La Cuenta Pública más larga de la historia desde el retorno a la democracia. Con ese récord el Presidente Gabriel Boric realizó su segundo discurso ante el Congreso pleno para dar cuenta de los logros y hoja de ruta de su administración.
Contrario a lo que esperaba el sector más duro del oficialismo, el mandatario no hizo anuncios concretos en materias como la condonación de la deuda del CAE o el pago de la deuda histórica de los profesores, enfocando su relato en la apertura para buscar acuerdos en la reforma tributaria y de pensiones.
«No tiene que salir como la presentamos», dijo el Mandatario sobre esta última, lo que para algunos es una apertura a dejar atrás las ideas más ideológicas de este proyecto, como el reparto o las cuentas nocionales que se ha impulsado con fuerza desde Apruebo Dignidad.
Asimismo, el Jefe de Estado anunció que insistirá a fines de julio con la reforma tributaria, lo que lo obligará a presentar un proyecto nuevo o alcanzar un acuerdo de 2/3 en el Senado. Esa reforma de hecho, fue puesta como condición para parte importante de los objetivos del Gobierno.
«Palabras como refundar desaparecen»
«La reforma tributaria pasa a ser el pilar fundamental de este Gobierno. Si eso es así, palabras como refundar desaparecen, toda la iconografía y el lenguaje propio del octubrismo y de este nuevo ciclo. Y empezamos a hablar de reformas concretas», aseguró el director de centros de estudios públicos de la UDD Gonzalo Müller, en Mirada Libero, donde junto al analista política Patricio Navia desmenuzaron el discurso presidencial
Para Müller, de hecho, la Cuenta Pública muestra que el Presidente «esté siguiendo el camino que le presenta el ministro Marcel y no el de Camila Vallejo».
Para Navia, en tanto, el discurso y los sucesivos llamados a lograr una reforma tributaria muestra el complejo momento por el que atraviesa el Gobierno: «No hay un hilo conductor y nuevamente condiciona todas las cosas a una reforma tributaria que se cayó por culpa del propio gobierno. Entonces hay una serie de contradicciones en momentos bastante complicados. Creo que esto sólo subraya el hecho de que el Gobierno no tiene el control de la política, la política está ahora en manos del proceso constituyente».
Boric y el «Monstruo de dos cabezas»
En la oposición y algunos analistas ya plantean dudas respecto a cuál es el nivel en que el Presidente o el Gobierno podrá ceder sin «desfondarse por la izquierda».
«El Presidente ha mostrado flexibilidad en el cambio del discurso, en el cambio del tema. Las dudas están en que si este cambio, este giro, lo puede dejar solo», sostuvo Müller.
Para el director ejecutivo de Idea País Cristián Stewart, quien también conversó con El Líbero, el discurso del Presidente intentó «quedar bien con las dos almas de su coalición».
«En un primer momento de la cuenta, uno podría haber pensado que Gabriel Boric de la segunda vuelta era el que estaba hablando, sin embargo al final, o tres cuartos del partido, comenzó a hablar en un tono bastante más fuerte, más duro, haciendo de alguna manera un hito político, más que una cuenta pública, hablándole mucho a sus propias huestes», explicó Stewart.
En la misma línea, Navia advirtió que la línea trazada en la cuenta pública «Le va a terminar haciendo mucho daño al Gobierno porque vamos a tener, por un lado la Concertación más moderada avanzando en una agenda y por el otro, el sector del Frente Amplio y el Partido Comunista, de forma más radical, avanzando otra agenda. Esto va a seguir siendo un monstruo de dos cabezas y, pues, un gobierno con dos cabezas no puede funcionar».