En el PS venían conversando hace varios días con la ex presidente Michelle Bachelet la idea de que estuviera disponible para liderar una “lista única” del oficilismo para el Consejo Constitucional. Primero se lo habría planteado la bancada de diputados, después la propia timonel del partido, Paulina Vodanovic.
Al interior de la colectividad, mantuvieron las tratativas en absoluta reserva ya que esperaban fuera una carta sorpresa que moviera el piso en el socialismo democrático. Se esperaba que su decisión incidiera especialmente en el ánimo del PPD, que a esas horas del sábado debía debatir su política de alianzas para la elección de consejeros.
Por eso en el PS la estrategia incluía además postergar la decisión, dejándola en manos de la comisión política del partido y dar más días para que la irrupción de la expresidenta generara efecto.
Error de cálculo
Al interior del Socialismo Democrático, sin embargo, creen que la apuesta del PS fue un error de cálculo. «No se trata de candidaturas o personas o de quién encabece la lista. Se trata de los objetivos estratégicos y políticos de la decisión de ir en dos listas» explica a El Líbero el Presidente del PR, Leonardo Cubillos.
En la misma línea, el sábado la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, sostuvo que “la presencia de la expresidenta en el debate es muy valiosa, pero creemos que no solo nuestro partido, sino también la DC, el PR y el PL han sido enfáticos respecto de cómo quieren llevar adelante este proceso electoral, de modo que, al contrario, esperamos que el PS se sume a la lista del Socialismo Democrático”.
Internamente, el análisis de la irrupción de Bachelet es más duro. En algunos sectores creen que la ex mandataria revivió la pugna entre las dos almas del gobierno y lo llevó al plano del apruebo-rechazo.
Esto, ya que la expresidenta fue uno de los rostros del apruebo en el proceso constituyente anterior, que marcó una dura derrota para el Gobierno, y de cuya mirada ideológica busca desmarcarse parte importante del Socialismo Democrático.
Por otro lado, en el PPD, el PR y la DC hizo eco el llamado del expresidente Ricardo Lagos de fortalecer el Socialismo Democrático. En una sorpresiva intervención en el consejo general del partido, Lagos aseguró que para que el gobierno tenga “más fuerza” debe existir una “expresión fuerte y solidaria del Socialismo Democrático”.
Aunque no apoyó explícitamente el rechazo, a diferencia de Bachelet, el expresidente fue crítico del trabajo que realizó la convención y de las posiciones más extremas, asegurando incluso en una carta que «Chile merece una constitución que logre consenso».
Tensión en semana clave
Con este panorama, tanto en el PPD como en el PR, creen que con la irrupción de Bachelet y el enfrentamiento de miradas con el expresidente Lagos, solo se logró crispar más el ambiente y fortalecer la decisión de ir en dos listas.
Para esta semana, de hecho, se espera que las conversaciones sean álgidas. Al interior de la directiva PS aseguran que están preparando una oferta electoral para sus socios, que muestre un escenario atractivo y los convenza de ir en una lista. «Escenario difícil», reconocen en los partidos.
Mientras tanto, al interior del oficialismo ya hay quienes sostienen que se debe empezar a trabajar para evitar que las dos listas se transforme en un cruce de críticas y emplazamientos entre las dos coaliciones que componen el gobierno.
Una idea que está sobre la mesa es que en el caso de ir en dos listas, esto se haga bajo un programa común. De hecho, hay un equipo trabajando en estos principios, cuyo documento debería estar listo esta semana.
Con todo, el tiempo apremia. Los partidos tienen hasta el 6 de febrero para inscribir los pactos. Y esto implica negociar, definir candidatos y los cupos de cada partido.
Por eso serán clave las conversaciones que sostenga el Socialismo Democrático entre hoy y mañana.
Como están las cosas, el PS deberá optar finalmente si ir en una lista con sus socios del Socialismo Democrático o ir en una lista con Apruebo Dignidad.
Según se acordó en el comité central, esta decisión debería zanjarse este martes en la comisión política. Sin embargo, al interior del partido dicen que la instancia debe convocarse, por lo que podría retrasarse para el miércoles o incluso jueves dependiendo de como avancen las conversaciones.