Los millonarios aportes que hizo el gobierno de Venezuela en el período presidencial del fallecido Hugo Chávez, acapararon ayer la mayoría de las preguntas y gran parte de la exposición que hizo en la comisión investigadora de la Cámara de Diputados el ex rector de la Universidad Arcis entre 2006 y 2013, Carlos Margotta Trincado.
La ex autoridad académica aseguró que en marzo de 2008 el estatal Banco Nacional Económico de Venezuela (Bandes) le transfirió US$ 9 millones 60 mil a la ONG Ical, que era la sociedad administradora de la casa de estudios y tenía de presidente del directorio al empresario Max Marambio.
Los recursos no entraron directamente a la Arcis porque el ex GAP tenía una “profunda desconfianza” en la eficiencia de la administración de la universidad, y prefirió manejar personalmente los dineros, explica el ex rector.
El pago se hizo a través de un “préstamo no dinerario”, que no tiene la obligación de ser pagado con dinero sino a través de servicios profesionales. Por lo cual, académicos de la universidad han viajado desde entonces a ese país para hacer cursos y capacitaciones en ciencia política y administración pública, según Margotta, quien admite que no se han terminado de cancelar todas las prestaciones. “No está saldada la deuda pero no es imputable a la universidad, que siempre ha tenido la disposición de responder los requerimientos académicos, que deben ser solicitados por Venezuela”, enfatiza.
Préstamo “salvavidas” de la Arcis
El ex rector afirma que “los US$ 9 millones entraron sí o sí y fueron debidamente registrados en el Banco Central e ingresados a la universidad. Me consta que están incorporados en el balance del año respectivo, que fue auditado por la consultora Deloitte. Fueron un aporte que siempre agradecimos al gobierno de Venezuela”.
Los dineros fueron clave para lograr la acreditación de 10 carreras de pedagogías en 2010 porque le dio solvencia económica a la universidad, que había sido la razón por la que le habían rechazado dicha acreditación en 2007.
“Nos acreditaron porque lo único que cambió fue el cuadro económico”, agrega. Según su declaración, el millonario préstamo se utilizó para pagar pasivos de la universidad e históricas deudas con los bancos, que se arrastraban desde hacía siete años.
El rol de Marambio en la Arcis y en la campaña de MEO
Apenas un año después, en marzo de 2009, el directorio solicitó un nuevo préstamo de US$ 4 millones a Bandes, pero fue rechazado porque la universidad no era viable económicamente, según la declaración de Margotta.
Incluso, una delegación de ejecutivos venezolanos se instaló en la Arcis para evaluar el préstamo, pero se quedó “como novio desencantado esperando en la puerta de la iglesia. Fue una operación fallida porque no resultó”, asegura la ex autoridad académica.
Sin embargo, el miembro de la comisión investigadora, el diputado socialista Juan Luis Castro, señala que le gustaría saber cuál fue el rol de Max Marambio como presidente de la U. Arcis y en paralelo jefe de finanzas de la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami, en el destino de los US$ 4 millones “que habían salido de Venezuela, pero no llegaron a la universidad”.
El parlamentario agrega que “Marambio era muy desconfiado y muy celoso del destino de los recursos”, y que no le queda claro en qué se usaron esos US$ 4 millones, dada su “doble condición”, por lo que emplaza directamente al empresario a que explique la situación.
FOTO: FRANCISCO CASTILLO D./AGENCIA UNO