“Es bastante sorprendente por qué el Gobierno sigue postulando ideas que no son mayoritarias. Cuando 9 de cada 10 chilenos están pidiendo que la cotización adicional vaya a su cuenta individual y están pidiendo profundizar la libertad de elegir quién le administra los ahorros previsionales, que sean heredables, el Gobierno presenta una reforma que dice todo lo contrario”.
De esta forma reacciona el economista Bernardo Fontaine ante la propuesta de reforma al sistema de pensiones que presentó en cadena nacional el Presidente Gabriel Boric. El proyecto, que ingresará el lunes al Congreso, incluye un aumento de 6% en las cotizaciones para que vaya a un «seguro social» y el «fin de las AFP».
En un nuevo Especial Mirada Líbero, el también líder del movimiento «Con Mi Plata No», desmenuza la reforma del Ejecutivo.
El economista plantea que La Moneda, en vez de ir con el parecer de la mayoría optó por otro camino: «Dice que el 6% va a un fondo colectivo y estatal y, por otra parte, en vez de poder tener la libertad de elegir entre más administradores, nos fuerza a que nos vaya a atender una entidad estatal, el IPS es el único que nos va a poder atener. Y todas las platas van a ir para allá, nosotros vamos a poder elegir quién administra la inversión, pero no quién nos atiende, con quién tramitamos nuestra pensión, certificados».
Señala que tal como luchó en la Convención -junto a «Con Mi Plata No»- y en la campaña del Rechazo «para que se garantizara la propiedad de los ahorros previsionales y la libertad de elegir», esta vez no se quedarán atrás: «Ahora vamos a tener que hacer lo mismo porque vemos que esta reforma va encaminada a reproducir, para el 6%, lo que antes se propuso para todos en la Convención».
Fontaine y cotización adicional de 6%: «El costo lo asume el trabajador»
El Presidente Boric dijo en la cadena del miércoles: «Es importante puntualizar que los aportes provenientes de este 6% van a quedar registrados en las cuentas personales de cada trabajador, de acuerdo a una tabla, y podrás ver este aporte en tu cartola mensual de manera clara y transparente». Agregó más adelante que el «aporte proveniente del Seguro Social, de 6%» sería de «de los empleadores».
Ante esto, Fontaine señala: «El Gobierno trata de engañaros al decir que el 6% lo van a pagar los empleadores, claro que lo harán legalmente, pero el costo lo asume el trabajador».
Y explica: «El trabajador debe ser el que se beneficie de esa cotización. Y lo que sabemos es que si esa cotización adicional de 6% va a la cotización individual de cada uno de nosotros, las pensiones subirían hasta 60%. Yo desafío que el Gobierno demuestre que con este fondo solidario que reparte a jubilados, mujeres, jubilados futuros, a todo el mundo… las pensiones van a subir más que ese 60%. No será posible y ahí se caerá este castillo de naipes».
El economista comparte que es «indispensable» hacer una reforma para subir las pensiones y que debe existir solidaridad. «La pregunta es si esta reforma es la mejor para eso. La respuesta es no».
Uno de los principales problemas, dice Fontaine, es «que el 6% no vaya a la cuenta individual, que nace del esfuerzo del trabajador. El Gobierno dice que va a un fondo estatal, una parte se va a reflejar a nombre de cada cotizante, el 70%, y el resto va a ir a un reparto para subir la pensión de otros cotizantes». Precisa: «Pero esa plata n0 va a estar, lo único que va a haber es un registro, que es lo típico de un sistema de reparto, pero no habrá una cuenta individual que diga ‘esta plata es mía’ como es la cuenta que actualmente tenemos en la AFP».
«Es más justo subir la pensiones a través de la PGU porque está financiada con impuestos y los impuestos los pagamos todos»
Fontaine advierte que con el tiempo habrá menos trabajadores cotizando por lo que «esto se vuelve infinanciable. El Gobierno no ha explicado cómo va a financiar a futuro el aumento de pensiones que está prometiendo cuando va a haber menos trabajadores cotizando. No es sostenible en el tiempo».
