golpe militar, precisamente para impedir que se instalara un Estado totalitario negador de nuestra historia. En cambio los dos  gobiernos de Piñera fueron plagados de tincadas y rebotes «instintivos», desde la cancelación de la central Barrancones hasta la entrega de la Constitución del 2005. Esa misma falta de personalidad en la derecha explica que Piñera lograra imponer con trampas a la hija de un integrante de la junta el año 40 del golpe y que en el curso de la campaña presidencial su promotor denunciara a los «cómplices pasivos» del gobierno militar. Toda esta maroma indecente se hizo para ser sucedido en el gobierno por la Concertación, reforzada por el PC. De la nueva capitulación de gobierno el año 2020 sin Constitución efectiva y la violencia convertida en factor político, mejor no hablar porque las noticias diarias nos tiran puñadas de sal en las heridas.

A la luz de la situación actual del país y de los resultados del plebiscito del 4 de septiembre ¿podría estarse dando una revalorización de los valores de la centro derecha?

-Sin duda es así. Ya vimos el efecto del rechazo a la Constitución trucha que era en rigor el programa de gobierno del Frente Amplio y el PC. En esa mayoría hay material de sobra para restaurar la República y además cada día recibimos otros chicotazos esclarecedores: la alfabetización del ministro especializado; el antisemitismo descarado del gobierno; el internacionalismo fraternal con Argentina y Brasil, con Maduro y con Cuba. Basta con que la derecha haga lo contrario del gobierno y le acertará siempre. No puede ser más fácil, pero es necesario unidad, análisis, consistencia y coraje para resistir el embate. Evoco con nostalgia la valentía de Don Onofre Jarpa cuando decía a los llorones de 1971: «No se queje y haga lo suyo».

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