La división de la izquierda en distintos comandos para el plebiscito del 26 de abril, la inexistencia de un discurso único sobre qué tipo de Constitución es a la que aspiran y los distintos énfasis para condenar los hechos de violencia que se se han sucedido desde el 18 de octubre, han mostrado un constante enfrentamiento en el sector.

Recientemente, luego de que el Senado rechazó la acusación en contra del Intendente Metropolitano, Felipe Guevara, la ausencia en la votación del senador socialista José Miguel Insulza (PS), generó fuertes críticas desde su misma colectividad. «Me sorprendió lo que dijeron algunos dirigentes del partido, me sorprendió la virulencia de los ataques en algo que fue habitual. Yo hice todo de manera normal», dijo el parlamentario, y agregó que «si llegamos divididos al plebiscito no esperemos tener grandes resultados». Declaraciones que generaron nuevas críticas en su sector.

Un hecho similar ocurrió cuando el diputado de Convergencia Social, Gabriel Boric, fue parte de los parlamentarios que firmaron el acuerdo político transversal por la paz, la justicia y una nueva Constitución. Tras esto, el partido liderado por Gael Yeomans, anunció que iba a pasar al diputado al Tribunal Supremo de la colectividad para que este determinara si habría consecuencias. Además, se generó una ola de renuncias en CS, las que fueron lideradas por el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.

Y otro de los conflictos generados en el sector ha sido las diferencias con integrantes de la Mesa de Unidad Social que propician que se marque AC (Asamblea Cosntituyente) en el voto de abril. Esta acción ha sido definida por un sector de la izquierda como errónea y como un «gustito»

Estos precedentes se han trasladado a otras esferas políticas, específicamente al ámbito estudiantil. De hechoAl interior de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) se han desatado una serie de diferencias en relación a la Mesa de Unidad Social, que agrupa organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el Colegio de Profesores, la Confusam y la coordinadora No + AFP, entre otros.

Dirigente de la Confech: «Aproximadamente un 70% de los estudiantes del zonal Metropolitano se inclina por salir de Unidad Social»

Las discusiones y planteamientos comenzaron a través de grupos de Whatsapp desde hace unas semanas, pero desde la interna afirman que la idea de salirse de la Mesa de Unidad Social se venía arrastrando desde hace un tiempo. La relación entre la alta dirección de la Confech y el organismo es cercana, pero no es la misma simetría con las federaciones de distintas universidades como lo son  la Universidad del Desarrollo, Las Américas, Santo Tomás y Arcis, entre otras.

Según relatan a El Líbero, algunas federaciones que conforman la Confech no se han sentido cómodas con la manera en que se lleva la relación con la instancia. Algunos acusan, por ejemplo, que en las reuniones se pregunta por la militancia de cada uno lo que les entrega algunas señales de que existe una cierta desafección por los problemas estudiantiles y una cercanía mayor a la política partidista.

Tal como se lee en grupos de Whatsapp de los estudiantes, la presidenta de la FECH, Emilia Schneider (en la fotografía en una actividad junto a secundarios), ha comentado que si bien puede no compartir en algunos puntos todas las posturas de Unidad Social, dejar de integrar la mesa significaría hacerle un «favor a la derecha» y que podría ser un factor que genere divisiones en la colectividad.

Los grupos que pretenden abandonar Unidad Social afirman haberse quedado «sin pantalla» y de alguna manera se ven «entrampados». Esto porque para poder concretar su salida debe haber un acuerdo entre todas las fuerzas estudiantiles, lo que se ve dificultado debido a que federaciones más grandes, como la FECH y la FEUC, no buscan abandonar la mesa de Unidad Social. Sumado a esto, hay ciertos alumnos que se enfrentan al temor de ser «funados», que se les cierren las puertas en la Confech y que no puedan ser parte de la toma de decisiones en temas esudiantiles.

En conversación con El Líbero, el líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad Arcis, Luis Carreño (miembro de las Juventudes Comunistas), señala que muchas veces un sector de la mesa hace vocerías como representando a todos cuando no siempre es así. «Unidad Social, por ejemplo, o es No + AFP o Unidad Social, o es la CUT o Unidad Social somos todos».

Como ejemplo, relata que para el plebiscito de abril «el Colegio de Profesores legítimamente decidió marcar AC junto a otras organizaciones más, pero varias organizaciones estamos en contra de marcar el voto». Y agrega: «Se toman decisiones sin consultar el conjunto, entonces, de repente hay conferencias de prensa y uno se entera por la prensa que habló Unidad Social. Y con el respeto que le tengo al bloque sindical, primero no aparecen como bloque sindical sino como voceros de Unidad Social».

En ese sentido, comenta que las federaciones estudiantiles como la Arcis, la Universidad de Las Américas y la Santo Tomás no tienen una voz dentro de Unidad Social. Como ejemplo, señala que «hubo un momento en que una vocera de la Confech fue sacada de una rueda de prensa por Carolina Espinoza», quien es miembro activo de la coordinadora No+AFP y dirigenta de la Confusam.

Carreño aclara que «no es que nosotros no estemos de acuerdo en que haya que correr más allá el cerco, estamos totalmente de acuerdo. También tenemos nuestras diferencias internas. Por ejemplo, Emilia Schneider dice ‘sí de acuerdo han pasado máquina’  pero ella es una de las que no quiere que abandonemos la Mesa de Unidad Social».

Sobre este punto, enfatiza que «Scheneider piensa que es verdad que no ha habido un buen respeto hacia nosotros, pero salirse sería darle un gusto a la derecha». Ante esto, asegura que «proximadamente un 70% de los estudiantes del zonal Metropolitano se inclina por salir de Unidad Social».

Fuentes al interior del Confech aseguran que siguen en la instancia por la unidad que se logra. La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de las Américas, Catalina Magaña, afirma a El Líbero que «hay algunas organizaciones que de repente se van más para el lado de los partidos políticos más que con la ciudadanía». Agrega: «La Confusam, al contrario, ha obedecido todo el tiempo a sus bases, a respetar los acuerdos que ellos han tenido en la interna. En No +A FP lo que yo he visto es que hay opiniones divididas».

Las federaciones críticas de Unidad Social aseguran que esta se ha alejado de ser un ente de representación de movimientos ciudadanos y que ha bajado su participación en instancias civiles como lo son, por ejemplo, las juntas de vecinos.

Magaña recalca que la directiva de la Confech, finalmente, decide no salirse «porque no es una decisión que recaiga en personas, sino que es una decisión que recae en el zonal metropolitano, porque ahí se está dando la coordinación de unidad social». Y sostiene, tal como lo hace Carreño, que «hay muchos grupos y federaciones que se están planteando salir de Unidad Social».