La embajadora de Israel en Chile, país conocido como “Start Up Nation” por ser uno de los más innovadores del mundo, afirma que uno de los factores claves del éxito es la necesidad. Y eso, porque la necesidad es el centro de un insight, que es una verdad clara e impactante que desafía nuestra manera de pensar.

Un insight requiere descubrir un estado de las cosas y una tensión, una necesidad insatisfecha que clama por ser cubierta. Estamos frente a un insight si responde afirmativamente las preguntas:

  • ¿Está expresado con brutal simplicidad?
  • ¿Es verdadero respecto a como las personas sienten, piensan o se comportan?
  • ¿Provee una nueva perspectiva?
  • ¿Puede llevar a una nueva oportunidad de negocio?

AirBnb Trips conectó a través de una plataforma a personas locales que ofrecen sus experiencias y pasiones. El insight es que los turistas quieren una experiencia auténtica cuando viajan, pero no saben cómo. Sephora Virtual Artist lanzó una aplicación virtual que permite probar el maquillaje en el propio rostro en forma online. El insight es que las personas tienen poco tiempo y les encanta comprar online, pero no les da confianza comprar maquillaje sin probarlo. En Chile Cornershop unió la falta de tiempo con la necesidad de comprar en distintas categorías, aportando la exitosa solución de la última milla.

Durante la pandemia hemos visto excelentes soluciones espontáneas a necesidades urgentes, como la digitalización, el teletrabajo, el delivery y las ollas comunes.

En términos de políticas públicas, promover la innovación requiere proveer una estructura virtuosa que impulse la creación y desarrollo de nuevos emprendimientos que satisfacen necesidades. Esta estructura no consiste en rentas universales, que satisfacen la necesidad de sobrevivencia y podrían justificarse por otros motivos, pero no por la innovación. La estructura de beneficios e incentivos debiera permitir que las personas desarrollen su talento, obteniendo beneficios económicos y emocionales de logro y realización que van mucho más allá de una renta mínima.

Para innovar es fundamental tener tiempo y capital humano. Respecto al tiempo, el Estado debiera ocuparse de liberar tiempo disponible para crear. Uno de ellos es el tiempo destinado al cuidado de los niños, que se solventa en parte con el derecho a jardín infantil universal. Liberar el tiempo gastado en burocracia, digitalizando todos los trámites (siendo uno de ellos, y vergonzoso, el oligopolio de las notarías). Liberar el tiempo necesario para trasladarse, proveyendo soluciones públicas que sean igual de rápidas que las privadas.

Respecto al capital humano, el acceso a internet y la capacitación de su uso debiera ser una prioridad, así como el acceso a buena educación pre básica, básica, técnica y universitaria. El nuevo sistema de admisión escolar disminuye la calidad de la educación, y sería una excelente idea eliminarlo.

Las crisis como las que vivimos hoy develan y crean necesidades que pueden ser el epicentro de la innovación, en vez de un capítulo amargo que se quiere solamente dejar en el olvido. Aprovechar esta oportunidad depende en gran medida de las políticas del Estado.

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