La gestión de la directora del Instituto Nacional de Estadísticas, Ximena Clark, ha estado marcada por algunas polémicas, como el Censo 2017 y las inéditas variaciones de personas sin deseos de trabajar en la encuesta de desempleo, que cambiaron en unos cuantos miles en pocos  meses.

Sin embargo, al ser consultada si deseaba seguir en el puesto en que la nombró la Presidenta Michelle Bachelet en el nuevo gobierno de Sebastián Piñera, Clark afirmó que “evidentemente me gustaría continuar con ese proceso y seguir viendo cómo se van consolidando estas diferentes iniciativas”.

“El Líbero” conversó sobre la gestión de la directora del INE, y del Censo abreviado, con el ex profesor del departamento de Estadísticas de la Universidad Católica e investigador del Centro de Estudios Estadísticos (DATA UC), Carlos Araujo Ayesta.

-¿Qué opina de la dirección actual del INE? ¿Debiera continuar?

-Al parecer la actual Dirección del INE enfatiza a las “estadísticas” sobre la “Estadística” que proporciona la metodología para producirlas. El INE no debería ser un “tenedor de datos”, sino una fuente de información estadística y en tal sentido, todo dato del INE debería contar con información sobre su confiabilidad o credibilidad de cada dato que publica. Un ejemplo concreto es el cálculo del IPC. Este indicador es un promedio y por lo tanto su representatividad depende de su varianza o, como se llama hoy en algunas aplicaciones, de su “volatilidad”. Si su varianza o volatilidad es grande, el IPC que ofrece el INE no es satisfactorio para los usuarios, por lo que el Instituto debería adelantarse en construir un indicador de “volatilidad”, antes de que los usuarios se lo demanden. Para ello hay que preocuparse de la Estadística y no solamente las “estadísticas”. Otro ejemplo notable en el énfasis en la producción de “estadísticas” es el Censo 2017, donde se han dado resultados “definitivos” de algunos totales de población, sin que el usuario conozca una estimación de la omisión censal.

-Realizado el Censo, ¿cuáles son sus conclusiones?

-En forma resumida diría que, en circunstancias económicas restrictivas para el país, la directora del INE, ha sido responsable de haber llevado a cabo el Censo más caro en la historia del Instituto, para investigar un muy reducido número de temas de población, con resultados que vaticinan una peor calidad que cualquiera de los censos anteriores. Esencialmente mi pronóstico está basado en las erráticas y erróneas declaraciones formuladas por la Directora del INE en un artículo de Emol del día 06/01/2018, que se contradicen, ya que muestran serios problemas conceptuales y que revelan una escasa capacidad de evaluar correctamente la tarea realizada. Son varios los aspectos que justifican esta aseveración algunos de los cuales se presentan a continuación. Al referirse a las estimaciones de la omisión en este Censo -realizadas por profesionales con interés en la información censal-, la Directora afirma que son “técnicamente incorrectas” porque están basadas en especulaciones y el INE “no hace especulaciones”. Al respecto la Directora del INE debería reconocer que según los principios y buenas prácticas de las estadísticas públicas, el INE no sólo debe dar cifras sino también ofrecer antecedentes o indicadores sobre la calidad o credibilidad de tales cifras, todo ello para apoyar el buen uso de las mismas por parte de los usuarios. Pero el INE, junto con las cifras “definitivas” sobre totales poblacionales del Censo 2017 no se ha referido a un indicador básico de la calidad de tales cifras como es la omisión.

Por lo tanto no es “la curiosidad” de algunos usuarios la que conduce a los mismos a formular hipótesis sobre la credibilidad o confiabilidad de tales cifras sino la necesidad de cubrir un justificado  requerimiento que el INE no ha satisfecho. Más aún, se debe reconocer que lejos de ofrecer antecedentes sobre la calidad de las estadísticas derivadas del Censo 2017 la Dirección del INE ha contribuido a aumentar su desconfianza. Esto puede ser motivo de análisis en otra oportunidad.

-¿Cuáles son los desafíos del INE en el futuro próximo?

-En el futuro próximo las actividades del INE deben necesariamente orientarse a la información estadística que se requieren en los aspectos prioritarios definidos por los órganos políticos del país. En tal sentido se deberá fortalecer y coordinar estadísticas sectoriales en temas tales como: educación, salud, vitales, previsión, migración, delincuencia y otros temas políticos. Una mención especial se refiere a la construcción de un Sistema Integrado de Estadísticas Regionales que permita fortalecer y dar seguimiento a las políticas que formulen las autoridades regionales como parte del proceso de descentralización político administrativa del país. Por último, en momentos en que asume una nueva administración del país, sería oportuno asegurar que las autoridades que se designen en el INE tengan la capacidad profesional suficiente para coordinar de la manera más eficiente el SEN así como asegurar técnicamente un buen uso de la información que requieren los usuarios para la formulación, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo de políticas públicas en sus respectivos campos de acción.

-¿Cuál es su evaluación sobre las Estadísticas Públicas en Chile?

-Las Estadísticas públicas deberían conformar un sistema integrado de información compuesto generalmente por oficinas  dependientes de instituciones gubernamentales, que atienda, o que deberían atender, los requerimientos de información necesarios para el diseño, seguimiento y evaluación de políticas públicas y, en un régimen democrático, debería también ocuparse de la información que requiere la ciudadanía para evaluar la tarea que llevan a cabo sus representantes. Este sistema es comúnmente llamado Sistema Estadístico Nacional (SEN). El INE, como órgano principal del SEN, carece de facultades normativas y de coordinación para el sistema. En la práctica no hay un sistema sino que un conjunto de estadísticas públicas elaboradas por dependencias de organismos gubernamentales referidas a su respectivo ámbito de acción. El organismo rector del SEN debería contar con absoluta independencia profesional de toda otra dependencia gubernamental. En el caso del INE, el nombramiento de la actual dirección es un obvio ejemplo del uso de criterios político partidistas en la conducción de las actividades del Instituto. El Instituto debería ser transparente en la aplicación de sus metodologías a efectos de que el usuario no sólo conozca datos sino la confiabilidad que éstos merecen. Este aspecto vital para el uso de las Estadísticas Públicas se ha venido deteriorando claramente en los últimos años. Estos aspectos deficitarios unidos a otros -que no es el caso de analizar hoy-, conducen a la urgente necesidad de perfeccionar el SEN para contar con Estadísticas Públicas coherentes y acordes con los desafíos que hoy enfrenta el desarrollo integral del país. La nueva Ley Estadística que se estudia hoy en las Cámaras, debería incorporar las normas que permitan contar con un SEN moderno y fortalecido.

Deja un comentario

Debes ser miembro Red Líbero para poder comentar. Inicia sesión o hazte miembro aquí.