La Cámara de Diputados aprobó el cambio a una glosa del Ministerio del Interior para trasladar $13.000 millones de la Subsecretaría de Desarrollo Social, destinados a infraestructura de transporte público en regiones, para la construcción de hospitales.
Esta decisión fue criticada, incluso, por parlamentarios de la Nueva Mayoría, que sostienen que se «viste un santo para desvestir otro», y que los recursos apenas alcanzan para construir dos consultorios.
El diputado socialista Juan Luis Castro dijo que se está tratando de hacer un «raspado de la olla, metiendo de contrabando en una glosa del Ministerio del Interior una materia que no se ha querido discutir de cara al Congreso, que es la partida de Salud”.
Los problemas de gestión en el Ministerio de Salud llevó a la oposición a presentar una acusación constitucional en contra de la ministra Carmen Castillo, a quien le renunció la subsecretaria de Redes Asistenciales y la jefa de inversiones hospitalarias.
Para analizar este tema y el intenso debate sobre las farmacias populares y el real precio de los medicamentos, que varía hasta 10 veces entre los que compran a los laboratorios o a la estatal Central de Abastecimiento (Cenabast), “El Líbero” conversó con el médico y ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, actualmente director del Instituto de Políticas Públicas de Salud de la Universidad San Sebastián.
-¿Cuál es su opinión sobre la polémica de las inversiones en hospitales?
-La promesa de 20 hospitales terminados, 20 mil en construcción y 20 licitados fue falsa, que la mayoría de los partidarios de la NM no creyó nunca, como han dicho después. Fue una propaganda electoral. No tenía seriedad ni asidero financiero y técnico porque el Minsal no tiene la capacidad. En este gobierno han habido cuatro jefes de inversiones hospitalarias. Lo que estamos viendo es una comedia de equivocaciones.
-¿Cuál es la ejecución del presupuesto de inversiones?
-El ministro Valdés dice que el Minsal no es capaz de ejecutar. De un presupuesto de US$1 mil millones ejecutaran el 30%. El cronograma nuevo para los hospitales es totalmente desquiciado desde el punto de vista financiero. Se habla de 27 hospitales, de los cuales está comprometido el financiamiento hasta 2018 con el 50% del monto, y el 75% del monto se deben gastar en 2018, en otro gobierno, sujeto a la ley de presupuesto de 2017 cuando las arcas fiscales estarán desmejoradas. Es una completa tomadura de pelo.
-¿Cuál fue su ejecución hospitalaria?
-Entre 90 y 100%, de una suma menor en torno a los US$ 600 millones. Ahora no se ha ejecutado ni siquiera en años anteriores. No hay capacidad de gestión en el Minsal.
-¿Por qué se redujo la capacidad de gestión del Minsal?
-Porque echaron a los que tenían capacidad de ejecutar, por razones políticas, se hizo una razzia.
-¿Cuál es su opinión sobre la concesión de hospitales?
-Es una discusión inútil porque el gobierno no puede retomar la agenda políticamente. Sería un suicidio que la Presidenta diga que estuvo mal informada, que tenía la intuición de que esa manera de construir era correcta, porque en su primer gobierno concesionó nueve hospitales. Además, qué inversionistas en su sano juicio tomará el riesgo, cuando el Salvador está concesionado y lo paralizaron, y el Sótero del Río, adjudicado también, están tratando de no pagar la multa a la concesionaria.
Mañalich: “Aquí el malo de la película no son las cadenas farmacéuticas, son los laboratorios que fijan el precio”
Mañalich explica que el 80% de la población adulta del país consume medicamentos, y que los mayores de 60 años toman, en promedio, cuatro remedios al día. “Los medicamentos se han transformado en un bien superior de consumo”, sostiene.
El ex secretario de Estado agrega que hay programas estatales de entrega de medicamentos gratis, como los de los consultorios que benefician a 3 millones de personas, los que se entregan también gratis con el tratamiento de 40 enfermedades del Auge, y los contemplados en la ley Ricarte Soto para personas con enfermedades poco frecuentes.
-¿Quiénes quedan fuera de los programas estatales de ayuda para los medicamentos y deben comprarlos en las farmacias?
