Cinco días después de que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentara el informe sobre la crisis en Venezuela, volvió a surgir como una de las apuestas presidenciales del Partido Socialista. La figura de la ex Mandataria se volvió a posicionar en la contingencia nacional luego de que se revelaran las páginas donde acusa al Estado venezolano de persecución política, ejecuciones extrajudiciales, torturas y crisis de alimentación y salud en ese país. Estas conclusiones fueron valoradas transversalmente en el arco político, salvo en el Partido Comunista.

«Que la Presidenta siga haciendo su buen trabajo, eso nos llena de prestigio, y en su momento tendrá que haber definiciones presidenciales», señaló el martes el líder del PS, Álvaro Elizalde.

Si bien la ex Mandataria ya descartó la opción de una tercera carrera a La Moneda -incluso antes de partir a Ginebra- el senador por el Maule «abrió la puerta» a la posibilidad del regreso de la ex Mandataria.

Las palabras del presidente del PS surgieron en medio de la crisis que ha marcado a la colectividad durante los últimos meses. De hecho, el comité central que se realizó el sábado estuvo lejos de aplacar las diferencias que se generaron en torno a la conducción del partido. Tanto así, que aún no hay certeza sobre las dos vicepresidencias que quedaron disponible para ser ocupadas por la lista encabezada por la diputada Maya Fernández. Según explican desde la colectividad esto se definirá en el próximo pleno del comité central, que es la instancia con atribuciones para nombrar a los miembros de la mesa ejecutiva.

El guiño que Elizalde hizo a un eventual retorno de Bachelet, se dio solo a unos metros del senador José Miguel Insulza, mientras ambos realizaban un punto de prensa. Y precisamente el senador por Arica reveló hace unos meses su disposición a una carrera presidencial. De hecho, la relación de ambos parlamentarios se «consolidó» a fines de febrero, luego de que acordaran competir en la misma lista en la elección interna. Desde entonces, el «Pánzer» se distanció de los representantes de su tendencia, «los renovados» que se alinearon con Fernández.

En este escenario, la conveniente disposición del ex vocero de Bachelet para una carrera presidencial de la ex Jefa de Estado estuvo lejos de ponerle “paños fríos” al conflicto. Incluso, ayer algunos diputados admitían que las palabras del líder socialista se convirtieron en un tema comentado en la bancada. Y describieron esta opción como un intento de Elizalde por «salvarse».

Además, explican, que internamente se ve como poco probable que la actual Alta Comisionada deje antes de tiempo su cargo en Naciones Unidas para regresar a la contingencia nacional, puesto que su gestión finaliza el 31 de agosto de 2022. Y la Secretaría General de la ONU, podría ser su posible siguiente paso.

«No creo que sea razonable esperar que pueda haber una vuelta de Michelle Bachelet en el tiempo inmediato. Lo que corresponde en la izquierda chilena es comenzar un proceso de búsqueda de consenso entre la multiplicidad de posturas políticas, y a partir de eso encontrar los liderazgos”, señala el diputado socialista Leonardo Soto.

Incluso, desde el partido aseguran, que la apuesta de Elizalde sería un «volador de luces para tratar de cambiar la agenda» y, así, desviar el foco de la crisis socialista. Sería además, grafican, el «abrazo del oso», puesto que la ex Mandataria optó por distanciarse del partido en medio de la crisis, para no verse “resentida”.

El senador socialista Rabindranath Quinteros sostiene que fue una “opinión personal” de Elizalde y que “veo difícil que ella acepte, pero falta tanto todavía”.

En tanto, desde el sector cercano a la mesa aseguran que una de las razones de las diferencias internas es el “factor Bachelet”, puesto que la disidencia no vería de buena manera que sea la actual directiva la que articule un posible regreso de la ex Jefa de Estado. Incluso, un grupo al interior de la colectividad (representado por figuras como Fernando Atria y Marcelo Díaz) estarían apostando por lograr una base más amplia de respaldo que incluya al Frente Amplio.

Además, si bien en el partido José Miguel Insulza, Óscar Landerretche, Fernando Atria y Máximo Pacheco ya han expresado su disposición presidencial, la ex Jefa de Estado es el único liderazgo del PS que aparece continuamente posicionado en los sondeos de opinión. De hecho, la encuesta CEP mostró que Bachelet tiene un 38% de aprobación, ubicándose como el primer liderazgo de la centroizquierda. De ahí que estar hoy cerca de ella, en el socialismo, puede traer más réditos que desventajas. Algo que, dicen en el partido de calle Paris, Elizalde lo tiene claro.