Al ver el video que utilizó la Defensoría de la Niñez, causa verdadera indignación que desde un organismo del Estado, dedicado a proteger a los niños, se utilice justamente a menores de edad, no para demostrar la protección que el Estado brindaría a quienes no la reciben en su entorno familiar, sino que para transmitir propaganda panfletaria cuyo mensaje de fondo es que los niños se rebelen y demanden sus derechos, saltándose todas las normas y hacer revolución. Ese es el mensaje.

En una parte de este video se dice que “no son rebaño ni objeto de protección, son el presente y futuro de una nueva nación”. Esta frase refleja la gravedad de este video, porque se supone que este organismo justamente tiene como propósito proteger a los niños y en la canción que acompaña la imagen se proclama justamente lo contrario, ¡que no son objeto de protección!

No solo eso es contradictorio. Partiendo el video, el mensaje es contra la familia, porque  en la cena familiar los callaban y no los dejaban opinar, ni menos decidir sobre religión o educación sexual. Acto seguido expresan que “ya se derrumbó toda esa falsa moral, las pancartas lucen la demanda social”, para luego incitarlos a saltarse todos los torniquetes hacia el proceso constituyente, exigir sus derechos y hacer oír su voz.

¿Es este un mensaje de protección de la niñez? Hablamos de niños y también de adolescentes, que son seres humanos en pleno desarrollo, que requieren orientación, y protección familiar. Cuando eso no existe, como lamentablemente les ocurre a miles de nuestros niños, se supone que es el Estado el que los protegerá, lo que teóricamente implica que recibirán la atención, el cuidado, el cariño y la orientación de quienes tienen la responsabilidad de su tutela. Y qué lejos estamos de cumplir con esa tarea.

El mensaje de este video tiene una clara intencionalidad política y utiliza como tema situaciones ocurridas durante los actos violentos del 18-O contra el metro, como fueron saltarse los torniquetes y después destruirlos. Es de una irresponsabilidad indigna de un organismo encargado justamente de proteger a la niñez.

Utilizar a menores de edad para desarrollar una campaña con fines distintos de los que se la pretende disfrazar es abiertamente un despropósito. El video utiliza a una joven de 15 años, supuestamente una artista mapuche llamada MC Millaray para entregar parte de este mensaje que pretende, según la Defensora de la Niñez, proteger el derecho de los niños a expresarse.

¿No sería más conveniente que en lugar de incitarlos a ejercer acciones que ni siquiera logran entender bien, por razones propias de la inmadurez de esa edad, se les inculcara a niños y adolescentes una cultura de los deberes, que los protegería mucho mejor a lo largo de sus vidas, que simplemente exacerbando los derechos?

Así como la Defensora de la Niñez celebra los 30 años de los derechos del niño, nosotros, como sociedad civil, tenemos el derecho a exigir, dado que es un organismo estatal financiado por nuestros impuestos, que cumpla con el rol asignado y que deje de lado usar niños para transmitir mensajes rupturistas de sesgado contenido político, como el utilizado en el criticado video “Llamado de la naturaleza”.

Los niños siempre deben estar primero pues son el futuro del país. Este mensaje es el que debiera primar en la defensoría de la niñez, en lugar de contaminar a esas mentes infantiles e inmaduras, que ya tendrán tiempo para dedicarse a temas propios de los adultos.

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