-Primero, quedan los que, a pesar de la ley, no reciben medicamentos y a pesar de que tiene derecho van al consultorio y no le entregan el medicamento. Hay un grupo de personas que está obligada, ilegítimamente, a comprar medicamentos en farmacias a pesar de que lo tienen garantizado. Por lo menos el 50% de la población beneficiaria no recibe los medicamentos gratuitamente como debería. Hay una imperfección muy grande. Hay una serie de medicamentos que no están contemplados en los programas estatales, pero quien tiene más recursos entre 12 y 13 millones de chilenos deben comprar en las farmacias. Las cadenas farmacéuticas y laboratorios, en un mercado pequeño como el nuestro, tienen un poder muy fuerte para dividir el mercado, y lo que ha ocurrido es que no se ha opuesto un poder monosónico de compra. Cosa que hicimos con Cenabast, que provee al sistema de salud. Durante el gobierno anterior tuvo un poder de compra tremendo, lo que significó que los laboratorios para participar en las ventas del estado -que ya no podían ir a vender a los consultorios a precio de retail, o de uno a uno-, tenían que vender a través de una licitación pública. Eso significa que Cenabast logra precios desde los laboratorios que son un décimo del valor que esos mismos laboratorios les venden a las farmacias.
-¿Qué participación del mercado compra Cenabast?
-En este momento US$450 millones, y el mercado chileno de medicamentos es de US$2.200 millones. Cenabast es una poderosa fuerza para tratar de ordenar el mercado. Si el mercado me vende monopólicamente compro monotónicamente y de alguna manera se equilibran las fuerzas. Cenabast no compra con subsidios, licita públicamente, los laboratorios se presentan y logra precios con los que la industria farmacéutica mantiene utilidades más pequeñas pero no es que haya subsidios. No van a pérdida por ningún motivo.
-¿Por qué hay una diferencia de precios tan grande entre Cenabast y las farmacias?
-Como la compra de medicamentos es inelástica, los laboratorios le venden a Cenabast a un décimo del precio, pero si en la farmacia puedo vender a 10 o 15 veces más lo hacen. De esa manera consolidan utilidades más grandes. Aquí el malo de la película no son las cadenas farmacéuticas, son los laboratorios que fijan el precio. Los medicamentos no tienen costos fijos, tienen un valor que les fijan los laboratorios. El mismo laboratorio en otro país vende el mismo medicamento a 10 y acá a 100 aprovechando nuestra fragilidad como pequeño mercado de compra.
-Algunos especialistas plantean que como los laboratorios ganan muy poco con Cenabast recuperan las ganancias con las farmacias.
-Eso no se sostiene en la verdad. Cenabast logra un volumen de venta de gran magnitud, en una operación logística simple, en envase hospitalario que traen 1.000-2.000 cápsulas. Hay ahorro efectivo de costo, además de la posibilidad de quedarse con una parte del mercado que es muy sustantiva e impedir que gane un competidor.
-¿Cuál es el rango de utilidades de los laboratorios con Cenabast y las farmacias?
-Según un informe de hace dos años del Instituto de Investigaciones Farmacológicas, el margen de los laboratorios con Cenabast es del 8% y del 400% con las farmacias.
-¿Por qué surgen las farmacias populares?
-Ponen en evidencia la rareza de este mercado, porque los laboratorios han dicho que tienen dos listas, una para Cenabast y otro para las farmacias. Recoleta dijo que compraría a través de Cenabast pero es imposible porque, por ley, no puede entregar medicamentos para la venta y lucrar.
-El ISP dice que estudia una fijación de precios para los medicamentos
-Creo que es una mala idea. Las experiencias que hay en otros países han sido malas. Colombia es el mejor ejemplo con bandas de precio referenciales para el público y los sistemas de salud. En Chile, como el poder de compra de las isapres, que entregan medicamentos por enfermedades Auge, y Fonasa es cada vez más grande, veo muchas posibilidades de que caminemos hacia un sistema a la española, en que la inmensa mayoría compra medicamentos con voucher del seguro de salud y con copago bajo. Creo que vamos a avanzar cada vez más hacia una compra colectivizada a través de seguros de salud, más que a una compra de una receta en la farmacia.
-¿Comprar el Eutirox a $630 como hace Cenabast es precio de mercado, dado que en las farmacias los venden a $10 mil?
-Así es, es un precio que genera utilidad para el laboratorio y es el precio internacional del Eutirox. No es un precio raro.
«La mayoría de los medicamentos de la farmacia popular deben ser entregados por el municipio a través de los consultorios en forma gratuita»
-¿Ud. ve distorsión en el precio que los laboratorios les venden a las farmacias?
