“No me considero una mujer directora de orquesta, me considero una directora de orquesta que resulta ser una mujer”, dijo alguna vez Antonia Brico, la primera mujer en dirigir la Orquesta Filarmónica de Berlín, según la cita su obituario en el New York Times, en agosto de 1989. El titular decía: “Antonia Brico, 87, directora de orquesta; luchó contra las barreras para las mujeres en los años 30″.

Existen dos filmes que cuentan la vida de esta tenaz mujer: el primero, Antonia: Portrait of the woman (1974), es un documental dirigido por Judy Collins, cantante de folk, escritora de canciones y alguna vez alumna de piano de Brico; y por Jill Godmilow, cineasta estadounidense.

El segundo es más reciente, de 2019, y está disponible en Netflix: Antonia, una sinfonía, un biopic dirigido por la cineasta holandesa Maria Peters, que cuenta la historia de una mujer cuya pasión por la música la llevó a avanzar en una dirección y llegar a ser directora de orquesta en una época en que esto era impensable, pues los hombres dominaban el círculo artístico de la música. Pero su fuerza interior y determinación la impulsaron a transformar la adversidad y los obstáculos en oportunidades y nuevos desafíos.

Brico eligió recorrer un apasionante camino. Nació en 1902 en Róterdam, Holanda y a los seis años emigró a Estados Unidos con sus padres adoptivos. Pero en 1927 volvió a Europa con un doble propósito: por un lado, develar algunos secretos de su propia identidad, reencontrarse con sus orígenes y con la historia de sus padres. Por otro, hacer realidad su sueño. De a poco y tocando puertas de grandes de la música, se fue abriendo caminos. En Alemania, el músico y exdirector de la Orquesta Sinfónica de Boston, Karl Muck, aceptó su pedido y la preparó para ingresar a la Academia de Música de Berlín, para convertirse en 1930 en la primera mujer en dirigir la filarmónica de Berlín.

En su trayectoria, fue capaz de enfrentar cualquier burla o rechazo, ganándose el respeto de muchos. Pero tuvo que tomar decisiones difíciles -como dejar al amor de su vida- y atravesar decepciones con tal de continuar con su objetivo, como si un mandato interior o una sed inagotable la impulsaran incansablemente hacia adelante para ser ella misma, siempre y ante toda circunstancia.

Mientras tanto, en Nueva York, la prensa hablaba de ella. A su regreso, no titubeó en decir a los medios lo que debía decir. Debutó con la Filarmónica de Nueva York, convirtiéndose también en la primera mujer en dirigir esa orquesta. Consiguió el apoyo de la entonces primera dama Eleanor Roosevelt para crear la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Nueva York, y darle sonido y música al talento de muchas mujeres. Las entradas al evento fueron gratuitas para todos, ricos y pobres, con ropas que brillaban o vestidos sencillos. Fue entonces cuando revolucionó a la prensa del momento con frases como “el arte no tiene sexo”.

Esta película, de más de dos horas de duración, es la historia de la travesía de una mujer hacia su propia vocación, donde los principales obstáculos devienen por ser mujer. Pero en la escena final, todo está en su lugar. Ella, frente a su orquesta, su instrumento, haciéndolo sonar. Y ellos, creando música con sus violines, violas y violonchelos, al son de la batuta. Todo en su lugar y la magia de la dirección de orquesta desplegándose de la mano de Antonia.

Si bien Antonia Brico se mantuvo activa toda su vida como gran maestra de orquesta, nunca logró una posición permanente como directora principal. Hacia 1940, se mudó a Denver, donde siguió dirigiendo orquestas y óperas. Cuando no dirigía, daba charlas, enseñaba piano o preparaba óperas, según detalló ella misma en una nota del New York Times de 1977 a propósito de una función de la Orquesta Filarmónica de Brooklyn. Una de sus alumnas fue Judy Collins.

Al final de la película se muestran algunos datos interesantes: en 2008, la revista de crítica de música, Gramophone, publicó un ranking con las 20 mejores orquestas del mundo, pero ninguna de ellas tuvo nunca una mujer como directora principal. La misma revista publicó en 2017 otro ranking, esta vez con los 50 mejores directores de todos los tiempos, de los cuales 0% eran mujeres.

No obstante, el ranking publicado este año por la misma revista con los “50 grandes directores de orquesta” incluye a 8 mujeres.

En Netflix.

Trailer aquí.