Hasta este miércoles organizaciones sociales que se oponen a la instalación del proyecto minero Dominga podían presentar recursos de casación. Y no fue hasta el final del día que acudieron a la Corte Suprema para buscar frenar la iniciativa de la empresa Andes Iron.
En el documento, firmado por el abogado Diego Lillo representante de la ONG Fima, se establece que la decisión del Primer Tribunal Ambiental, con sede en Antofagasta, se tomó “con infracción manifiesta de las normas sobre apreciación de la prueba, conforme a las reglas de la sana crítica y en contra de otra sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada”.
Con esto se busca revertir el fallo del 16 de abril del Primer Tribunal Ambiental, que ordenaba a la comisión de evaluación (Coeva) realizar una nueva votación. Esto, luego de que en 2017 se rechazara la iniciativa con el voto dirimente del Intendente de Coquimbo, decisión que fue respaldad por el comité de ministros de la expresidenta Michelle Bachelet, liderados por Marcelo Mena, ministro del Medio Ambiente durante ese período. El recurso en la Suprema busca entonces «demostrar que el Comité de Ministros no cometió ilegalidad al rechazar al proyecto».
Tanto la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo como el Comité de Ministros en su momento consideraron que el proyecto «presentaba una deficiente línea de base del medio marino, subestimaba su área de influencia y no caracterizaba las rutas de navegación», de acuerdo con el recurso presentado por la ONG.
Por su parte, tras el fallo de abril del Tribunal Ambiental, la empresa Andes Iron, relacionada con la familia Délano y ligada al Grupo Penta, valoró la decisión del tribunal y en conversación con El Líbero, el gerente de asuntos corporativos de la compañía, Francisco Villalón, ase
El proyecto lleva en tramitación más de ocho años, siendo presentado a tramitación medioambiental en 2013 y consideraba una inversión de US$2.500 millones. Busca instalarse en la comuna de La Higuera en la Región de Coquimbo. Dominga es considerada un proyecto minero portuario que extraerá y exportará minerales de hierro y cobre.
-Luego del fallo del Primer Tribunal Ambiental que acogió de forma unánime la reclamación en favor del proyecto minero Dominga, ¿qué sigue ahora?
-Nuestro proyecto tiene por delante cumplir con los requerimientos establecidos por el Tribunal y someternos a la evaluación de la comisión regional. Dado el trabajo consistente que hemos realizado y las recientes ratificaciones, de no mediar otros recursos judiciales, esperamos obtener una Resolución de Calificación Ambiental favorable, en consideración de los argumentos técnicos del proceso y los antecedentes aportados por el tribunal.
Lo anterior nos mueve a adelantar nuestras líneas para prepararnos oportunamente para la materialización de este proyecto, en tanto las autoridades así lo permitan.
-Desde que ingresaron el proyecto a la Comisión de Evaluación Ambiental han pasado alrededor de ocho años… ¿pensaron en retirarse?
-Jamás, porque estamos muy convencidos de la calidad del proyecto y su total compatibilidad con el cuidado del patrimonio ambiental de la zona, que para nosotros es prioridad. Es oportuno resaltar que cada vez que el proyecto Dominga se ha sometido a instancias de evaluación técnica, ha recibido pronunciamientos favorables, tal como se establece, primero, en el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) del 2017 –que recomendó a la Comisión Regional aprobar el proyecto Dominga– y ahora en esta sentencia dictada unánimemente por el primer Tribunal Ambiental de Antofagasta.
Lo cierto es que en todo este tiempo hemos mantenido un trabajo serio, respaldado técnicamente y por una ciudadanía activa. Finalmente, este esfuerzo fue respaldado por la sentencia del Tribunal Ambiental, que estableció que los antecedentes aportados por el titular del proyecto son suficientes y completos, y que Dominga cabalmente cumple con las normas ambientales vigentes que regulan la evaluación jurídica y técnica.
-En el caso de que se logre avanzar con la construcción, ¿qué medidas de mitigación ha solicitado el Tribunal o han considerado implementar, respecto a la protección del medio ambiente de la zona?
-El fallo del Tribunal Ambiental destacó de manera especial varias medidas voluntarias propuestas. Dominga es un proyecto moderno, diseñado bajo los más exigentes estándares mundiales en materia tecnológica y de sustentabilidad con su entorno. Dentro de las medidas voluntarias, el tribunal destacó la creación del Centro Científico, destinado a aportar conocimiento para proteger y resguardar el medio ambiente de la zona. El tribunal respalda esta iniciativa e incluso nos recomienda ampliarla a otras áreas de estudio, lo cual, por cierto, vamos a acoger.
