«Tenemos alrededor de un 80% de las votaciones con más de 122 votos, entonces no se puede decir que es solo un grupo que está escribiendo o una sola forma de concebir la vida», dijo la presidenta de la Convención María Elisa Quinteros en entrevista con Tele 13 Radio esta semana. Algo que había dicho ya en la cuenta que realizó ante el pleno el martes 22 de marzo.

Lo que no dijo la presidenta de la Convención, pero que es claro en las votaciones, es que los artículos más polémicos, que generan más controversia, han pasado «raspando» el mínimo requerido para estar en el borrador del proyecto de nueva Constitución.

Con 110 votos, en promedio, han pasado al borrador de Constitución los artículos más controversiales que se han discutido hasta ahora en el pleno de la Convención.

Las cifras están contenidas en un documento elaborado por el Equipo Constitucional del Instituto Res Publica y distan mucho de las que ofreció esta semana la presidenta del órgano constituyente, María Elisa Quinteros.

Así, por ejemplo, el que consagraría el derecho al aborto en cualquier etapa del embarazo ejemplo, pasó al proyecto de Carta Magna con 108 apoyos.

«En las materias realmente importantes, donde se juega con la institucionalidad, los principios de la libertad y democracia moderna y Derechos Fundamentales de los ciudadanos, las cifras de aprobación bajan drásticamente al promedio enunciado por la presidenta de la Convención», se señala en el informe emitido por el equipo de Res Publica, liderado por el abogado, magister en Derecho Administrativo, Ricardo Hernández.

En cambio, Quinteros ha señalado: «Esto algunas veces obedece a una caricaturización del proceso (…) Eso se ha instalado y no es tan así, es cosa de revisar las votaciones», dijo cuando fue consultada sobre las voces que desde dentro y fuera de la Convención indican que «la Constitución que se está construyendo refleja el sentir de un solo sector», que se trata de una «Constitución partisana «.

Precisamente revisar las votaciones y analizar las cifras fue lo que hizo el Equipo Constitucional de Res Publica. Para esta tarea los especialistas seleccionaron, de los primeros 84 artículos que fueron aprobados, los más controversiales, los que al final interesan más a la ciudadanía: un total de 20.

¿Qué criterios se emplearon para determinar cuáles habían sido los artículos más controversiales? Las propuestas de norma que entraron en la lista son «artículos que en el debate constitucional hayan sido objeto de mayor crítica por las distintas bancadas», «que hayan tenido un mayor impacto en los medios de comunicación y prensa» y «que a juicio del centro de estudios, no cumplen con los estándares y principios de una democracia moderna».

Acá el documento completo que elaboró Res Publica, donde puede ver la lista de artículos y sus votaciones:

«La naturaleza tiene derechos. El Estado y la sociedad tienen el deber de protegerlos y respetarlos», dice parte del artículo 9, de acuerdo con la numeración de la Comisión de Principios Constitucionales, que forma parte del listado con el que trabajó Res Publica y que pasó al borrador con 104 apoyos.

Igual votación obtuvo en el plenario el artículo referido a la elaboración, aprobación y reforma de los estatutos regionales.

La norma referida a las regiones autónomas obtuvo 105 votos. Este dice: «Las Regiones autónomas son entidades políticas y territoriales dotadas de personalidad jurídica de derecho público y patrimonio propio que gozan de autonomía para el desarrollo de los intereses regionales, la gestión de sus recursos económicos y el ejercicio de las atribuciones legislativa, reglamentaria, ejecutiva y fiscalizadora a través de sus órganos en el ámbito de sus competencias, con arreglo a lo dispuesto en la Constitución y la ley».

En esta misma línea el referido a «entidades territoriales autónomas» logró 106 apoyos. «

Siguiendo con algunos de los artículos controversiales que no se acercaron a los 122 votos está el que establece que la función jurisdiccional «se ejerce exclusivamente por los tribunales de justicia y las autoridades de los pueblos indígenas reconocidos por la Constitución».

La norma anterior llegó al borrador con 112 apoyos, al igual que la que consagraría la paridad y equidad de género en el ejercicio de dicha función jurisdiccional. Por su parte, el artículo que establece el pluralismo juríco obtuvo un voto más: 113.

