Falta un mes y medio para que el Consejo Constitucional dé a conocer su propuesta de Constitución para Chile, pero ya hay voces que están llamando a votar en contra. Sin ir más lejos, el sábado pasado, el ex diputado y ex convencional Hugo Gutiérrez, Luis Messina de No + AFP y dos diputadas de la bancada del PC se proclamaron “rechacistas” de cara al plebiscito de diciembre próximo.
En Mirada Líbero, el economista, empresario y miembro de Amarillos, Óscar Guillermo Garretón, señaló que el llamado a rechazar por parte de algunas figuras de la izquierda “significa prolongar más todavía la incertidumbre. No va a haber grandes inversiones si seguimos con esta incertidumbre. Este vacío constitucional ha tenido todo que ver con el estancamiento de nuestra economía”.
El empresario señaló que tiene una apreciación respecto del objetivo que tienen Gutiérrez y Mesina -entre otros dirigentes- al hacer este llamado. «Tengo la impresión de que en poquito tiempo más, van a decir ‘esta es la constitución de Pinochet’, y van a volver a ponerla en cuestión. Y no tanto por creer que la Constitución va a cambiar mucho las cosas, sino porque siembran la inestabilidad al mantener el tema constitucional abierto».
Subrayó que mantener eso abierto “es muy peligroso. Pero hay gente que prefiere la inestabilidad, la inseguridad, creyendo que con eso van a ganar, aumentar las contradicciones y crisis de la sociedad para tratar de aprovecharse de ello”, advirtió.
Garretón: «Están rechazando algo que no existe todavía»
El también empresario hizo un llamado a “no seguir en la línea de la desestabilización”. Y puso en duda las declaraciones de ese sector de la izquierda, diciendo que «están rechazando algo que no existe todavía. Esa actitud le puede hacer un daño que repercute increíblemente en la gente. Hay que terminar la Constitución y hay que terminarla bien».
Garretón planteó que Chile ha transitado por un proceso de discusión constitucional por 10 años, que partió desde el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, pasando por el segundo mandato del Presidente Sebastián Piñera, y el actual gobierno de Gabriel Boric. Por lo mismo, señaló que «necesitamos cerrar estos 10 años de discusión que han sido tremendamente costosos para el país. Mi llamado es a que no sigamos con las cachañas y escaramuzas y se pongan de acuerdo para llegar a un texto aprobable por la gente».
Sobre el mensaje que recorre su nuevo libro: «Construyamos un país mejor, de entendimiento»
Óscar Guillermo Garretón tiene una larga trayectoria en la política chilena. En el año 1969, y tras militar en la Democracia Cristiana, fue uno de los líderes y fundador del MAPU, movimiento de izquierda surgida de la DC, y que lo llevó a apoyar a la Unidad Popular. Luego de la llegada de Salvador Allende a La Moneda, Garretón se convirtió en subsecretario de Economía.
Este lunes lanzó su nuevo libro “Notas de memoria (1973-2023)”, en el que aborda su caminar en la política y las razones que lo llevaron a seguir la renovación socialista. Al respecto, el economista afirmó que “me tocó una vida en la cual las sorpresas fueron bastante comunes. Nadie aspira a estar entre los 10 más buscados por la dictadura. Tampoco nadie aspira a vivir en el exilio 14 años. También me han tocado muchas sorpresas y desempeños en el mundo empresarial. Esta trayectoria la cuento en el libro”.
“Es una historia en la cual explico que si yo me quiero identificar con un tiempo y una reflexión, lo hago mucho más con el proceso de la renovación socialista, que tuvo como origen el preguntarnos en qué nos habíamos equivocado en tiempos de la Unidad Popular, y de hecho lo que construimos después para volver a la democracia con elecciones libres, con participar de ese proceso, con llamar a votar en el plebiscito”, sostuvo.
Garretón explicó que “independiente de mi cariño con Allende, y que tengo muchos dolores acumulados de ese tiempo, por gente muy querida que fue asesinada, la verdad es que el libro tiene una visión que trata de no mirar a quién acusar, sino más bien pensar en cómo construir un país que no sea como entonces: polarizado y enfrentado, en que al final todos, de alguna manera, consideraron que la democracia era prescindible. Ese es el mensaje que recorre el libro: construyamos un país mejor, de entendimiento, porque además es cuando le va mejor a Chile”.