La gira del Presidente por Europa no dejó mucho de inversiones, pero sí una serie de guiños y cuñas que analizar. Entre ellas aquella en que manifestó querer derrocar el capitalismo sin dejar claro cuál es el camino alternativo al que adhiere y/o propone. Posteriormente, la vocera Camila Vallejo intentó aclarar los dichos del Mandatario indicando que Boric quería proponer un Estado de bienestar. Sin embargo, sabemos que el Estado de bienestar no es opuesto al capitalismo, sino que una variante de este, de manera que después de todas estas declaraciones quedan más dudas que certezas en torno a qué piensa realmente el Presidente de la República.
Lo lógico es que las alternativas al sistema capitalista que Boric tiene a la vista sean aquellas que proponen las famosas dos almas del gobierno. Es decir, por una parte, la alternativa económica propuesta por la fracasada Convención y -por otra- aquella promovida desde el Partido Comunista ¿cuáles son estas? Hagamos un poco de memoria.
En primer lugar, es un hecho que la Convención fracasó en el sentido de lograr que los chilenos aprobáramos su texto, sin embargo, no debemos olvidar que fue muy exitosa consolidando en un solo proyecto las ideas de las distintas izquierdas. En lo que a sistema económico se refiere el texto de la Convención (o proyecto político común a las izquierdas) contempla un derecho de propiedad muy débil, la imposición de amplias y nuevas limitaciones a la libertad para desarrollar actividades económicas, habilitar al Estado para participar de manera protagónica y con las reglas que se le antojen en los distintos mercados y un sistema tributario cuyo objetivo central es la reducción de las desigualdades (sic).
Cabe recordar que el Presidente se jugó parte importante de su capital político durante la campaña plebiscitaria del 2022 por esta propuesta, muchos lo calificaron como el verdadero jefe de campaña por el Apruebo y el ministro Jackson incluso afirmó que no era posible llevar adelante el plan de gobierno en caso de rechazarse la propuesta de la Convención. En efecto, existen antecedentes suficientes para concluir que esta es la alternativa al capitalismo a la que adhiere el Presidente Boric. Luego, no transparentarlo constituye o una falta de honestidad que se explica en el marco del contundente rechazo al proyecto planteado por la Convención el 4-S y el 7-M; o, una falta de consistencia real que debe ser llenada en el proyecto generacional que lidera el Mandatario. En este último caso la pregunta que queda abierta es cómo.
Por otra parte, esta la alternativa del Partido Comunista que considera la construcción de una economía centralmente planificada tal como consta en el proyecto de la Unidad Popular y que conforme a lo indicado por el propio Lautaro Carmona está inconcluso, pero no derrotado. A esta declaración de suman las resoluciones del último Congreso Nacional del partido de fecha 11 de diciembre de 2020 en que reiteran con absoluta claridad que la formación de sus militantes y cuadros políticos se debe continuar llevando adelante en el marco de las ideas marxistas-leninistas.
Así, la inconsistencia e indecisión del Mandatario podría ser perfectamente satisfecha por la densidad ideológica y decisión del Partido Comunista tal como ha sucedido en otros momentos de nuestra historia.
Si el Presidente aspira a lograr la continuidad del proyecto político que él ha liderado hasta el momento, sería bueno que nos dijera pronto a cuál se refiere. Deberá decidirse entre admitir su deshonestidad al declarar ignorar que su alternativa al capitalismo es aquella propuesta por la Convención o aceptar la inconsistencia de su proyecto político generacional allanándose al de quienes dentro del gobierno consideran el propio como inconcluso, pero no derrotado.