De acuerdo con el reglamento, las normas que pasan al borrador son aquellas que obtienen dos tercios de los votos en el pleno, primero en la votación en general y luego en particular. ¿Cuántos votos son esos dos tercios? 103, pues el órgano constituyente está integrado por 155 convencionales, de entre los cuales solo 37 son de derecha.

Desde su conocimiento y experticia, por estar a lo interno de la Convención, la constituyente Ruth Hurtado (Partido Republicano) había hecho sus estimaciones, que coincidieron con las de Res Publica: «Las normas más complejas o las que causan mayor controversia (las del aborto, la plurinacionaliad y los territorios autónomos, por ejemplo), han tenido votaciones entre los 106 y los 112 votos, más o menos».

En todo caso, la tendencia en las votaciones del pleno posteriores a las declaraciones de Quinteros se han mantenido. En la sesión de la tarde del miércoles fue aprobado por 104 apoyos el artículo que prevé que «los pueblos y naciones indígenas (…) tienen derecho a la autonomía y al autogobierno».

Con 105 votos más pasó al borrador el artículo que establece que «el Estado debe garantizar la efectiva participación de los pueblos indígenas en el ejercicio y distribución del poder».

La convencional Kate Montealegre (UDI) criticó en estos términos en su cuenta en Twitter lo que denominó «constitución indigenista»:

Más allá de los números, se vota «sin considerar a las minorías»

«Me inclinaría a manifestar que no son precisas sus palabras, no es correcta la interpretación que se hace de esta votaciones», señala el convencional Andrés Cruz (Colectivo Socialista) al ser consultado sobre lo dicho por María Elisa Quinteros.

En criterio del constituyente, más allá de las votaciones, es evidente que hay un sector que se ha impuesto sobre otro dentro del órgano constituyente: «Ha habido un grupo, eso es evidente y no se puede soslayar, que derechamente no es tomado en cuenta en los debates».

«No hay que confundir democracia con asambleísmo. En una democracia se toma en consideración la visión de la minoría y luego se vota, pero en el asambleísmo terminan avasallando los que tienen la posibilidad de construir estas mayorías, excluyendo al resto sin siquiera escucharlo», explica Cruz.

En este mismo sentido se pronuncia el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado: «El fondo de este asunto es bien claro, de público conocimiento y lo han reconocido convencionales de distintos colectivos: los dos tercios se construyen sistemáticamente sin la centroderecha».

«Este es un proyecto de nueva Constitución que se va construyendo con el concurso de las distintas izquierdas, como regla generalísima. Entonces lo que vamos a tener es un  proyecto que no le hace justicia a la diversidad política del país y eso pareciera que a una gran mayoría de los convencionales les es indiferente», señaló Alvarado.

¿Si está tan de acuerdo la mayoría por qué se rechazan tantas normas en el pleno?

Volviendo con el convencional Cruz, una muestra de la interpretación errada que estaría haciendo Quinteros en cuanto a las mayorías que están aprobando los artículos, lo que echaría por tierra que la propuesta de Carta Magna está siendo escrita por un solo sector, sería el hecho de que «la mayoría de las normas se están cayendo en los plenos».

«En eso han tenido una influencia trascendental los 37 votos de la derecha. Basta con que una fuerza se una a la derecha  para alcanzar el tercio de bloqueo», sostiene el constituyente.

En el pleno del pasado 4 de marzo, por ejemplo, cuando la Comisión de Medio Ambiente llevó al pleno 38 artículos y 2 disposiciones transitorias, después de una larga sesión que se extendió hasta las 23:30 horas, sólo fueron aprobados en general 6 de estas normas. Al día siguiente, cuando el pleno debía votar en particular, solo 2 alcanzaron los apoyos necesarios para pasar al borrador de Constitución.

El director ejecutivo de IES también se refiere al asunto del rechazo masivo de artículos en el pleno, que implica que en efecto no hay acuerdos previos e incluyentes de todos los convencionales incluso desde que se dan las discusiones en las comisiones.

«¿Por qué se produce esa dinámica del pleno que rechaza muchos artículos? Porque las comisiones no construyen acuerdos con vista a los dos tercios, sino que empujan agendas que luego van a ser rechazadas, que no tienen viabilidad política de modo transversal», explica Alvarado.

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