La emergencia sanitaria que generó la emisión de gases en gran parte de la capital por un incendio en el relleno sanitario Santa Marta, en Talagante, ha generado una oleada de críticas por el manejo ambiental, comunicacional y político del Gobierno.

Los cuestionamientos partieron este martes cuando el intendente metropolitano, Claudio Orrego, aseguró que los gases no tenían “contenido tóxico”, lo que fue replicado de inmediato por el presidente del Colegio Médico y toxicólogo, Enrique Paris, quien dijo que la nube “tiene efectos sobre la salud de las personas, es una nube tóxica, por lo tanto hay que suponer y yo creo que sí, de que es algo tóxico lo que está circulando. Cuando el intendente dice que no es tóxico que lo demuestre con documentos”.

El director de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile, Raúl Morales, se sumó a las críticas contra Orrego y dijo que fueron “equivocadas” y que al “dar una señal negativa a la población debería asumirse los costos políticos correspondientes».

Dicha crisis llevó a la ministra de Salud, Carmen Castillo, a hacer un mea culpa y admitir que en el Gobierno podrían “haber sido más enfáticos para dar la información más clara”, y el propio Orrego señaló que “más allá del léxico que yo ocupé, que puede no haber sido técnicamente adecuado. Todo humo genera problemas a la salud, y nadie puede vivir rodeado de humo sin problemas a la salud”.

Muy probablemente debido a la emergencia, el hospital Sótero del Río aumentó en 15% las consultas infantiles por cuadros respiratorios, y la secretario de Estado dijo estar “atentos y alertas”.

alberto-maturana-230x230En este contexto, el histórico director de la ONEMI durante 12 años, el doctor Alberto Maturana (1994-2006), y quien ha organizado y presidido misiones humanitarias del Gobierno chileno en 30 países, analiza para “El Líbero” el manejo de esta inédita crisis ambiental.

-¿Qué complejiza la solución  de este incendio?

-Mientras la autoridad no sepa por el organismo especializado cuál es la combinación que se está produciendo tampoco conoce la calidad de los gases. Al no saberlo tiene que buscar mecanismos indirectos, empezar a evaluar lo más peligroso para la salud y el medioambiente, como el material particulado. Normalmente una erupción volcánica emite material más grande, sobre PM10, en un incendio habitual puede estar entre PM5-10, pero en estos incendios tienen a producirse combinaciones químicas muy tóxicas que llegan a la atmósfera como aerosol, compuesto por ácido sulfúrico, nítrico, aluminio, calcio y una serie de otros elementos.

Creo que lo que ha hecho complejo el manejo del escenario es saber cuáles son los gases que están alimentando el fuego, a sabiendas de que los basurales producen metano, tanto así que en muchos basurales en el extranjero son rentables porque venden los gases a la población. Estos gases están alimentando el fuego y la autoridad no ha podido precisar con exactitud su origen.

-¿Cómo evalúa la reacción de las autoridades? El intendente Orrego dijo tempranamente que no era tóxico, y después se desdijo.

-Creo que lo han hecho bien. Personalmente con la experiencia de tantos años en la ONEMI, creo que se ha hecho lo correcto. Este tema sería complicado aquí, en Japón o EE.UU. Estando una vez en Francia explotó una planta de urea, que es muy explosiva, y pensaron que era atentado terrorista, y se emitieron una cantidad enorme de gases. Es una experiencia en que la autoridad tiene que llamar precozmente a los técnicos y es lo que se hizo. Se llamó a los organismos especializados. La técnica es apagar fuego con agua. Aquí estaba contraindicado. Se optó por hacer ensayo con agua y espuma que no resultó. Esos incendios hay que sofocarlos y hay que tirar montañas de tierra. El grado de contención que se ha hecho ha permitido manejar las cosas en manera controlada.

-El presidente del Colegio Médico cuestionó al intendente y le pidió que mostrara los estudios de que los gases no son tóxicos.

-Una cosa que aprendí en la ONEMI es que las autoridades políticas de alto nivel siempre tienden, como respuesta natural, a tratar primero de tranquilizar a la población bajando el nivel de angustia e incertidumbre. Parece ser razonable que el intendente les haya preguntado la opinión a los expertos y haya tomado su curso de acción, y la información que le entregaron es que los niveles no eran alarmantes. Pero también tiene razón el doctor Enrique Paris cuando se pregunta  qué gases son, porque si nadie dice eso no podemos decir la toxicidad. Algunos gases, para que sean tóxicos, deben ser bastante altos pero otros como el sulfhídrico y cianhídrico pueden tener niveles bajos pero altamente tóxicos. Las autoridades tratan de hacer lo correcto, de no que echarle bencina. Claramente esto es nuevo en el manejo del fuego y habiendo tres vertederos grandes en Santiago, podíamos tener un escenario que se repita. Es necesario aprender para que no vuelva a repetirse.

-¿Cómo evalúa la gestión de la ONEMI en esta crisis?

-El estilo de conducción de sus autoridades es de bajo perfil. Tuve una ONEMI con el mismo presupuesto durante 12 años, que vivió las crisis asiáticas y la financiera mundial. Hoy hay presupuestos 30 veces más grandes pero creo que la presencia de la ONEMI no es 30 veces mayor. Tratamos de privilegiar el contacto permanente con la comunidad, mantenerla informada minuto a minuto y ser transparentes. Sus actuales autoridades, por formación, hay un general (r) de división de director, son muy cautos,  no son muy amigos de las declaraciones, y desgraciadamente eso le quita presencia al organismo, que podría tranquilizar a la población.

-¿Ha faltado comunicación de la ONEMI en esta emergencia?

-No me atrevería a decir que ha faltado comunicación. Son estilos comunicacionales diferentes. Es más importante que la ONEMI haga su pega bien a que esté informando, pero también es importante el ámbito comunicacional, y si aprendí algo, es que hay que tener muy bien informada a la comunidad porque lo que más alarma a la comunidad es la oscuridad y la falta de información. Echo de menos una mayor presencia mediática de la ONEMI porque es el organismo que tiene que dar una opinión en esta emergencia. Escuchamos solo al ministerio del Medio Ambiente, al intendente metropolitano y a los bomberos, pero es bueno que, más allá de los informes que la ONEMI emite a las autoridades y de repente a la opinión pública, tenga una presencia un poco más mediática que haga sentido a la gente, que esté mejor informada sobre lo que está pasando y se está haciendo.

-¿Qué medidas echó de menos en el manejo de la emergencia? Algunos especialistas plantean que se debió evacuar a la población más afectada.

-Se han hecho las cosas bien. Evacuar a dónde si toda la RM está con la contaminación. Las grandes comunas que rodean la capital, como Talagante, San Bernardo y Puente Alto han sentido el mismo olor. Entonces creo que no ha sido necesario evacuar porque en el material particulado que se ha medido no hay gases tóxicos específicos, o no tenemos la tecnología o no la usamos.

TO:RODRIGO SAENZ/AGENCIA UNO

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