Han pasado un poco más de tres semanas del acto barbárico y asesino de Hamas, y hay gente que se pregunta por qué a la fecha aún no se produce en Gaza una acción más fuerte, clara y contundente por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) con el objeto de eliminar las capacidades militares de Hamas, y que dejen de ser una amenaza letal para el Estado de Israel y sus habitantes. El ingreso de las fuerzas terrestres ha sido gradual y prudente, reconociendo que se están metiendo literalmente en un campo minado.

Las acciones militares deben ser racionales, son instruidas por el gobierno y demandadas por el pueblo que ha visto a los propios morir en forma violenta, sus mujeres violadas, y el secuestro de ancianos, niños y mujeres para ser usados como moneda de canje o evitar acciones militares, o eventualmente asesinados frentes a las cámaras para producir pánico y miedo en sus enemigos.

Si bien lo que ocurre en Gaza no cumple con la definición legal de la guerra, ya que no hay dos estados en conflicto, las acciones del Estado de Israel están dirigidas a un grupo terrorista con capacidades militares que superan ampliamente las que tienen muchos otros países, y que está preparado para enfrentarlos, pero sin las restricciones o leyes de la guerra que aplican a Israel por ser un Estado legalmente constituido, y que por ende sigue las reglas que todos esperamos.

La franja de Gaza es un pequeño territorio, lleno de túneles a profundidades considerables, que no sólo interconectan todos los puntos, sino que también quizás con Egipto para fines de contrabando, y que anteriormente también buscaban cruzar a Israel para de esa forma realizar acciones terroristas. Estos últimos ya habían sido sellados y por eso es que el ataque del 7 de octubre se realiza por otros medios.

Las fuerzas de Hamas, calculadas entre 20 y 30 mil hombres, organizadas en cinco brigadas, no sólo usan los túneles recién mencionados para esconderse, sino también todo tipo de instalaciones civiles como hospitales, universidades, colegios, casas y edificios de departamentos. Literalmente usan a los civiles palestinos como escudos humanos, ya que para ellos el valor de la vida no es el mismo que le damos nosotros.

Para ellos todo vale en sus esfuerzos para destruir al Estado de Israel y el pueblo judío. He aquí la principal complejidad con la que tienen que lidiar las FDI, es decir, cómo elimino las capacidades militares de Hamas sin afectar o minimizando el impacto sobre la población civil, la que independiente de que apoyen o no a Hamas, siguen siendo civiles, y sabiendo que, si no se deshacen del grupo terrorista, está en riesgo la misma supervivencia de la nación judía, una nación que tiene demasiado presente lo que eso significa.

Para destruir la organización militar de Hamas conocidas como las brigadas de Ezzeldin Al- Qassam, más que capacidades militares, Israel necesita principalmente inteligencia y actuar con prudencia, característica principal que observaremos en lo que a Gaza se refiere. Ello producto de que sus enemigos van a estar escondidos en sus túneles o detrás de civiles, lo que hace muy complejo la conducción de una operación militar exitosa. Israel ha estado en eso las últimas tres semanas, obteniendo información, la que ha usado para planificar el ingreso de sus fuerzas terrestres, o bien para degradar las defensas de Hamas previo al ataque, destruyendo con bombas, misiles y rockets, los túneles o sus accesos, sus depósitos de armas, combustible, comida y agua.

La inteligencia se obtiene en este caso por medios electrónicos y satelitales, sean propios o de Estado Unidos, y por la vía de incursiones de fuerzas especiales, más posibles espías que tengan en terreno. Adicionalmente, el tener información hace también más fácil el rescate de los rehenes, los que en este conflicto tienen un alto valor para las dos partes, mucho más allá de lo que pueda ser evidente, ya que intervienen en este tema los respectivos aliados y grupos de interés.

Lo otro que es fundamental en cualquier conflicto, es el manejo exitoso de las operaciones de información, conocidas en la jerga militar como INFO OPS, las que buscan degradar la motivación enemiga y de sus aliados, y mantener la propia. El incidente del hospital Al-Ahli, ocurrido el 17 de octubre, generó una acción de Hamas que, por la vía de hacer responsable a Israel, buscaba afectar la efectividad del esfuerzo bélico al afectar los sustentos de su base ética y moral, y la pérdida de apoyo en el mundo occidental. Hamas lo va a seguir haciendo y no van a tener ningún problema en mentir si esas mentiras ayudan a neutralizar las acciones militares de Israel. Para ellos también está en riesgo su supervivencia, y, por ende, todo vale en sus esfuerzos para destruir a Israel.

En los próximos días deberíamos esperar una acción militar racional, que buscando proteger la vida humana, va a seguir una lógica propia que reconoce el tipo de enemigo y las características del conflicto en cuestión. El que, por cierto, se puede ampliar hacia el Líbano y Siria, lugares dominados por fuerzas que al igual que Hamas, siguen las instrucciones de Irán. Por ende, sólo puede tomar más complejidad de la que la FDI ya tiene considerado hacerse cargo.

Por último, este conflicto lo va a ganar quien maneje el relato, y por ende la voluntad de lucha. Israel se va a preocupar de que sus ciudadanos y el mundo no olviden las atrocidades cometidas por Hamas y el objetivo eliminar a los judíos que habitan en Israel. A su vez, Hamas tratará de pasar de victimario a víctima, dejando el ataque del 7 de octubre en el pasado, ya que le trae mala prensa, concentrándose en mostrar las supuestas atrocidades cometidas por las FDI en la previa y en la invasión misma, pero olvidando indicar que son civiles que usan ellos para protegerse, y no miembros de las brigadas militares de Ezzeldin Al- Qassam.

Experto en Defensa y Seguridad Nacional

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