En los últimos dos meses, tres socios del gremio de la construcción fueron víctimas de atentados incendiarios, perdiendo maquinarias para el desarrollo de sus proyectos viales en distintas comunas de la región de La Araucanía.

“En marzo la Constructora Poo sufrió la pérdida total de cinco camiones, una camioneta, un cargador frontal y un container en las cercanías de Perquenco y en el mes de abril la Constructora El Bosque sufrió la pérdida de tres maquinarias: un cargador frontal y dos excavadoras, en Toltén, mientras que la Constructora Parenas sufrió el robo de una camioneta, cuando cuatro trabajadores se dirigían a la faena en Purén. Son situaciones que sin duda alguna impactan en el desarrollo de obras y proyectos de nuestras empresas socias”, relata Luis Felipe Braitwaite, Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Temuco.

La región de La Araucanía es la que tiene la red vial más larga del país, más que triplicando a la media nacional con sus más de 12 mil km2. Esta impresionante cifra contrasta mucho cuando se comienza a hablar en términos de calidad de la red, donde la región cuenta apenas con un 12,6% de caminos pavimentados, cifra muy inferior a la media nacional de 21,8%. A esto, se suman los indicadores que sitúan a La Araucanía con ingresos casi 30% inferiores al promedio del país, posicionándola como la más pobre de Chile.

Inseguridad atenta contra el rubro de la construcción

Es en este contexto, la situación de violencia sólo viene a empeorar el escenario, afectando de manera especialmente fuerte el desarrollo de aquellas comunas más alejadas de los grandes centros urbanos, que producto de la inseguridad que está afectando seriamente al rubro de la construcción, ven cómo obras de mejoramiento vial y de viviendas buscan hoy otros horizontes, bastante alejados de estos sectores de La Araucanía y la Macrozona Sur.

Semana a semana es posible ver en diferentes medios de comunicación la ocurrencia de atentados incendiarios a maquinarias, ataques con armas de fuego a trabajadores que se movilizan por diversas vías y amenazas por parte de encapuchados fuertemente armados a quienes se encuentran en diferentes faenas. Es justamente este tipo de situaciones, que no han podido ser controladas a pesar el estado de excepción,  las que han propiciado un ambiente de gran inseguridad para quienes llevan adelante diversas obras viales y de infraestructura en La Araucanía.

Y es que la ocurrencia de este tipo de hechos ya ha comenzado a significar un problema serio en la operativa de muchas empresas, que ven cómo en algunos sectores más complicados no están las condiciones de seguridad para participar de licitaciones, o simplemente los trabajadores y sus familias no están dispuestos a trasladarse a una obra por el riesgo que significa estar ahí, o bien, la posibilidad de sufrir un ataque mientras se trasladan hacia el lugar. Ni el propio hogar o las pertenencias personales de quienes se dedican al rubro están a salvo, más aun en el sector rural.

Ejemplo de esto fue el caso del empresario de Curacautín, Félix Molina, de 80 años, que en febrero de este año, en un hecho que quedó plasmado en el Indicador de Violencia e Impunidad de El Líbero, casi pierde la vida tras un violento ataque en su hogar emplazado en el sector Blanco Sur. En la oportunidad, un grupo de encapuchados llegaron a su casa, donde fue agredido junto a su familia e invitados, donde incluso se encontraban menores de edad.

Los atacantes procedieron a incendiar la casa con los moradores adentro, quienes salvaron milagrosamente tras lograr saltar desde el segundo piso. En la oportunidad, el acto fue reivindicado mediante una pancarta firmada por la orgánica radicalizada Resistencia Mapuche Pehuenche, señalando entre otros “fuera áridos, forestales y latifundistas del Wallmapu”. Y es justamente este uno de los blancos preferidos por quienes perpetran los atentados. Las plantas de extracción de áridos, sus instalaciones, trabajadores y maquinarias, afectando con esto directamente el avance de obras preferentemente en la construcción de caminos.

Al respecto, el presidente de la CCHC Araucanía reafirma que las empresas mayormente afectadas por la situación de violencia hoy son las que se dedican a obras de infraestructura pública en zonas rurales. “En específico las que más atentados incendiarios han sufrido últimamente han sido las obras viales, pero en general desde que recrudeció el conflicto en nuestra región son proyectos que se desarrollan en zonas rurales, específicamente en las zonas de conflicto”.

Braithwaite añade que el principal impacto que está teniendo la violencia en La Araucanía es que las comunas más empobrecidas y faltas de infraestructura se siguen postergando y quedando en total desmedro, sobre todo por su alto índice de ruralidad. “La Región de La Araucanía se empobrece, no podemos ejecutar las obras mandatadas, los seguros son insuficientes y acotados y con riesgo de que terminen, nuestro capital humano no quiere trabajar en zonas de conflicto”.

“Los habitantes de la macrozona están siendo cada vez más postergadas por la infraestructura y vivienda que no llega producto de la inseguridad. Un ejemplo concreto es en Capitán Pastene, localidad que está en zona de conflicto, que tiene un proyecto de viviendas aprobado, pero no se ha ejecutado en años por la falta de interés de las empresas constructoras de ejecutar las obras, falta de interés que obedece directamente al miedo de ir a construir sin ningún resguardo en medio de una zona de conflicto”, explica.

Comisión nacional para construir con seguridad

Ciertamente la situación de violencia está lejos de llegar a resolverse. Durante la presente semana, el gobernador regional de La Araucanía, Luciano Rivas, sostuvo una reunión en Temuco con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve y la ministra de Defensa, Maya Fernández, tras la cual señaló que el Gobierno se estaría abriendo a efectuar cambios al actual estado de excepción constitucional que se mantiene en la Macrozona Sur, buscando vías para el mejoramiento de la seguridad y el control de la violencia.

En este sentido, desde la Cámara Chilena de la Construcción en La Araucanía, también manifiestan  mantener una constante comunicación con diversas autoridades de gobierno para abordar la materia, especialmente con el delegado presidencial y los seremis del Ministerio de Obras Públicas y la cartera de Vivienda.

“A nivel gremial, estamos trabajando en la conformación de una comisión nacional para construir con seguridad, en donde participaríamos las regiones de la Macrozona Sur que están viviendo esta situación de crisis de seguridad y desde donde esperamos desarrollar medidas que vayan en directo apoyo de nuestras empresas socias y de los territorios que se ven afectados”, afirma Braithwaite.

Por mientras, la incertidumbre sigue para los miles de trabajadores de la construcción, sus empresas en La Araucanía y la Macrozona Sur, quienes mientras avanzan por mejorar los caminos, la conectividad y las viviendas para los chilenos de esta parte del país, deben mantenerse en constante alerta, con un ojo en la pala y el otro en la espalda.

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