La bandera del feminismo, con sus constantes enunciados y señales, acompaña transversalmente la comunicación política del gobierno del Presidente Gabriel Boric y de su gabinete compuesto por más mujeres que hombres. Sin ir más lejos, el pasado martes y en el marco de la “Semana de Unidas 2022”, iniciativa de la Red de Mujeres Unidas entre América Latina, el Caribe y Alemania, la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, señaló: “El desarrollo de una política exterior feminista (PEF) será un sello distintivo y elemento de vanguardia de nuestra diplomacia”.

“Esto tiene un truco -opinó la doctora en economía, referente del feminismo liberal y escritora española, María Blanco, en conversación con El Líbero durante el programa On/Off: Conversaciones Líbero.

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En España no hay una concreción respecto a cómo van a hacerlo”, dijo refiriéndose a la política similar que intentó aplicar la exministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González. “¿Qué vas a hacer? ¿Tratar solamente con mujeres en política exterior? ¿Cómo se va a concretar una política exterior feminista?”, se preguntó Blanco antes de develar algunas de las «trampas» detrás de estos eslóganes comunicativos: partidas presupuestarias. “Están tomando el pelo a muchas personas y a muchas mujeres que de verdad creen en esto. Pero al final lo único que pretenden es que haya una partida presupuestaria. Es una trampa demasiado obscena como para no darse cuenta”, agregó. En relación al caso de España, comentó: “La consigna es que todo debe estar teñido de feminismo entendido en el sentido del feminismo radical, de izquierda, excluyente”.

No obstante, según Blanco, ese feminismo no ha podido solucionar los problemas de la mujer, y sus propuestas no han logrado reducir la violencia contra las mujeres ni las muertes. En su opinión, el feminismo debería buscar el bien para todas las mujeres sin transgredir los principios democráticos. “Esto no es lo que yo veo en estos movimientos de izquierda, radicales y excluyentes, porque diferencian entre las mujeres de verdad entre comillas y el resto de las mujeres”, reflexionó. «Las mujeres, de manera individual, deberíamos abrir los ojos y darnos cuenta de quiénes están de verdad luchando por nuestros derechos y por sobre todo, por nuestras libertades”, opinó. 

La economista también abordó la situación del feminismo a nivel mundial y afirmó que hoy en día aún existen países donde no hay igualdad ante la ley entre hombres y mujeres, donde a las mujeres se les prohíbe conducir automóviles o no llevar el velo. “Incluso dentro de Latinoamérica la situación es diferente entre unos países y otros. Seguramente dentro de Chile, los problemas de la mujer no son los mismos en determinadas zonas más deprimidas económicamente, que los de una mujer que vive en una gran ciudad con un nivel de vida determinado”, dijo. 

María Blanco es autora de Afrodita Desenmascarada, un libro que, en sus palabras, surge como necesidad imperiosa por su parte ante la situación que se estaba viviendo en España, en Estados Unidos, en Latinoamérica, en Europa, y el mundo en general, que reflejaba un pensamiento monolítico:  “Mi objetivo era dinamitar el pensamiento único y que no hubiera monopolio del feminismo sino que diferentes opciones para diferentes mujeres. No pretendía imponer nada sino simplemente sembrar preguntas”, contó.

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