El 25 de octubre de 2019 se realizó la mayor marcha que se tenga registro en Chile. Más de un millón de personas salieron a las calles en Santiago y unas 3 millones a nivel nacional, según lo dijo el mismo gobierno. Fue la cara pacífica del violento estallido del 18-O, que se produjo días antes. “Chile Cambió” era una de las consignas. Todo esto, en la previa del proceso constitucional.

Precisamente en ese contexto, estas dos fechas tuvieron sus “réplicas”. Fue un 25 de octubre, pero de 2020 cuando la ciudadanía acudió a las urnas para aprobar o rechazar que se redactara una nueva Constitución. 78,27% logró el Apruebo mientras que el Rechazo solo 21,73%.

Otro simbolismo: el 18 de octubre de 2021 -dos años exactos del estallido- fue el día en que la Convención decretó que comenzaba el debate constitucional. Según palabras de la entonces presidenta de la mesa, Elisa Loncón, la fecha no fue tan casualidad. “Es un hito que queremos lograr. Lo tenemos agendado y vamos a hacer los esfuerzos para empezar este 18 de octubre”, dijo entonces.

Y ahora, si se saca la cuenta mirando el cronograma de la Convención y la reforma constitucional que le dio vida, el plebiscito de salida, ese que tiene voto obligatorio y que se convoca para que los chilenos digan si aprueban o no el proyecto de nueva Carta Magna redactado por los convencionales, tiene unas altísimas posibilidades de llevarse a cabo el próximo 11 de septiembre, un día con importante carga histórica. 

Cuando se conmemoren 49 años del golpe militar, es posible que se decida, según lo ha planteado un sector de la izquierda, “entre la Constitución de Pinochet” o “una Constitución en democracia, paritaria, plurinacional”. Un discurso que podrá cobrar mayor fuerza si se vota en esa fecha.

El cálculo no es antojadizo.

Ya la Convención elaboró y aprobó su cronograma considerando los 12 meses desde su instalación. En ese escenario, el próximo 5 de julio termina el plazo de funcionamiento de la Convención Constitucional. Con los tiempos ajustados que dicen todos los convencionales tener, lo más probable que sea ese día, o el 4 de julio, cuando entreguen al Presidente de la República la propuesta de Constitución Política.

Así lo estipula el Capítulo XV de la Carta Magna, en su artículo 142: “Comunicada al Presidente de la República la propuesta de texto constitucional aprobada por la Convención, éste deberá convocar dentro de los tres días siguientes a dicha comunicación, mediante decreto supremo exento, a un plebiscito nacional constitucional para que la ciudadanía apruebe o rechace la propuesta”. Es decir, si el Mandatario -que en esa ocasión será Gabriel Boric- tendrá hasta el 8 de julio para convocar al referéndum. 

Y luego, el mismo capítulo indica: “Este plebiscito deberá celebrarse sesenta días después de la publicación en el Diario Oficial del decreto supremo a que hace referencia el inciso primero, si ese día fuese domingo, o el domingo inmediatamente siguiente”.

Así, siguiendo esta lógica, los 60 días se cumplen el 6 de septiembre y el domingo que le sigue, precisamente, es el 11 de septiembre de 2022.

Dos tercios de los convencionales sienten que están ahí para responder a un evento, la revuelta de octubre de 2019, que es un parteaguas histórico tan hondo como para Jaime Guzmán fue el golpe de 1973″, escribió Eugenio Tironi en su columna en El Mercurio.

Un hito que no ha estado fuera de los análisis acerca de la Convención. Así lo planteó Eugenio Tironi en su columna del martes en El Mercurio. “Dos tercios de los convencionales sienten que están ahí para responder a un evento, la revuelta de octubre de 2019, que es un parteaguas histórico tan hondo como para Jaime Guzmán fue el golpe de 1973. Dos tercios -no necesariamente los mismos- cuya opinión de los pasados 30 años es tan oscura como la de Guzmán respecto de las décadas anteriores a 1973″.

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