El economista Hassan Akram está vinculado al Frente Amplio al menos desde el año 2017, cuando formó parte del equipo de profesionales encargados de diseñar los lineamientos programáticos de la campaña de Beatriz Sánchez. Ahora su nombre suena por razones distintas, pero también relacionadas con los frenteamplistas: se ha convertido en una de las principales voces defensoras del proyecto que propone el retiro de parte de los fondos previsionales, durante la vigencia del estado de catástrofe.

Akram se estableció en Chile en el año 2014, de acuerdo con una entrevista publicada ayer por La Tercera, pero un tiempo antes vivió en Venezuela y fue “profesor visitante” en la Escuela Venezolana de Planificación. Según él mismo afirma en su cuenta de Linkedin estuvo: “enseñando cursos sobre ‘Capitalismo y Política’ a líderes comunitarios revolucionarios, dentro de un programa del Ministerio de Planificación y Desarrollo en Venezuela bajo el gobierno de Hugo Chávez”. Esto ocurrió entre los años 2007 y 2008. 

Eran los tiempos en que Venezuela experimentaba la bonanza más larga en un siglo de explotación petrolera. Solo entre 2004 y 2015, el país recibió unos 750.000 millones de dólares. Para 2008 el precio del barril de petróleo promedió US$88 y durante un tiempo incluso se mantuvo por encima de los US$100. 

Fue en ese contexto que Akram vivió en Venezuela. En algunas entrevistas y foros, además de recordar su pasado como docente en esa fundación dependiente del Ejecutivo venezolano lo presentan como “asesor” del Gobierno de Hugo Chávez.

Durante su estancia por el país petrolero el cargo de Ministro de Planificación y Finanzas tuvo dos titulares Haiman El Troudi y Jorge Giordani. El Troudi está relacionado con una investigación que llevó a cabo la Fiscalía General de la Confederación Suiza que congeló más de 40 millones de dólares en las cuentas de su esposa, María Eugenia Batista, y su suegra Elita del Valle Zacarías, y se demostró que poseían tres inmobiliarias en Francia y un edificio en París, cotizado en 16 millones de euros. Además se le relaciona con las empresas de fachada de Odebrecht. Sin embargo, en Venezuela el caso nunca se investigó.

Giordani, quien más tiempo ocupó esa Secretaría de Estado, era el hombre responsable de transformar la economía venezolana, e implementar el llamado socialismo del siglo XXI. También se le responsabiliza de ser el autor intelectual del control cambiario de divisas, uno de los factores del desbarajuste económico que hoy existe en Venezuela; y de la nacionalización y expropiación de diversas empresas.  

Venezuela actualmente sufre las consecuencias de las políticas económicas implementadas desde entonces. Las cifras de la Asamblea Nacional -únicos datos oficiales ya que el Banco Central no publica indicadores regularmente- señalan que al comienzo del coronavirus en Venezuela, en el mes de abril, la inflación interanual era de 4.210% y la acumulada en los primeros cuatro meses de 2020 fue de 341%. Es decir, que la nación está lejos de salir de la hiperinflación en la que entró oficialmente en noviembre de 2017. Además, Venezuela comenzó 2020 con sus reservas internacionales al mínimo. Al 2 de enero eran US$6.630 millones, su nivel más bajo desde julio de 1989, al tiempo que la producción petrolera del país va a la baja. 

No obstante, en 2013, cuando Chávez acababa de morir y Nicolás Maduro recién asumía la Presidencia de Venezuela, Akram publicó una columna de opinión con la investigadora en Ciencias Sociales Ewa Sapiezynska. Allí respondían a las críticas ante «el desmoronamiento de la economía y el sistema político de Venezuela» y anticiparon -fallidamente-: “contrariamente al mito difundido por los medios y muchos analistas, especialmente aquellos cercanos al gobierno de Estados Unidos, Venezuela no se acerca al colapso económico”. Su argumento era que las ganancias por la exportación petrolera estaban “cómodamente” por encima del gasto en importaciones, “por lo que Venezuela no enfrenta nada parecido a una crisis de deuda”.

Ese último pronóstico también falló. En agosto de 2019, la Asamblea Nacional de Venezuela calculó en más de US$160.000 millones la deuda de ese país. «La deuda venezolana se estima, entre los más conservadores, en un mínimo de 130 mil millones de dólares, y entre los menos conservadores en un máximo de 198 mil millones de dólares (…) esto da un promedio de 160 mil millones de dólares», dijo el diputado Luis Stefanelli durante un debate. En el hemiciclo también se aseguró que Venezuela comenzó a entrar en recesión de pagos (default) en octubre de 2017.

«En menos de 20 años, durante la bonanza petrolera más grande, más alta y más larga de toda la historia republicana de Venezuela (…) Venezuela se endeudó como nunca, pasando una deuda pública en 1998 de tan solo 27.000 millones de dólares a 175 mil millones de dólares (en la actualidad)», subrayó el diputado Alfonso Marquina. 

En la columna del economista del FA, publicada en Al Jazeera, destacaban que las reservas internacionales eran de US$22.000 millones, muy lejos de los US$6.000 millones reportados a comienzos de año.

