La marcha nacional que está organizando la agrupación “No + AFP” para el próximo 26 de marzo, es vista por muchos como la plataforma para que el líder de la iniciativa, Luis Mesina, anuncie su precandidatura presidencial, como parte del Frente Amplio (FA).

En las últimas semanas, Mesina ha estado recorriendo distintas regiones del país y ha dicho en reiteradas ocasiones que espera que la de ese domingo 26 sea “la marcha familiar más grande de la historia” del país. Y es que una exitosa convocatoria lo dejaría bien encumbrado para una eventual primaria del FA, donde podría enfrentar a figuras con menos vitrina, como Sebastián Depolo, Claudia Sanhueza y Carlos Ruiz, representantes de Revolución Democrática y la Izquierda Autónoma.

Aunque el primer round de Mesina en su carrera a La Moneda podría darse hoy en el seminario “Para salir del Capitalismo extremo chileno ¿qué programa necesitamos?”, que es organizado, entre otros, por el Movimiento del Socialismo Allendista. En él, el profesor y dirigente sindical que lleva más de cuatro décadas predicando un frontal discurso en contra del sistema capitalista, la propiedad privada, los bancos, las isapres y las AFP, se encontrará con Alberto Mayol, autor del libro “El derrumbe del modelo”. El sociólogo, que sinceró hace algunas semanas su disposición de ser candidato en primarias del FA, es visto como uno de los contrincantes más fuertes de Mesina, debido a su alta figuración pública como panelista de distintos programas de televisión.

Candidato desde la negación

Pero el libreto del líder del movimiento “No + AFP” ha sido el de la mesura, sin dar luces de sus intenciones de ser candidato.

El 10 de enero pasado, cuando recién comenzó a surgir su nombre como eventual aspirante a La Moneda, Mesina salió a disipar rumores: “Esto nunca ha estado dentro de mis intereses”, señaló en CNN. “Se agradece, sin embargo es una petición que escapa y trasciende a lo que yo como ser humano, trabajador y dirigente de este gran movimiento puedo responder (…) Está muy alejado de lo que yo como ciudadano y como persona quiero”, agregó. Eso sí, señaló que “el movimiento tiene que decidir” si se postulará a un candidato propio.

Sin embargo, el modus operandi de Mesina no es nuevo. En el pasado reciente, líderes de movimientos sociales han hecho exactamente lo mismo, negando tener la aspiración de ser candidatos en una elección popular, pero dejando la puerta abierta para el futuro.

Por ejemplo, en enero de 2012, pocos días después de dejar la presidencia de la FECH, Camila Vallejo descartó que sería candidata del Partido Comunista en alguna elección. En la tradicional fiesta de los abrazos que organiza el PC, dijo que “la verdad es que ahora estamos dedicados al movimiento estudiantil, lo de la candidatura es un tema aparte que se va a discutir quizás en cierto momento, pero por ahora estamos asumiendo estas responsabilidades, yo particularmente en la Universidad de Chile». Sólo dos meses después, cambió su postura. A principios de marzo, en la conmemoración del séptimo aniversario de la muerte de Gladys Marín, Vallejo sostuvo que lo de una eventual candidatura «es algo que se está evaluando al interior del partido, pero no lo descarto». Finalmente, Vallejo terminó siendo candidata a diputada en el distrito de La Florida, obteniendo una alta votación.

También está el ejemplo de Giorgio Jackson. En noviembre de 2011, cuando aún era presidente de la FEUC, fue consultado por una eventual candidatura. «Hasta ahora no hay nada conversado, lo único que espero es terminar mi carrera y después ver», fue su respuesta. En 2013 terminaría siendo candidato a diputado por Santiago, ganando uno de los dos escaños del distrito.

Otros casos emblemáticos de líderes de movimientos sociales que han usado la vitrina de las marchas para levantar candidaturas en elecciones populares son los de Gabriel Boric e Iván Fuentes, aunque ambos tempranamente reconocieron tener intenciones de llegar al Congreso.

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