“Nos falta conversar y poner los temas sobre la mesa”. Esa era la frase que ayer se repetía entre los diputados de la Democracia Cristiana en los pasillos del Congreso, luego que se despachara a Sala el proyecto que busca reducir la jornada laboral a 40 horas, impulsado por las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola (ambas PC).

En la DC están conscientes del alto nivel de aprobación que ha conseguido la iniciativa, incluso, explican que el proyecto “goza de buena salud”. Si bien en el partido saben que resistirse a la iniciativa no es una alternativa viable, aseguran que “hay bastante ruido interno”. Además, apuntan a que ha faltado mayor debate dentro de la bancada y que se debe conversar con “calma” junto a las pymes.

“Es un tema que hay que conversar en la bancada, siempre hay opiniones, no puede ser esto un regimiento. Hay opiniones divergentes en esta materia, pero particularmente en el tema de fondo que es ver cómo garantizamos buenas condiciones de trabajo”, afirma a El Líbero el diputado Miguel Ángel Calisto.

El parlamentario, además, critica la manera en que se llevó el debate en la comisión. «Me llamó la atención el trato que recibió el ministro del Trabajo. Esas cosas no son buenas para la democracia, independientemente que uno podría estar a favor del proyecto. Creo que hay que subir el nivel y respetar los procedimientos que se estipulan en el reglamento», señala.

Hay temas que son importantes a considerar, como la flexibilidad, y eso también hay que incorporarlo a la discusión en algún minuto, el teletrabajo, el ser más productivo”, opina la diputada Joanna Pérez.

Así, en medio de las críticas que comenzaron a levantarse entre los diputados DC, ayer el presidente de la colectividad, Fuad Chahin, se trasladó hasta el Congreso para sostener un almuerzo con los parlamentarios. En el encuentro -según explicaron los asistentes- se insistió en el tema de la gradualidad para las pequeñas y medianas empresas, además de remarcarse la necesidad de sostener una reunión con las pymes en los próximos días.

En el partido explican que José Miguel Ortiz, Jorge Sabag, Daniel Verdessi, Miguel Ángel Calisto y Joanna Pérez son los diputados que se han alzado como las principales voces que difieren del proyecto -tal como ha sido impulsado por Vallejo- y que han planteado una postura de “mayor cuidado” por los efectos que podría generar la reducción de las 40 horas.

“Hay preocupación por lo que plantean las pymes y las realidades regionales que son distintas. Hay varias cosas que seguimos analizando. Es un proyecto apoyado por la ciudadanía, pero también nos encontramos con las respuestas de las pymes, no los vamos a dejar solos en este proyecto”, señala a El Líbero la diputada Joanna Pérez quien también es vicepresidenta del partido.

Pero la parlamentaria va más allá en la discusión y agrega que en los próximos días se debe incorporar en el debate la flexibilidad laboral. “Hay temas que son importantes a considerar como la flexibilidad y eso también hay que incorporarlo a la discusión en algún minuto, el teletrabajo, el ser más productivo”, dice Pérez.

Me llamó la atención el trato que recibió el ministro del Trabajo. Creo que hay que subir el nivel y respetar los procedimientos que se estipulan en el reglamento», señala el diputado Miguel Ángel Calisto.

Además, el diputado Calisto critica la celeridad que ha tenido el debate en la Cámara. “Me preocupa que el Congreso esté hablando de titulares y legislando a la rápida una materia tan importante. Por supuesto hay que medir las consecuencias, particularmente para los sectores medios”, dice. Y agrega: “Hay que ver cuál es la opinión de las pymes, cuál es la opinión de las micro empresas en esta materia. Hay que abordar el tema con más tiempo y desde el fondo».

Asimismo el diputado Pablo Lorenzini asegura que la discusión debe ser con «calma». «Se debe tener una conversación con las pymes, una cosa que sea de forma positiva que ocurra, pero no puede ser de un día para otro«, afirma.

En tanto, el jefe de bancada de la DC, Gabriel Ascencio valoró la aprobación del proyecto de las 40 horas, pero apeló a que se pueda acordar indicaciones en toda la oposición. “Vamos a votar a favor la idea de legislar en la Sala, y luego respaldar en detalle el proyecto; probablemente hay espacio para mejorar el proyecto, especialmente en tema gradualidad y aclarar el tema de los contratos especiales, pero preferiría que al respecto se trabaje con propuestas concordadas con toda la oposición”, dijo.

Además, desde la colectividad explican que otro factor que influye para no rechazar el proyecto de las 40 horas es que no pueden aparecer en una postura “pro gobierno”. Ese escenario podría complicar la relación de la DC con sus pares de la oposición, como ya ocurrió tras la aprobación de la reforma tributaria en la Cámara. Así, desde la colectividad transmiten que no debe ser todo “blanco o negro”. Y, por otro lado, no desean aparecer adhiriendo a la iniciativa del PC sin agregar sus propuestas.

Hay espacio para mejorar el proyecto, especialmente en tema gradualidad y aclarar el tema de los contratos especiales, pero preferiría que al respecto se trabaje con propuestas concordadas con toda la oposición», dijo ayer el jefe de bancada, Gabriel Ascencio.

En medio de este escenario, el oficialismo anunció que la próxima semana acudirán hasta el Tribunal Constitucional, debido a que la iniciativa implica gasto fiscal -atribución exclusiva el Ejecutivo-. Incluso, el Presidente Sebastián Piñera anunció que recurrirá «a todos los instrumentos que estén a mi alcance para que se respete la Constitución”. Y para enfrentar este debate la oposición escogió al abogado constitucionalista Patricio Zapata (DC) para defender el proyecto el TC.

La “tensa calma” entre la DC y las pymes

En los últimos meses la DC se ha inclinado por mantener un perfil cercano a las pymes y posicionarse como el “partido de los emprendedores”. Han mantenido una fluida relación con la presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Alejandra Mustakis y el presidente de la Multigremial de Emprendedores, Juan Pablo Swett. Incluso, el protocolo de acuerdo para aprobar la reforma tributaria fue firmado por el jefe de bancada DC, Gabriel Ascencio, representantes de las pymes y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Pero en la reducción de la jornada laboral no han concretado los acercamientos. De hecho, el lunes los principales críticos al proyecto -impulsado por Vallejo- surgieron de parte de ese sector. “Es una muy mala noticia para Chile que la clase política haya hecho oídos sordos a la petición de las pymes y emprendedores de retirar los proyectos”, dijo Swett el lunes.

Incluso, ese mismo día manifestó sus diferencias -a través de Twitter- con el diputado Matías Walker, quien ha sido uno de los principales impulsores del proyecto en la Democracia Cristiana. “Excelente reunión entre Asech y la bancada de las 40 horas. Transversal apoyo a indicación de Gabriel Silber que establece gradualidad de 5 años para todas las pymes con ventas con ventas de hasta 75 mil UF anuales. Concordamos además en agenda pro pyme”, escribió Walker.

A lo que Swett respondió: “Matías esta información es falsa, las pymes no han llegado a acuerdo con la DC y hemos solicitado que se bajen ambos proyectos”, apuntando su visión crítica a la iniciativa promovida tanto por el Partido Comunista como a la del Gobierno.