El ex Presidente Piñera, ha tomado un rol protagónico en la conmemoración de los 50 años, que prepara el Gobierno.

El ex Mandatario se ha transformado en una carta clave para los intentos de La Moneda por sumar a Chile Vamos en la firma de un acuerdo transversal este 11 de septiembre. De hecho fue el primer ex Mandatario en asistir a La Moneda para reunirse con el Presidente Boric en el marco de la conmemoración de los 50 años.

Sin embargo, el ex Presidente también jugó un papel central para cerrar la presencia del Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, al acto en La Moneda, evitando que el encuentro contara sólo con líderes regionales representantes de la izquierda.

Según informó el Gobierno al acto asistirán -además de Lacalle- el Presidente de Argentina, Alberto Fernández; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; de México Andrés Manuel López-Obrador, y el Primer Ministro de Portugal, António Costa

Las gestiones con Lacalle

Al interior del piñerismo reconocen que el Mandatario uruguayo y el ex Presidente Piñera, tienen una relación muy cercana. Hablan seguido e incluso tienen línea directa por Whatsapp.

Tanto que el Presidente uruguayo le pidió la opinión a Piñera cuando recibió la invitación del Gobierno chileno. Algunas fuentes señalan incluso, que el tema se habría conversado durante el viaje a Paraguay, en que el ex Mandatario acompañó al Presidente Boric en el avión presidencial.

Pese a que en las primeras conversaciones Piñera habría recomendado a Lacalle esperar, para conocer el contenido y el tono del acto, la decisión de Piñera de jugar un rol activo en representación de la centroderecha, habría empujado también la participación de Lacalle.

Aunque el ex Jefe de Estado aún no ha confirmado su presencia el lunes -de hecho se encuentra a la espera de la invitación formal y saber más detalles del acto- su intención es participar en el encuentro, y empujar por la unidad de una declaración que condene el quiebre de la democracia y las violaciones en DD.HH.

En el círculo del ex Mandatario recuerdan que esto va en línea con la postura que tuvo como Presidente, acuñando incluso el término de «cómplices pasivos», durante su primer mandato.

Por eso, para Piñera -relatan quienes lo conocen- sería importante no sólo contar con el respaldo de Chile Vamos sino también, dado el carácter internacional del acto, contar con la presencia de un Mandatario que no sea de sensibilidad de izquierda. Se buscaría, de esta manera, evitar que sea un encuentro estilo «Grupo de Puebla».

Fuentes del oficialismo aseguran además, que el listado de líderes internacionales no se quería dar a conocer, hasta saber si se contaba con la presencia de Lacalle, algo que dependía del protagonismo que tomara Piñera.

El documento de Chile Vamos

En Chile Vamos, en tanto, siguen firme en la opción de no suscribir el acuerdo de La Moneda, pese a la intervención del ex Presidente.

De hecho, ayer en la noche los representantes del sector se reunieron en el Congreso para intentar consensuar un documento propio que sería presentado hoy día.

El texto que circuló anoche tras la reunión establece el compromiso del sector con la democracia y los DD.HH., sin embargo, también agrega una condena a «toda expresión, movimiento o llamado que se valga de la violencia o el terrorismo para la promoción de sus ideas».

También se establece el compromiso con la libertad de expresión, y con» la seguridad del país y su población».

Con todo, al interior del sector señalan que el principal problema para suscribir un acuerdo no está en el contenido, sino en la desconfianza que les genera el actuar del propio Presidente Boric.

En la oposición señalan que el Mandatario ha dado pruebas de que lo que hoy puede ser una posición moderada, mañana puede cambiar totalmente, como ocurrió con los indultos a presos del estallido, o con las palabras que dio en el funeral del presidente del PC, Guillermo Teillier, cuando trató de «cobarde» el suicidio de uno de los militares condenados por la muerte de Víctor Jara.

Incluso, en Chile Vamos dicen que participar de un acto con el Gobierno es un riesgo, cuando posterior a eso se podría anunciar, por ejemplo, el cierre de Punta Peuco, lo que podría dejarlos en una situación absolutamente compleja frente a sus electores. Más aún en un contexto en que el Partido Republicano les ha ido quitando terreno en la derecha.

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