Medio siglo después, la reforma agraria realizada en 1967 por el Presidente Eduardo Frei Montalva, que expropió 10 millones de hectáreas, sigue dividiendo al país.
El gobierno conmemoró el aniversario a través de diversos actos del SAG y el Indap, y la Presidenta Michelle Bachelet calificó dicha reforma como “un paso contundente de reconocimiento, de justicia y equidad con el mundo rural”.
Pero para otros, como el filósofo Max Colodro, fue “el quiebre más profundo que la sociedad chilena ha vivido”, y diversos agricultores afectados, como Andrés Montero, señalaron que no les parece “prudente que un organismo público, que nos pertenece a todos, alabe y celebre una de las peores reformas llevadas a cabo por el Estado en el siglo pasado”.
La polémica llegó a la Universidad de Talca, dirigida por Álvaro Rojas, ex ministro del primer gobierno de Bachelet, quien realizó un seminario en que sólo invitaron a personas que defendieran dicha reforma, vetando a los opositores, según denunciaron éstos en diversas cartas a El Mercurio.
El activismo pro reforma agraria del director regional de la FAO
El conflicto tomó ribetes internacionales y se involucró hasta las Naciones Unidas, ya que el subdirector regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué, ha realizado amplio proselitismo en la prensa y en redes sociales en favor de dicha reforma agraria.
En una carta a La Tercera, Berdegué respondió una crítica editorial de ese medio, y aseguró que “los derechos tienen límites, incluyendo el derecho a la propiedad privada. Uno de esos límites, el más importante, es el de la dignidad de las personas”.
A su juicio, la reforma agraria chilena “se justifica sólo por el hecho de que decenas de miles de inquilinos del latifundio vivían en condiciones inaceptables bajo cualquier estándar civilizado. Ningún régimen de propiedad está por encima de la dignidad humana, y el latifundio no pasó esa prueba”.
En su cuenta personal de Twitter le dedicó 12 tuits a dicha reforma, destacándola como “la mayor transformación social del siglo XX en Chile”, “facilitó la transformación estructural de todo el país”, “abrió la puerta a la dignificación del campesinado y a la modernización de la agricultura y la economía rural en Chile”.
Berdegué también difundió estudios de la CEPAL sobre “los nietos de la reforma agraria”, exposiciones fotográficas del INDAP, un concierto en el Museo del Bellas Artes del grupo Quilapayún y videos promocionales realizados por la Universidad de Chile.
Además, es crítico del modelo de desarrollo chileno, ya que»existe alta desigualdad, empleos de muy bajos salarios y alta concentración económica».
Los extensos vínculos laborales con Chile del director regional de la FAO
Julio Berdegué es mexicano, al igual que la directora de la CEPAL, Alicia Bárcena, pero está avecindado en nuestro país desde la década de los 80’. Es licenciado en Ciencias de la Agricultura de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, y asumió su cargo en la FAO en abril pasado.
Entre 1995 y 2017 laboró en el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), en Santiago, como investigador y director ejecutivo.
Durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei fue director de desarrollo agrícola en el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap), en que trabajó con un equipo de 1.500 personas y un presupuesto anual de US$120 millones.
Entre 1991 y 1992 fue investigador del Instituto Interamericano para la Cooperación en Agricultura (IICA), y entre 1984 y 1990 desempeñó la misma función en el Grupo de Investigación Agraria.
La defensa de la FAO a las políticas agroalimentarias de Cuba
En su cuenta de Twitter, el director regional de la FAO es un activo difusor de las actividades de Cuba en materia agropecuaria.
En julio pasado visitó la isla junto al director general de la FAO, José Graziano da Silva, (en la foto) quien manifestó su “aprecio por la Revolución Cubana y el liderazgo del Comandante en Jefe”, y reiteró su voluntad de fortalecer las relaciones con dicho país.
La reunión se realizó en la sede de la FAO en Roma, y de Cuba asistió el viceministro primero del Ministerio de Agricultura, Julio Andrés García, quien agradeció al organismo de la ONU por el apoyo que les brinda en el desarrollo de la agricultura y alimentación isleñas.
Julio Berdegué ha destacado a Cuba como “uno de los más activos socios de FAO en la cooperación con otros países en desarrollo. ¡Agradecemos su esfuerzo”. También ha valorado su “capital humano y experiencia técnica a disposición de los países africanos”; y su aporte a los temas de cambio climático, desarrollo rural, la ayuda a la mujer rural e igualdad de género, y a la agricultura de conservación.
En un tono poco diplomático, escribió un tuit sobre una “Muy MALA noticia. ¿Qué carajos nos pasa? Estamos hablando del mas elemental derecho, a que nuestros hijos no duerman con hambre!”, en referencia a un artículo publicado por la FAOCuba sobre el aumento del hambre en el mundo.