Hace poco más de un mes fue capturado el activista pro mapuche Emilio Berkhoff en un operativo en el que se desbarató una red de narcotráfico y se incautaron más de 800 kilos de pasta base de cocaína. Berkhoff y los otros diez detenidos quedaron en prisión preventiva. Desde entonces se instaló el debate sobre los vínculos entre el tráfico de drogas y las organizaciones que promueven la violencia en el sur del país. 

Incluso, los diputados UDI, María José Hoffmann y Juan Antonio Coloma, solicitaron a la Fiscalía Nacional designar un persecutor exclusivo para investigar los presuntos nexos entre el narcotráfico y la Coordinadora Arauco Malleco y en una visita del ministro del Interior, Gonzalo Blumel, a las regiones de Biobío y la Araucanía, el secretario de Estado declaró que gracias a las acciones investigativas se había logrado “detener a grupos organizados vinculados al robo de madera, el narcotráfico, el robo de vehículos, con alto poder de fuego”, refiriéndose a las medidas de seguridad implementadas en la macrozona sur.

Pese a la presencia de Berkhoff en esta banda criminal, la Policía de Investigaciones no tiene antecedentes que vinculen el tráfico de drogas con la violencia rural, de acuerdo con el subprefecto Mauricio Jorquera, jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de Concepción.

En los hechos, la exacerbación de episodios violentos en esas regiones ha coincido con un aumento en los decomisos de drogas.

Las cifras entregadas por la PDI indican que en total entre Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos las confiscaciones fueron de 1.314.578,61 gramos, desde enero hasta el 17 de julio de 2020. No obstante, durante todo 2019 se confiscaron 653.988,73 gramos entre cannabis colombiana, cannabis sativa procesada, clorhidrato de cocaína y cocaína base. Es decir que en lo que va de 2020 se ha incautado el doble de la cantidad de drogas que se decomisó durante todo 2019. Las cifras, además, representan un aumento de 101%, cuando aún faltan cinco meses para que finalice el año.

Al mismo tiempo, si se mira lo que ha sido la violencia rural en la macrozona sur desde el inicio del Estado de Catástrofe, el 19 de marzo, la cuenta arroja más de 70 atentados y la organización Mujeres por La Araucanía registra 84 ataques en los primeros seis meses de 2020.

83,9% del total de los decomisos en el sur fueron hechos en la región del Biobío. Allí, en poco más de una semana fueron incendiadas tres escuelas: la F-820 Ana Molina y la G-434, ambas en Tirúa, y el internado Pedro Etchepare, en el sector del lago Lanalhue, en Cañete.

La dinámica del tráfico de drogas en el sur

Con respecto al decomiso de pasta base de cocaína en el que estuvo involucrado Berkhoff las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía de Concepción y la Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado dan cuenta de que esta droga ingresó a Chile proveniente Bolivia por pasos fronterizos no habilitados. “Esa es la dinámica del tráfico de drogas que se ha mantenido en el tiempo, por eso, independiente que estén cerradas las fronteras, son los controles formales los que están cerrados, pero nosotros sabemos que sobre todo en la zona norte del país hay muchas rutas en las que se puede ingresar a Chile por sectores no regulados, ilícitos, y por ahí es donde las bandas criminales, tomando los resguardos necesarios, ingresan cargamentos de distinto peso para abastecer distintos puntos, sea de la Región Metropolitana y hacia el sur”, explica el subprefecto Jorquera.

La droga decomisada a esa banda tenía como destino el Biobío y los proveedores tenían conexiones con sujetos en Iquique, Calama y con extranjeros. 

“No conocemos, a la fecha, que se esté produciendo en Chile. No obstante, sí se han encontrado laboratorios artesanales clandestinos en donde se hace un proceso de ‘abultamiento’ de la droga. Es decir, que de un paquete de cocaína sacan tres al variar su porcentaje de pureza. Nosotros hemos encontrado dos laboratorios a lo menos, me refiero de 2019 a la fecha. En consecuencia, no es que se haga todo el proceso, sino que llega droga y con esa droga hacen un ‘abultamiento’ para obtener mayores ganancias”, describe el jefe de la Brianco de Concepción.

Con la marihuana el proceso es distinto. Jorquera expone que los traficantes, “principalmente de sectores rurales”, siembran alrededor de septiembre las plantas de cannabis, y luego instalan campamentos para vigilarlas y cuidar que los roedores no se coman los tallos. El riego se hace por goteo o a través de pozos cercanos. Las autoridades han identificado que las primeras cosechas de cannabis pueden realizarse en diciembre o enero. 

