«Los últimos días ya han estado demasiado contaminados por debates que no tienen nada que ver con el rol para el cual nos presentamos», opina Marcela Cubillos (constituyente por el Distrito 11), y asegura que ya está con «todas las ganas» para que el proceso comience luego. Así lo describe en un nuevo capítulo del Podcast Constituyente de El Líbero, en la víspera del inicio de la sesión inaugural del 4 de julio, donde los 155 miembros elegidos democráticamente asumirán sus funciones para elaborar una nueva Constitución.
La ex ministra critica las últimas demandas de un grupo de constituyentes que están fuera de las funciones por las que fueron electos. Una de ellas es modificar el tema de las vicepresidencias. Esto es, que en vez de uno, como está establecido por ley, sean 5 a 7 vicepresidentes. Según explica Cubillos, esto «es tan burdo políticamente, es como decir ‘necesitamos más cargos porque así seguramente nos sale más fácil a dos días de la convención ponernos de acuerdo sobre quiénes ejercen esos cargos'». La ex diputada recalca: «La Constitución es muy clara en decir que se elige ese día presidente y vicepresidente por mayoría absoluta de la Convención», por lo que «si quieren 7 vicepresidencias no se puede hacer ni por el reglamento ni por normas transitorias ni de facto, sino que el Congreso tendría que hacer una reforma».
Y subraya: «Son las mismas malas políticas que cuando se llega al poder, se quiere más poder, más asignaciones, más atribuciones». Por lo tanto, advierte el riesgo de estar cayendo «muy rápidamente en las mismas malas prácticas» que han desprestigiado al Congreso y a otras instituciones.
Esto no se trata de los 155, sino que de cada chileno que eligió a quien lo representara en esta Convención y es ese chileno el que no tiene derecho a ser amedrentado o silenciado en este proceso», señala Cubillos.
En la conversación, Germán Concha, constitucionalista y académico de la Universidad Católica, coincide con Marcela Cubillos y afirma que «es la peor manera posible de votar». «Empezar a discutir desde el día 1 sobre cosas para las cuales no tienen atribuciones, es reafirmar que no entienden que lo que hay que hacer es apoyar la institucionalidad». Concha apunta a que lo que ha estado débil en el último tiempo ha sido el respeto a las instituciones, por lo que, lo que les debiese motivar a los 155 delegados es el poder restituir la confianza y el respeto en las instituciones.
Se ha previsto para el día de la sesión inaugural, una marcha convocada por la Lista Del Pueblo, una de las primeras «amenazas» que debe sortear la Convención. Frente a esto, el constitucionalista Germán Concha, se muestra en desacuerdo. «Lo encuentro peligroso, porque la tarea central de la Convención, más allá de redactar una propuesta de Constitución, es ayudar en un proceso de recuperar el respeto a las instituciones, porque eso es por lo que venimos teniendo problemas en Chile hace rato».
Apunta: «Cuando se empieza a permitir esta tendencia a que el país funciona a punta de marcha, que no tiene nada de malo marchar en principio, pero los sistemas institucionales son para procesar las demandas de los intereses de las personas de un modo racional, precisamente para evitar que gane el que grita más o el que pega más fuerte». Advierte «si usted quiere decir, diga, si quiere manifestar, manifieste, pero no con presiones ilícitas, no use la fuerza».
Y recuerda la frase «el miedo cambia de bando», dicha por sectores de izquierda para la segunda vuelta de gobernadores. «Cuando le dices al país ‘yo traté que el miedo cambiara de bando’, primero, estás mirando al país en bandos, no como algo que funciona unidos y, segundo, no entiendes que la lógica de la instituciones es controlar el miedo, pero para todos, no para un bando no más».
Para Marcela Cubillos, «la violencia, el miedo, el intento de silenciar y descalificar son completamente incompatibles con la redacción de una Constitución». Según la convencional, las constituciones se redactan precisamente «para que los derechos de todos los ciudadanos no sean vulnerados». «¿Cómo vamos a hacer una Constitución que respete las garantías de las minorías en Chile, si en el proceso se va a intentar permanentemente silenciar, agredir y amedrentar a quien no piense igual que tú?», aclara.
De ahí la importancia que tanto Marcela Cubillos como Germán Concha, le dan al respeto que se le debe tener tanto a las instituciones como a los ciudadanos que van a representar los 155 convencionales al redactar una nueva Constitución. «Me parece fundamental, que la sociedad civil sea parte de este proceso, esto no se trata de los 155, sino que de cada chileno que eligió quien lo representara en esta Convención y es ese chileno el que no tiene derecho a ser amedrentado o silenciado en este proceso», precisa Cubillos.
El llamado de Cubillos, ad portas de la ceremonia del 4 de julio, es «rodear la convención de una manera distinta a la que la rodea el Partido Comunista, sino que entendiendo que lo que se está discutiendo ahí es de interés de todos, las libertades tienen que hacerse valer y los ciudadanos tienen que levantar la voz durante todo este proceso constituyente, porque ese es el derecho que ellos tienen».