Subraya: «Más que un impuesto al trabajo es un impuesto al trabajador porque esta cotización es del trabajador». Y plantea: «Me parece más justo aumentar la Pensión Garantizada Universal (PGU), que es la parte buena que tiene la reforma».
Insiste: «Es más justo subir la pensiones a través de la PGU porque está financiada con impuestos y los impuestos los pagamos todos».
Distinta es la propuesta del Gobierno que busca «sacar cotizaciones de trabajadores actuales y pasársela a los jubilados. Eso es subir las pensiones con la plata de los trabajadores. Eso es más injusto porque es una solidaridad entre trabajadores. Prefiero una solidaridad de toda la sociedad porque todos pagan impuestos y esa es la forma justa y conveniente de subir las pensiones».
Además del aumento de la PGU, el exconvencional destaca que se podrá «elegir entre más gestores de inversión, permite que elijamos quién gestiona la inversión misma ya no solo entre las siete compañías actuales».
Empleados de las AFP: «Salvo que el Estado contrate a algunos, van a engrosar las filas de los cesantes»
El anuncio del Gobierno, explicado por distintos ministros tras la cadena del Mandatario, aún deja varias interrogante como cuál será la transición del «fin de las AFP» como se anunció.
Un panorama de esa realidad la entrega Fontaine: «Hoy las AFP atienden a 5 millones de personas al mes, que van a las sucursales, y a unas 6 millones por las páginas web y teléfono. Eso va a seguir ocurriendo y ¿dónde se van a atender las personas si el Estado no tiene más sucursales? El Estado ya está atiborrado de gente en Chile Atiende, en oficinas del IPS, ¿o el Estado va a tener que crear sucursales nuevas con más gente? Porque si es así, entonces va a reproducir los costos de las AFP».
Precisa: «Al final alguien tiene que recaudar, alguien tiene que peseguir a empleadores que no pagan cotizaciones, atender clientes, emitir estados de cuenta, etc. Y eso cuesta… entonces el Estado va a cobrar por eso o se va a quedar con parte de la rentabilidad y hará que nuestros fondos renten menos».
Agrega: «Por otra parte, va a estar la gestión de inversiones, eso también tiene costos».
«A eso se suma que es falso que las AFP van a desaparecer -dice- van a mutar, van a aliviarse de todas las responsabilidades que tienen hoy día en la parte administrativa y solo se encargarán de las inversiones».
Sobre el futuro de los empleados de las AFP, que serían 7 mil, señala: «Salvo que el Estado contrate a algunos, van a engrosar las filas de los cesantes».
Fontaine: «Es tremendamente tentador hacerse de los ahorros previsionales para poder financiar políticas públicas y ganarse todos los votos»
El economista enciende una luz amarilla sobre el rol del Estado en el manejo de las cotizaciones. Señala que en una entrevista la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, «dijo que el Estado iba a tener ventajas para administrar los ahorros previsionales, como que no iba a cobrar. Si eso es así se produciría una competencia desleal. El Estado tendría una enorme ventaja para atraer a todos los ahorros previsionales y podríamos terminar todos en manos del Estado». Y cometa que «al final» la libertad de elegir que prometen sería solo nominal.
«Eso es un peligro gigante porque para cualquier político, de cualquier signo, ahora y en el futuro, es tremendamente tentador hacerse de los ahorros previsionales para poder financiar políticas públicas y ganarse todos los votos», apunta el economista.
«Este proyecto tiene ese germen, el 6% pasa al Estado y se suben las pensiones actuales y eso es puro voto».
¿Tendrá viabilidad política esta reforma? Para el experto en pensiones, el Gobierno enfrenta un escenario difícil. Pero va más allá: «No descarto que haya sido una movida para extremar las cosas y que quieran que la oposición rechace y culpar a la oposición de que no se pudo hacer nada».
«Porque nada de esto es compatible con el ambiente ciudadano», remata Fon.