Fracaso del chavismo «por un exceso de moderación» de las política económicas

Quienes se han cruzado en debates con Akram explican que se trata de un economista “ideologizado” y, por tanto, es de la idea de que el problema de Venezuela es que “nunca ha habido verdadero socialismo”. Esto se hizo patente en un video que grabó para El Desconcierto en junio de 2017. 

Durante el video, Akram, director de la sede chilena de la universidad norteamericana Wake Forest y doctorado en la Universidad de Cambridge aseguró que el debate sobre Venezuela ha sido muy poco racional. “En Venezuela hay evidentemente errores importantes en el diseño del modelo económico, esos errores no desconocen la legitimidad democrática del gobierno”, dijo en referencia al mandato de Nicolás Maduro, y termina el video argumentando: “El fracaso en Venezuela no es un fracaso del socialismo, es un fracaso de políticas públicas específicas que no se están cambiando”. 

YouTube video

En enero de 2019, Akram publicó una serie de columnas que tituló «¿Por qué fracasan los chavistas?». En la primera respondió que el problema radica “en la falta de osadía de las políticas económicas”, lo que llamó “un exceso de moderación y pragmatismo”.

Aseguró que “el veto a ciertas políticas económicas, vistas como excesivamente radicales por los pragmáticos empresariales, (el precio para mantener el pacto de gobernabilidad chavista) terminó socavando el proyecto de transformación bolivariano y generando la crisis”. En el texto admite que “la corrupción en Venezuela llegó a niveles estratosféricos”.

En el segundo texto recuerda la política de control cambiario y sus consecuencias. Afirma que el gobierno “entregó dólares baratos a las empresas de la boliburguesía (burguesía bolivariana vinculada a altos oficiales de las Fuerzas Armadas) que los sacaron del país (la famosa fuga de capitales)… En Venezuela se creó una enorme red clientelar asignando dólares baratos con criterios de amiguismo político”, y concluye que en esa nación no hubo un Estado planificador de la economía porque se optó por mantener la estabilidad política a través de la generación de redes clientelares con el centro político y empresarios pragmáticos. 

De vuelta a Chile

Akram se hizo parte del comando de campaña de Beatriz Sánchez invitado por la economista Claudia Sanhueza. Entonces formaba parte de la terna que en conjunto con Claudio Sepúlveda y Ramón López debían llevar a cabo el “Modelo de Desarrollo”. Según su perfil de Linkedin, ahora es profesor adjunto de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y ha sido profesor invitado o visitante en las universidades Alberto Hurtado, Diego Portales, Adolfo Ibañez y en la Usach.

Indica La Tercera que también ha participado en la comisión económica del Frente Amplio y asesora directamente a la bancada de diputados de Convergencia Social, en particular a Gael Yeomans y Gabriel Boric.

Akram fue uno de los expositores el pasado 8 de julio en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, en donde se debatió el retiro de los fondos previsionales. Allí aseguró, con respecto al crédito solidario propuesto por el Gobierno, que la medida “aumentaría en un 75% el endeudamiento familiar y un 23% la carga anual de la deuda”, reconoció que el retiro de fondos “merma las pensiones a futuro” y por tanto propuso la creación de un Fondo Colectivo de Pensiones que, dijo, debe ser administrado por una institución pública autónoma. Este fondo no fue aprobado en la votación hecha por la sala de la Cámara el 15 de julio, pero el lunes en la Comisión de Constitución del Senado, se repuso esta idea, que será votada nuevamente hoy en la Cámara Alta. 

Sobre este fondo Sanhueza y Akram firman juntos un texto en Ciper en donde analizan que este fondo es incluso más importante que el retiro del 10%. “Es importante entender que la reforma constitucional que permite el retiro del 10% no especifica el monto del Fondo Colectivo, porque no crea el fondo directamente, sino que obliga al Presidente a mandar una ley para crearlo. Esto es así porque, en una reforma constitucional, el diseño final de la política pública es de iniciativa exclusiva del Ejecutivo”. Agregan que este fondo es importante porque “corrige las evidentes falencias del proyecto de retiro en términos de regresividad”.

Además, para Akram el plan para la clase media desarrollado por el Gobierno falla en la baja cobertura, la excesiva focalización y la regresividad. “El proyecto del retiro del 10% de las AFP sigue siendo necesario, no porque es una buena política pública sino porque, a pesar del sufrimiento de la gente en esta crisis, Piñera se niega a ofrecernos nada mejor”, escribió.

Explicando las razones por las que ocurrieron las protestas en Chile a partir de octubre pasado a un diario español, Akram ya avizoraba que si las manifestaciones se alargaban esto podría dar paso a cambios “más drásticos”. “Si se llegara al mes, incluso piensa que se podría plantear un cambio en la Constitución de 1980, creada en dictadura, a través de una Asamblea Constituyente”. En esa oportunidad, su pronóstico hecho el 25 de octubre de 2019, sí se cumplió, cuando el 15 de noviembre las fuerzas políticas del país aprobaron la realización de un plebiscito constitucional.