“Hacen cultivos indoor, ya sea en el campo tapándolos con lonas o dentro de un galpón. También pueden hacer mini laboratorios al interior de los domicilios, con luces que reemplazan la luz solar, y hacen crecer más rápido la planta. Con ese proceso algunos traficantes minoritarios cultivan cannabis sativa principalmente, algunas de raza que tienen mayor poder alucinógeno y posteriormente la comercializan. A nivel más macro, generalmente las personas ligadas al tema campesino, rural, siembran en sus predios, en algunas cuencas donde tengan acceso a regadíos a través de mangueras o con un pozo de agua, y después las van cosechando en diciembre, enero, y a fines de marzo ya está en la etapa adulta la planta y pueden cosechar los cogollos que son lo importante para ellos”, dice. 

Este año, por ejemplo, además del decomiso de los 800 kilos de pasta base de cocaína hecho en junio, también fue noticia que en el mes de abril la Brianco de la PDI de Concepción detuvo a una banda de narcotráfico, cuyos integrantes fueron sorprendidos con 220 kilos de pasta base, droga que fue internada al país desde Bolivia por pasos fronterizos ilegales. En su momento se informó que la totalidad de las dosis tenía un avalúo de 3.300 millones de pesos, y se trataba del mayor decomiso hecho en la zona en lo que iba de año. 

Por otra parte, en La Araucanía hay varios casos este año de los descrito por el Jefe de la Brianco con respecto al cultivo indoor de cannabis. En enero 72 plantas de marihuana fueron decomisadas en la comuna de Nueva Imperial en un invernadero al interior de un domicilio; en abril Carabineros del OS-7 detuvo a un adulto por cultivar marihuana en su domicilio ubicado en Temuco, la policía sacó de circulación el equivalente a 18 mil dosis de la droga . Y en mayo durante un control sanitario por Covid-19, Carabineros de Collipulli detuvo a un hombre por porte y producción de marihuana, quien también tenía un invernadero en su vivienda. Por mencionar algunos ejemplos. 

Jorquera explica que estos cultivos son más fáciles de detectar desde el aire pues “el color de la marihuana al lado del de otros vegetales es más ‘fosforescente’ y desde el aire se ve con mayor claridad, pero obviamente ellos utilizan galpones, lo tapan con plásticos. Por eso existen estos laboratorios intradomiciliarios, para no ser detectados”.

El estilo FARC

Aunque los investigadores no han establecido un vínculo entre el narcotráfico y la violencia rural, existen indicios que no permiten descartar esa hipótesis. En abril un grupo violentista mapuche se atribuyó una seguidilla de atentados que incluían el uso de armamento de grueso calibre, detonación de explosivos dentro de un vehículo, emboscadas y ataques a la policía perpetrados en la Provincia de Arauco, en el Biobío.

El ex fiscal de La Araucanía Francisco Ljubetic declaró a El Líbero en esa ocasión: “Si uno ve cada una de las actuaciones y ve cómo se materializan en los actos de violencia, tienen similitud con lo que ocurrió durante muchísimos años en Colombia y particularmente en la selva colombiana”, y recordó que se pudo confirmar que miembros de la CAM recibieron instrucción paramilitar en el extranjero.

El ahora vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Temuco afirmó que se logró establecer que había personas de la etnia mapuche que viajaron a Colombia y habían permanecido allá algunos de 2 a 3 meses, y en un caso hasta por un año. Normalmente, señaló, esos viajes eran en pareja, conformada por una persona de la Región de La Araucanía y por otra del Biobío, específicamente de Cañete y Tirúa. Los viajes se realizaban por tierra, por lo que se obtuvo registros oficiales de Bolivia, Perú, Ecuador y también Venezuela. Los registros indican que los traslados ocurrieron entre el año 2004 y 2006.

“Fue en un período interno en estas dos regiones en que los ataques y la violencia se redujeron significativamente para después, coincidentemente, comenzar a aumentar no solamente en número, sino que también en el tipo de actividad violentista, es decir, se salió de los atentados en predios de carácter forestal y comenzó a ampliarse a atentados contra personas, contra viviendas, agricultores conocidos”, recordó Ljubetic.

Con respecto a las incautaciones de drogas a nivel nacional, hasta el 10 de julio se reportaban 13.030.510,91 gramos confiscados, lo que representa un incremento de 20,4% con respecto al mismo período de 2019, cuando fueron 10.821.707,79 gramos. La cannabis procesada es el tipo de droga que más se decomisó, con una variación absoluta de 1.707.182,59 gramos más, en comparación al mismo período de 2019. Desde la PDI aseguran que esto se debe al éxito del Plan Cannabis 2020, que se implementó del 6 de enero al 24 de marzo en Coquimbo, Valparaíso, O´Higgins, Maule, Biobío y Ñuble.

Además, han sido detenidas 2.559 personas por infracción a la Ley de Drogas y, a parte, se han decomisado 280 armas, 4.888 municiones y 318 vehículos.