Un sangriento hecho de violencia marcó la jornada del sábado 25 de febrero en La Araucanía. Tres personas fueron asesinadas y otras tres quedaron con lesiones de gravedad en la comuna de Teodoro Schmidt; pero según los relatos que se han podido rescatar, la tragedia pudo haber sido mayor de no ser por la acción de un funcionario de Carabineros que se encontraba fuera de servicio y quien también resultó herido.
Desde tempranas horas de ese día había revuelo en el sector de Los Troncos, en la localidad de Hualpín. Y es que dos comuneros del lugar –padre e hijo originarios de Concepción y de apellido Pilquinao–, quienes al parecer arrendaban anteriormente un terreno con fines agrícolas, no estaban dispuestos a afrontar el hecho de que ya no podían hacer uso del predio.
A esto se suma el amedrentamiento denunciado por una mujer quien originalmente era la dueña del campo. Hecho confirmado por el subprefecto Roberto Barrientos, jefe de la Brigada de Homicidios (BH) de Temuco de la Policía de Investigaciones (PDI) quien señaló que “existían problemas entre propietarios de estos predios, y hay un par de denuncias previas por amenazas”. El mismo oficial fue quien confirmó el sábado que había “tres personas fallecidas por impacto balístico y tres personas heridas, producto de una riña por un predio agrícola”.
La amenaza cumplida en Teodoro Schmidt
Debido a las amenazas que pesaban sobre la mujer, ella optó por vender las cuatro hectáreas a una nueva familia y el grupo ya comenzaba a realizar trabajos en su derecho como actuales propietarios.
Así, a tempranas horas de la madrugada del sábado, padre e hijo esperaban armados sobre su camioneta a que llegaran los nuevos dueños, con el fin de intimidar e impedir que pudieran avanzar en sus labores agrícolas. Según los antecedentes que se manejan, incluso, habrían tenido que ser alejados mediante el uso de la fuerza pública.
Avanzó el día. Eran ya cerca de las 12:30 del mediodía en este lugar de tránsito hacia la playa Porma, donde los lomajes campestres se extienden entre el río Toltén y el Océano Pacífico. El dueño legal del predio se encontraba arreglando los postes y el alambrado del lugar junto a su sobrino, un cabo primero de Carabineros de dotación de la región Metropolitana que se encontraba haciendo uso de licencia médica, colaborando mientras estaba fuera de servicio con el avance del proyecto familiar.
Además, se supo que el grupo se encontraba absolutamente desarmado y sin mayor preparación, pese a las amenazas recibidas más temprano.
En ese empeño estaban, cuando lograron ver cómo nuevamente aparecían quienes ya en horas de la mañana habían tenido que ser sacados del predio.
Padre e hijo bajaron de la camioneta, que esta vez habría llegado por otro acceso, para increpar directamente al dueño del campo con arma de fuego en mano, una pistola y una escopeta según los antecedentes que se manejan, cuando en circunstancias que se investigan, uno de ellos aprieta el gatillo y le dispara de manera directa al propietario, provocando su muerte de manera casi instantánea.
La acción del carabinero
En medio del ataque y mientras todavía zumbaban las balas –20 cartuchos balísticos habrían sido encontrados al interior del terreno– el funcionario de carabineros que no estaba en servicio debió exigir sus capacidades al máximo para lograr aplacar una situación de violencia, logrando salvar vidas en un acto donde no dudó en poner en riesgo su propia integridad.
El sobrino del dueño y efectivo de Carabineros se abalanzó sobre los agresores, quienes seguían profiriendo tiros a diestra y siniestra, logrando reducir a uno de ellos en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo y quitarle el arma, la cual rápidamente utilizó para reducir a los agresores, quienes tras este violento episodio perdieron también la vida.
Tras el fatal hecho, los afectados –todos de la familia propietaria del campo– fueron trasladados a los hospitales de Temuco y Pitrufquén fuera de riesgo vital, aunque uno de ellos quedó con posibilidades de perder una mano producto de las heridas.
El policía, en principio, quedó en calidad de imputado, pero está condición rápidamente se descartó. El fiscal regional (s) Alberto Chifelle, informó que “se decidió dejar en libertad y apercibido conforme al artículo 26 a la persona detenida, porque, en principio, todo da cuenta de una legítima defensa”. Esto, agregó el persecutor, “sin perjuicio de que la causa va a seguir siendo indagada para determinar a ciencia cierta cómo ocurrieron los hechos”.
Las únicas dos armas que quedaron en el lugar eran las dos que llevaban los atacantes: la pistola y la escopeta.
Para quienes pudieron conocer de primera mano lo ocurrido, la tragedia, a pesar de su gravedad, logró ser controlada y no involucrar más muertes gracias a la pericia de este carabinero. El oficial fue dejado en libertad el domingo, bajo citación a declarar ante el tribunal correspondiente.
Además de las indagatorias para esclarecer completamente los hechos, queda pendiente un punto sobre el que llamaron la atención los diputados de la zona: apurar la discusión de la ley que endurece las penas a las usurpaciones. El Ejecutivo se comprometió a presentar las indicaciones correspondientes el pasado 9 de enero; y eso aún no ha ocurrido.