«Ahora, en mi rol de ciudadano, por cierto que voy a emprender todas las acciones que sean necesarias para develar aquellas mentiras, injurias y calumnias y que se revelen como tales», dijo este viernes el ex ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, minutos después de renunciar a su cargo tras la crisis generada por el Caso Convenios que involucra a varias personas que militaron en su partido, Revolución Democrática (RD).
Parte de esas declaraciones, aseguran en el mundo político y el propio gobierno, tendrán como foco al senador del PS, Fidel Espinoza, quien ha volcado su agenda en las últimas semanas a perseguir las denuncias y casos donde pueda haber traspasos irregulares de fondo desde el Ejecutivo a fundaciones.
Y también se ha convertido en uno de los principales críticos de la plana mayor de RD, empezando por el propio Jackson. “Eres el líder de la banda y te lo digo sin tapujos”, lo emplazó el senador hace algunas semanas tras el bullado robo de computadores en el Ministerio de Desarrollo Social.
En el gobierno miran con preocupación la actitud crítica de Espinoza y el resto de los senadores PS, quienes han cuestionado duramente el manejo de La Moneda en el Caso Convenios.
El Ejecutivo ha intentado intervenir para calmar los ánimos, tarea que ha recaído en el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde.
Esta semana, en tanto, desde la bancada de diputados se intentó realizar una cena de camaradería, para «limar asperezas» e intentar contener las críticas de los senadores. De hecho, al encuentro se invitó también a los ministros socialistas, sin embargo, los senadores no asistieron, haciendo fracasar el intento.
La estrategia judicial para perseguir a la plana mayor de RD
La preocupación del gobierno en torno a Espinoza, en todo caso, está lejos de radicar solo en sus dichos. En La Moneda están siguiendo de cerca el hecho de que el parlamentario sea querellante en algunas causas del Caso Convenios.
En julio el senador presentó una querella penal en el Juzgado de Garantía de Antofagasta, a través de la oficina judicial virtual, para que «se investigue a fondo».
“Tenemos la plena claridad de que hacernos parte de la querella va a ser una contribución en el Caso Fundaciones y por eso junto al abogado Sergio Coronado, hemos presentado una querella penal, con el objeto de poder entregar a la justicia todos los antecedentes que nos están llegando de diferentes regiones del país», señaló el parlamentario en esa ocasión.
¿Lo que preocupa al gobierno? El parlamentario ha puesto en el centro de sus críticas al corazón de RD y tanto en su entorno como en el partido ha hecho saber que uno de sus propósitos es demostrar que este es un modus operandi conocido por la cúpula de Revolución Democrática, pasando por Jackson, la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, y el jefe del segundo piso, Miguel Crispi.
Para esto la estrategia judicial que el senador ha conversado con sus cercanos, es poder solicitar como querellante del caso, medidas intrusivas, es decir que le permitan tener acceso a los mails o documentos que puedan haber compartido Martínez, Crispi y Jackson, y que a su juicio, podrían dar cuenta de que esta era una fórmula que el partido manejaba.
«Javiera Martinez directora Dipres y @MiguelCrispiS jefe del 2do piso, deben seguir el ejemplo del ‘líder’ y dar un paso al costado x el bien del Gbo. Ellos fueron parte del ‘mecanismo’. No esperen q la PDI llegue a La Moneda y dañe la imagen de Pdte. Pediremos diligencias», advirtió en su cuenta de Twitter Espinoza, minutos después de la renuncia de Jackson.
Un sheriff del Caso Convenios
En el Ejecutivo están conscientes del problema que puede generar que se conozcan mails o conversaciones en el marco de las diligencias del Ministerio Público. Incluso, explican en La Moneda, cuando no representen un delito, ya que de igual modo podrían sembrar la duda sobre autoridades de gobierno.
«Estás pasando un límite», le habrían hecho ver al senador desde el gobierno, lo que se ha sumado a presiones tanto internas como externas para que el parlamentario sea sancionado.
En el partido explican, sin embargo, que el senador está decidido a hacer parte principal de su agenda la persecución de estas irregularidades, y que mientras el caso se mantenga vivo su intención es mantenerse como «un sheriff» de la corrupción.
«Me pueden querer sancionar y ello en democracia es un derecho. Pero lo q no lograrán es callarme. El caso fundaciones y el robo descarado de dineros destinados a los más vulnerables es un acto condenable. Si perseguir ello es motivo de echarme, háganlo. El tiempo me dará la razón», escribió en su cuenta de Twitter el 21 de julio, en medio de la arremetida de algunos sectores del partido para llevarlo al Tribunal Supremo.
Las dos almas del PS
La arremetida de Espinoza, y en general de los senadores socialistas, ha desnudado el clima complejo que se vive en el PS, reviviendo el choque de miradas que existen respecto a la relación que debe tener el partido con el gobierno y especialmente con el FA.
Por un lado, explican en el Socialismo Democrático, está la postura más crítica que representan los senadores, y que apuntaría a mantener una diferenciación con el FA.
Por otro lado, estarían aquellos sectores que miran con interés la posibilidad de un acercamiento con los partidos del FA, especialmente con Convergencia Social, colectividad del Presidente Gabriel Boric.
Tras la decisión del PS de competir en una lista con Apruebo Dignidad, comentan en el partido, los sectores más afines a conservar la línea histórica del PS, creen que el liderazgo de Espinoza puede ocupar un lugar para esa postura.