-Así es. Creo que ahí hay un problema bastante serio. La solución de que Cenabast pueda venderles a farmacias independientes o municipios esta fuera del marco jurídico. Si así fuera, requiere una nueva ley e inversión contundente en capital de trabajo y logística que hoy no tiene.
-¿En la farmacia popular de Recoleta, los 900 medicamentos que vende debería entregarlos gratis en los consultorios?
-La mayoría. Vi el listado entero, hay algunos que no, como la sulfalarina que no está en ningún paquete estatal de ayuda, y lo tienen a un precio barato, es la excepción. La mayoría de los medicamentos de la farmacia popular deben ser entregados por el municipio a través de los consultorios en forma gratuita.
-¿Cuál es la de deuda de Cenabast con los laboratorios?
-Cenabast intermedia en las compras. Aparece con una deuda que es realmente de los municipios y los hospitales. La deuda hospitalaria es de $250 mil millones, récord absoluto, (yo la dejé en $60 mil millones), y Cenabast debe $50 mil millones.
-¿Cuáles son las razones de los laboratorios para venderle a Cenabast a precios 10 veces menor que a las farmacias?
-Son razones completamente de mercado. Por ejemplo, a lo mejor si fabrico zapatos los vendo a un precio en un barrio de Santiago y en otro barrio a otro precio. Los médicos cobran distinto de plaza Italia al barrio alto. Es el mismo servicio en el cual se trata de maximizar la utilidad. El metro cuadrado de terreno vale más en unas comunas que otras, por la disposición a pagar. La gente que va a las farmacias está dispuesta a pagar ese precio porque no le es trasparente, no hay competencia, se pone de acuerdo y no tiene poder como cliente.
-¿Existe competencia entre los laboratorios?
-No hay competencia. En Chile casi no hay laboratorios, se fueron los grandes a otros países, y acá están los que envasan los productos.
-¿Cuánto más bajo deberían estar los precios de las farmacias?
– No veo ningún motivo, salvo el afán de maximizar el lucro, de que una persona viaje a Mendoza y el mismo medicamento, del mismo laboratorio, le cueste un 75% más barato. En España es un 70-80% más barato sin interferencia del seguro. Mi señora trasplantada de pulmón compra medicamentos internacionales que en Chile le cuestan 7 veces más que comprarlo en la farmacia en España.
-¿En ese rango de 70% deberían bajar los medicamentos de las farmacias?
-Sí, y mantienen las utilidades las farmacias. Para eso se requiere poder de compra muy fuerte, acuerdos internacionales, bandas de precio, castigos ejemplarísimos contra la colusión. La estrategia debe ser de mercado, porque fijar precios genera mercado negro, falta de acceso y de provisión de medicamentos. La manera de oponerse a un poder monopólico de venta es crear un gran poder de compra. Y eso es lo más sano que se puede hacer y tenemos los instrumentos.
-¿Cuál es la ganancia de las farmacias con los medicamentos?
-Obtiene un margen en medicamentos de entre 1,5 y 2%. Su negocio son los productos tipo retail. Antes de llegar al mesón de los medicamentos te hacen pasear por diferentes góndolas.
-Ud. ha criticado públicamente el lobby de los laboratorios..
-La industria farmacéutica genera un lobby muy poderoso, nacional e internacional, para mantener sus ventajas. La esencia de la demora de la aprobación del TPP está en el tema farmacéutico, en el lobby para lograr ciertas ventajas cuando se apruebe el tratado de comercio transpacífico. El único capítulo pendiente es el de propiedad intelectual, y en particular de los fármacos, cuánto duran las patentes, cuál el secreto de los registros, las excepciones.
-¿Qué ha pasado con la ley de medicamentos que Ud. impulsó?
-No ha funcionado porque no se fiscaliza. No se fiscaliza que los medicamentos sean prescritos con nombre genérico, los incentivos a los médicos, que no haya comisiones en las farmacias para que hayan determinados productos, apenas se fiscaliza el marketing directo de medicamento, no se venden medicamentos en góndolas que no requieran receta médica, que está en la ley, no se ha hecho ventas de medicamentos en centros de salud en comunas donde no hay farmacias, que está en la ley aprobada en enero de 2014. Hay que ver la responsabilidad política, que habiendo discutido durante cinco años una ley para mejorar esta situación, el Minsal no haya tenido la voluntad de implementarla. No tiene explicación razonable que hablemos de farmacias populares si la ley dice que lo mismo se puede hacer en los consultorios y centros de salud.
FOTO:VICTOR PEREZ/AGENCIA UNO