El resultado del plebiscito le dio un breve respiro al gobierno, luego que la semana pasada había terminado con varios flancos abiertos, entre ellos el Caso Convenios, que tendría a La Moneda ad portas de un cambio de gabinete.

En medio de este panorama en que el Ejecutivo intenta reimpulsar su agenda tras las elecciones del domingo, el propio Presidente Gabriel Boric participó ayer unos minutos en el comité político ampliado junto a los timoneles de partidos del oficialismo.

SI hasta antes del plebiscito en el oficialismo y La Moneda se hablaba de la necesidad de un ajuste ministerial urgente, que apuntara principalmente a la salida del ministro de Vivienda, Carlos Montes, y que podría extenderse a la titular de Salud, Ximena Aguilera, con los resultados del domingo ese panorama habría cambiado.

«He mandatado a mi gabinete a retomar cuanto antes el trámite legislativo de la reforma de pensiones y el pacto fiscal, a redoblar los esfuerzos de gestión de seguridad en todas sus dimensiones para ganarle la batalla a la delincuencia, al narco y al crimen organizado», dijo el Mandatario en su discurso del domingo, lo que en los partidos fue leído como una clara señal de que el cambio de gabinete no iba.

Tanto en el oficialismo como en el gobierno se instaló la idea de que el Ejecutivo debe aprovechar el momento que le abrió el triunfo del «En contra», y ganar tiempo.

Esto, pese a las voces que han surgido en el propio PS de que se debe realizar rápido un ajuste. “Claro que tiene que haber un cambio de gabinete rápido, para que le haga bien al gobierno”, dijo el domingo en El Líbero el senador Fidel Espinoza.

«Por ahora está descartado»

Esto, con el objetivo de no acotar el ajuste sólo al Caso Convenios, sino que apuntar a un cambio más amplio, probablemente en marzo, que implique una revisión de las prioridades del gobierno para poder retomar la agenda y buscar una acuerdo con la oposición especialmente en materia de pensiones.

«Creo que por ahora está descartado el cambio de gabinete», asegura a El Líbero el diputado y vicepresidente del PS, Leonardo Soto. El parlamentario explica que el triunfo del ‘En contra’ «descomprime el ambiente y reduce toda presión o urgencia ciudadana por hacer cambios en el gabinete. Si hubiera ganado el ‘A favor’, habría ocurrido todo lo contrario, ya se estarían conociendo los nombres de los nuevos ministros o ministras para el nuevo ciclo».

En la misma línea, el diputado de la bancada PPD, Jaime Araya, sostiene que «es clave que el cambio de gabinete no esté condicionado ni por el escándalo de Democracia Viva, ni por la acusación constitucional contra el ministro Montes, ni menos por el resultado del plebiscito, sino que por el contrario sea un hito para dar el punta pie inicial al segundo tiempo que parte oficialmente el 11 de marzo de 2024».

La arremetida de Chile Vamos y Republicanos

Cambiar este diseño tiene además otra razón relevante para el PS y el Socialismo Democrático: Que Montes no termine cargando con la responsabilidad del Caso Convenios, lo que consideran injusto e inevitable si termina saliendo en medio de las presiones de la oposición.

En Chile Vamos y Republicanos, en tanto, esperan presentar hoy la acusación constitucional contra el ministro Montes.

La arremetida busca evitar que el gobierno eluda las responsabilidades que le caben en el marco del Caso Convenios, y que remueva, al menos, a Montes y al jefe de asesores del segundo piso, Miguel Crispi.

La firma conjunta de un libelo entre Chile Vamos y Republicanos, puede servir, dicen en el sector, como una señal de unidad en medio del complejo momento en que quedó la oposición tras el resultado del domingo. En las derechas, de hecho, buscan evitar que se inicie un ajuste de cuentas entre sus partidos y apuestan por retomar rápido el diálogo pensando en las próximas elecciones municipales.

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