El jueves pasado, El Líbero dio a conocer una noticia de extraordinaria gravedad, pues se trata de la intervención en los asuntos internos del país de un alto funcionario de las Naciones Unidas, intentando influir en la votación del Senado sobre el presupuesto para el INDH, que fuera rechazado en la Cámara de Diputados.

Lo que sucedió es que el representante en Sudamérica del Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH., Francisco Xavier Mena, envió una carta intentando persuadir a nuestros senadores de votar a favor del presupuesto 2023 para al INDH, pues según demandó, de no hacerlo podría afectar su autonomía e independencia.

Me pregunto con qué autoridad un funcionario de la ONU, el mismo que durante el estallido aseguró que hubo “desaparecidos”, lo que se demostró falso, se entromete en los asuntos internos de Chile, intentando que miembros de nuestro Senado voten de acuerdo con su petición. Me pregunto también si este señor Mena actuó con el consentimiento del Alto Comisionado o del Presidente del Consejo de DD.HH. de la ONU o si la misiva fue una iniciativa personal suya escudándose en el cargo que le precede. 

Sea como fuere, es imprescindible saber quién le solicitó a este señor que interviniera en las decisiones del Senado. Si fue la directora del INDH Consuelo Contreras, debiera ser removida del cargo por solicitar que un funcionario de un organismo internacional se entrometa en los asuntos internos de nuestro país, y aún más, intentar que éste intervenga en las decisiones sobre la Ley de Presupuesto, lo que es inaceptable. Y si no fuera ella quien lo solicitó sino alguien desde la Cancillería, sería aún más grave. En cualquier caso, y sea quien sea el solicitante, es imprescindible aclarar si Chile presentó una nota de protesta ante la ONU por esta indebida intervención en nuestros asuntos internos, pues de no ser así, sería un error gravísimo que compromete hasta nuestra soberanía.

Y en cuanto al accionar del INDH y su directora, es irónico insinuar que se afectaría su independencia y autonomía, pues si hay un organismo radicalmente sesgado políticamente en su actuar es este instituto, al punto de destituir a su ex presidente Sergio Micco, acusándolo falsamente de amparar violaciones sistemáticas de los DD.HH. Detrás de este accionar está el PC, partido que presume defender estos derechos, pero su brazo armado, el FPMR, en democracia, asesinó al senador Jaime Guzmán.  

Permitir que la ONU se entrometa en nuestros asuntos internos, aceptando su pretensión de influir la votación de los senadores en nuestra Ley de Presupuesto, es otorgarle atribuciones que deslindan en la irresponsabilidad. Por eso, me parece que es imprescindible que Chile presente una nota de protesta ante las Naciones Unidas.

Lamentablemente, ante esto, surge la interrogante si el Gobierno estará dispuesto a hacerlo, pues hasta el momento, lo que ha hecho es guardar silentium absolutum.

*Jaime Jankelevich es bioquímico y consultor.

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Jaime Jankelevich

Bioquímico y consultor

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