Es casi imposible elegir una obra entre un conjunto de tanta calidad y tan representativo de nuestros artistas y patrimonio pictórico, que compone la Colección de Pintura Chilena, de la Casa-Museo Santa Rosa de Apoquindo. La larga amistad con Ricardo Mac Kellar que formó y donó la colección, en manos de la Corporación Cultural de Las Condes desde 2010, me dio la oportunidad de participar en su conformación y en la selección de las obras que integran este legado. Se trata de más de 150 óleos de los siglos XIX y XX, desde los Grandes Maestros hasta Matilde Pérez, donde impresiona ver el desarrollo y evolución de la historia del arte en Chile, a través de las obras y sus creadores.

Para ser justo y solidario con Ricardo Mac Kellar, debo reconocer a un artista que está muy bien representado en la colección con 25 obras: Pedro Luna, un gran creador que participó en la Generación del 13, poco comprendido en su época, que nunca dejó de retratar la belleza de nuestros rincones y sus personajes con una muy particular mirada. Él nos mostró el Chile discreto y sencillo, rincones y situaciones del diario vivir, con una pincelada firme, lejos del academicismo europeizante, siendo el gran renovador de la pintura del siglo XX. Incorporó a sus obras empastes pictóricos y soportes no tradicionales, estilo que dio a conocer y no abandonó, junto a la fuerza y emotividad de los personajes o rincones rescatados.

Destaco “Faenas en el puerto” (1915) porque representa exactamente al pintor: el empaste, la pincelada, el no acabado académico, los colores grises y sepias, la luz y los personajes en primer plano, muy cercanos a nosotros, son gente desposeída. Razón tenía Pablo Neruda al referirse a la Generación del 13 como “la heroica capitanía de pintores”.

El legado de Mac Kellar se complementa con nuevas adquisiciones de arte contemporáneo, conformando la Colección de Pintura Chilena de Las Condes.