-¿Cómo definiría el rol que ha tenido el Partido Republicano este año?

-El Partido Republicano tiene una gran responsabilidad. Nosotros defendemos y promovemos las ideas que identifican a un sector mucho más amplio del Partido Republicano, pero asumiendo que en gran medida el resultado depende de nosotros.

-Hay quienes plantean, incluso en Chile Vamos, que el Partido Republicano representa el populismo de derecha o la extrema derecha ¿Cómo toma esta crítica el partido?

-Si hay algo que no se sostiene ni un segundo es plantear al Partido Republicano como populista, es absurdo. Lo que pasa es que por consistencia con nuestras ideas nos ha tocado defender solos posturas que son impopulares. Por ejemplo, el oponerse a los retiros del 10% que tanto daño le hacen a nuestro régimen previsional. Si es que la crítica apunta a hacernos ver como tajantes, o claros en la manera de plantear las cosas, eso efectivamente para nosotros es una virtud, es un sello característico. Nosotros creemos que ya pasaron los tiempos de que en política se habla en razón de lo políticamente correcto, sino que lo que corresponde es instalar la idea de decir lo políticamente cierto.

Squella: «Nos preocupa que malas ideas de la izquierda encuentren respaldo en la centroderecha»

-Chile Vamos ha defendido que ser oposición no significa «decir que no a todo», incluso los han comparado con Apruebo Dignidad o el PC.

 -Nosotros creemos que da lo mismo de quién vengan las buenas ideas o las malas ideas. Una buena idea siempre va a encontrar respaldo en el Partido Republicano pero una mala idea siempre la vamos a criticar, venga de donde venga. Por ejemplo, una apertura que pudiera venir de algunos sectores de la centroderecha a la reforma tributaria, siempre la vamos a criticar. Nunca vamos a perder el norte de que quienes verdaderamente están tratando de instalar ideas malas para Chile es la izquierda, pero nos preocupa que a veces las malas ideas de la izquierda encuentren respaldo en la centroderecha, en personas que en el fondo de sus planteamientos sabemos que no las comparten.

-¿Chile Vamos le ha intentado dar en el gusto al Gobierno?

-Los acuerdos no se construyen en función del mismo acuerdo, por lograr un acuerdo, sin tener a la vista lo que efectivamente está en juego. El acuerdo siempre tiene que reflejar un saldo positivo al final para la ciudadanía. No se trata de que cada vez que el Gobierno te plantee una idea uno tenga que presentarle una alternativa con tal de darle en el gusto. Eso yo creo que es un error. El gran error de Chile Vamos es haberse prestado para resetear la elección más importante que hemos tenido en la historia de Chile en cuanto a su participación y magnitud como es la del 4 de septiembre, dándole el gusto a la izquierda para volver a ser un proceso constituyente como el que estamos viviendo hoy día.

-¿Cómo le gustaría que fuera la relación entre el Partido Republicano y Chile Vamos este segundo año?

-Hasta el momento, y mirando el ejercicio que se ha dado en el debate legislativo, creo que el Partido Republicano y sus bancadas han logrado dar luces de que efectivamente nuestras ideas sí pueden ser mayoritarias y requieren una defensa por parte de todos los partidos que se identifican con dichos principios. Para las cosas importantes efectivamente debiera estar la disponibilidad de tener algún grado de coordinación.

¿Pero no formar una coalición juntos?

-Para nada. Nosotros, en lo personal, quienes fundamos el Partido Republicano, nos salimos precisamente de los partidos de Chile Vamos porque creíamos que la mirada y la manera de hacer política tiene que ser muy distinta a lo que ya está arraigado en esos partidos y, en consecuencia, nos tiene muy conformes el hecho de que tomemos nuestras decisiones de manera autónoma, empujando nuestras ideas acorde a los desafíos que la sociedad en el día de hoy nos plantea.

¿Cómo analizan en el Partido Republicano la lectura de que existe una revalorización por el centro político?

-La búsqueda del centro por parte de los partidos de Chile Vamos hace más intensa nuestra responsabilidad de representar a un segmento de la población que está pidiendo a gritos una identificación o una representación más fuerte, de lo que verdaderamente piensa. A nosotros nos preocupa otra cosa: nos preocupa el avance integral que ha hecho la izquierda desde el punto de vista cultural. El cómo durante décadas han logrado permear a quienes genuinamente defendían ideas de derecha y los terminan o acomplejando o derechamente transformando su manera de pensar. Nuestra tarea es decirle a todos los sectores del país que se sientan orgullosos de defender las ideas que han hecho grande a Chile.

-¿No disminuyó esa «amenaza» con el triunfo del Rechazo? ¿No ha visto un intento de moderación del Gobierno?

-Mientras muchos celebraban el contundente 62%, había quienes nos preocupaba de que hubiera un 38% que estaba disponible para las locuras que se propusieron en ese borrador. Eso es grave. Y esa es la amenaza que tiene Chile. Hoy día quienes promueven esas ideas están en el Gobierno y este es un Gobierno que en lo profundo, no ha cambiado una coma su manera de pensar. El avance de la izquierda ideológica se ha dado precisamente por encontrarse sin oposición. Y nosotros nos estamos preparando para asumir ese desafío de una manera más contundente dentro de los próximos años en la sociedad chilena.

Squella: «Algo ocurre en esta Constitución que permitió que Chile se enfrentara a una situación de crisis tan profunda como el 18-O»

¿Cuál va a ser la postura del Partido Republicano frente al proceso constitucional? ¿Están por el rechazo como se ha dicho?

 -Para nada. Nosotros si bien creemos que la actual Constitución es en gran medida responsable de que Chile sea un país que está muy por sobre el resto de América Latina, por cierto que esta Constitución requiere o admite modificaciones. Y desde ese contexto efectivamente existe una serie de normas constitucionales que vamos a promover que creemos indispensables para los próximos tiempos de Chile. Creemos que efectivamente algo ocurre en esta Constitución que permitió que Chile se enfrentara a una situación de crisis tan profunda como la del 18 de octubre en adelante. Y esas correcciones efectivamente esta es una buena oportunidad para conversarlas y proponerlas.

¿Qué normas van a proponer en el debate constitucional?

-Primero, resaltar y aprovechar la oportunidad para transmitir las bondades y los elementos positivos que emanan de la misma Constitución para mantenerlos en el tiempo y junto con eso promover algunas ideas que efectivamente creemos convenientes para el desarrollo de la sociedad chilena.

Por ejemplo, creemos que es una buena oportunidad para ponerle límites o restricciones a la autoridad, para que no aumente sustantivamente, tal como ha ocurrido durante las últimas décadas, la carga impositiva que tienen las personas. Derechamente debería haber una norma constitucional que prohíba los impuestos patrimoniales y esta es una buena oportunidad para dar ese debate, para conversarlo y para que la ciudadanía se dé cuenta de que algo tan relevante y significativo como meterle la mano al bolsillo a los ciudadanos debiera tener un pronunciamiento constitucional.

-¿Cree que con este proceso puede quedar cerrado el debate constitucional?

-Creo que el Frente Amplio y el Partido Comunista ya dijeron lo que quieren para un marco constitucional nuevo, y eso está reflejado en el borrador del 4 de septiembre. Y ellos se caracterizan por ser personas intransigentes, que no obedecen a buenos argumentos. Para el FA y el PC hasta que no lleguemos a una lógica de multinacionalidad y todas las cosas pintorescas y curiosas que nos tocó rechazar el 4 de septiembre, no van a descansar.

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