Y de nuestros compromisos podemos destacar otras medidas, como que al menos un 30% de la energía que necesitará el proyecto provendrá de fuentes renovables, ojalá producidas en la misma comuna o en la región. También, que el agua que se va a utilizar en los procesos productivos de Dominga, provendrá en un 100% del mar, ya que instalaremos una planta desaladora. Además, donaremos agua para el consumo humano en una de las zonas más afectadas por la sequía, tal como fue solicitado por las comunidades.
Dominga cabalmente cumple con las normas ambientales vigentes que regulan la evaluación jurídica y técnica».
-Algunos estudios establecen que la minera causará efectos al medio marino y en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. ¿Cómo aborda estas indicaciones la empresa?
-Algunas organizaciones han intentado instalar la idea de que el proyecto está en la Reserva del Pingüino de Humboldt, lo que es completamente falso. El proyecto minero está a un costado de la carretera Ruta 5 Norte en el km 542, y el puerto de Dominga, a 30 kilómetros de distancia. Estos grupos minoritarios han señalado que la actividad naviera que generará el puerto destruirá la reserva, lo que resulta bastante paradojal y derechamente atenta contra el sentido común. Actualmente, frente a las costas de la Región de Coquimbo, se desplaza todo el tráfico naviero hacia los principales puertos de la zona central y sur del país, con una frecuencia aproximada de 2.000 barcos al año que transitan a 5 km de las reservas. Al puerto de Dominga, en tanto, irá sólo un buque a la semana para embarcar el mineral, a una distancia seis veces mayor. Entonces, plantear un apocalipsis ambiental por un incremento de 2% del tráfico naviero y generado con una serie de medidas de seguridad a una distancia de 30 kilómetros, sin duda, es algo absolutamente desmedido y desproporcionado.
Nosotros estamos absolutamente comprometidos con el cuidado del patrimonio natural de la zona. Para lograr este propósito, el único camino es contar con mayor conocimiento científico, para lo cual hoy no existen recursos suficientes. Las opiniones que se dan son especulativas y pobres en antecedentes científicos relevantes. Por ello, creemos que el Centro Científico que hemos planteado financiar, y al cual hemos invitado a toda la comunidad científica, es una opción real y concreta para cuidar y preservar el patrimonio ambiental y social.
-En 2013 la inversión estipulaba US$2.500 millones. ¿Siguen manteniendo ese presupuesto?
-Sí. Y de ese total, a la fecha, los accionistas de Andes Iron han invertido más de 265.000 millones de pesos en el proyecto Dominga, destinando importantes recursos para contar con estudios científicos, técnicos y ambientales de primer nivel que aseguren la materialización de un proyecto sustentable, con la más moderna tecnología.
Plantear un apocalipsis ambiental por un incremento de 2% del tráfico naviero es algo absolutamente desmedido y desproporcionado».
-La negativa de algunas ONG a implementar el proyecto hacen parecer que hay constantes roces entre la empresa y la comunidad. ¿Tienen pensado avanzar en mejorar esa relación?
-Nosotros tenemos una relación cercana y colaborativa con la comunidad, particularmente con la gente de La Higuera. Así lo demuestra el importante respaldo que este proyecto tiene a nivel comunal y regional, lo cual quizá fuera de la zona es difícil de entender. Este es un territorio minero, es parte de su cultura, y las comunidades conocen el positivo impacto que genera la minería en su calidad de vida, por lo cual Dominga es sinónimo de esperanza. Por supuesto que la comunidad rechaza que se construyan proyectos que destruyan el medio ambiente, eso es inaceptable para cualquier chileno. Pero conocen que con Dominga no se corren esos riesgos, porque viven acá y saben que este proyecto no está arriba de una reserva, que va generar un tráfico naviero ínfimo y que se ha diseñado en base a la mayor tecnología, tomando todos los resguardos posibles. La comunidad no cree en los eslóganes, porque conocen el proyecto y su territorio.
Es efectivo que hay algunos grupos minoritarios en la comuna que han mantenido una oposición al proyecto, y siempre hemos respetado su postura manteniendo todos los canales de diálogo abiertos. Ahora, las entidades que han liderado el proceso de judicialización contra Dominga en su mayoría no son de la comuna ni de la región; son principalmente organizaciones que tienen una agenda que no comparte el actual modelo de desarrollo y no están de acuerdo con la minería en general.