Judas and the Black Messiah se agrega al catálogo de HBO Max luego de una amplia cosecha de premios, entre ellos, el Oscar a Mejor Actor de Reparto (Daniel Kaluuya) y a la Mejor Canción Original (Fight for Yoy de H.E.R.). Además, un Globo de Oro, un BAFTA, un BET, un WGA y un premio del Sindicato de Actores. Nada mal para una película nacida en pandemia.
El guion se centra en la historia verídica de Bill O`Neil (LaKeith Stanfield), un delincuente dedicado al robo de autos utilizando una identificación falsa del FBI como tapadera, hasta que la policía federal lo atrapa y cae en manos del agente Roy Mitchell (Jesse Plemons) quien ofrece al criminal una salida alternativa a la cárcel: infiltrarse al partido de las Panteras Negras de Illinois y seguir a su carismático líder Fred Hampton (Daniel Kaluuya).
Corre el año 1969 y la agrupación política-revolucionaria se expande por todo el territorio norteamericano, convirtiéndose en “la mayor amenaza para la seguridad interna de Estados Unidos”. A la par de un permanente trabajo social en las calles, las Panteras Negras defienden los derechos civiles de los afroamericanos con un tono que no descarta la violencia y el uso de armas, en concreto contra “los cerdos” policías. El capítulo de Illinois es llamativamente encabezado por Hampton, un poeta que da discursos que envalentonan hasta al más débil.
La trama dirigida por Shaka King se toma ciertas licencias narrativas que han sido motivo de algunas críticas, pero mantiene el vínculo histórico con la operación encubierta que culminó con la violenta redada policial al departamento de Hampton el 4 de diciembre de 1969, hecho –otro más– que marcó el devenir de la lucha por los derechos civiles.
El filme no solo se estrena en momentos de pandemia, sino también en tiempos de Black Lives Matter, avivando con fuerza la discusión aún abierta sobre la violencia policial y la reacción del ciudadano de color frente a ella. En ese sentido, la última entrega de los Premios Oscar volvió a poner la mirada en una película cuya temática se incrusta en la contingencia política.
Los 126 minutos del filme envuelven y pasan rápido, presentando un thriller de traición, lucha y redención. Cualquier cosa que se agregue puede convertirse en spoiler, pero vale la pena, una vez vista la película, profundizar en la historia del Judas O`Neil y el Mesías negro Hampton.
Las actuaciones de Kaluuya y Stanfield son extraordinarias, y no en vano les significó a ambos una inédita nominación simultánea al premio de la Academia al mejor Actor de Reparto. Sólo uno ganó, pero ambos lo merecían.
En HBO Max.
Trailer aquí.