«Estuve hoy (domingo) con la ex Presidenta de Chile Michelle Bachelet. Ella fue homenajeada por la Alianza Progresista por su actuación política y de gobernante. ¡Hablé lo que estaba ocurriendo en Brasil con el presidente Lula! Preocupa a todos», señaló en su Twitter la  senadora y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Lula Hoffmann. La declaración la hizo tras el homenaje que la Alianza Progresista -que reúne a colectividades ligadas al socialismo-  le realizó a la ex Mandataria.

Hoffmann fue una de las protagonistas del acto efectuado en la sede del Congreso Nacional, en Santiago. De hecho, la líder del PT encabezó la testera, sentada a la derecha de Bachelet, junto al secretario internacional del Partido Socialdemócrata de Alemania, Konstantin Woinoff; la vicepresidenta del grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, María Joao, y el presidente del PS, Álvaro Elizalde.

Sin embargo, de los aplausos y las palabras laudatorias en Chile, la senadora pasó a una compleja situación en su país. Un día después del encuentro, la Fiscalía General de la República de Brasil presentó una nueva denuncia por corrupción y lavado de dinero contra al ex Jefe de Estado Luiz Inácio Lula da Silva, que incluye también a la senadora Hoffmann y a los ex ministros de Planificación, Paulo Bernardo Silva, y de Hacienda, Antonio Palocci. También fue acusado el jefe de gabinete de la líder del PT, Leones Dall’Agnol.

Según la denuncia, y como se lee en el sitio de la fiscalía brasileña, los actos criminales proceden de 2010, cuando la Constructora Odebrecht le prometió al ex Presidente la donación de 40 millones de dólares a cambio de decisiones políticas que beneficiaran al grupo económico.

La Fiscalía afirma que en 2014, Hoffmann y el ex ministro de Planificación, por parte de la constructora, recibieron 5 millones de reales, destinados a campañas electorales. Del dinero entregado, 3 millones de reales se le destinaron a la senadora, a su jefe de gabinete y al ex secretario de Estado, entre octubre y noviembre de 2014.

Además, con el objetivo de ocultar la estrategia, según dice la Fiscalía, la senadora habría declarado a la Justicia Federal gastos inexistentes en el valor de 1.830 millones de reales. Los pagos se efectuaron a empresas que, según revelaron las investigaciones, fueron las destinatarias de los recursos contemplados ​​por la constructora. Ello, plantean, configura la práctica de lavado de dinero.

Prensa brasileña: «Bachelet mal informada»

En medio de esto, una dura crítica apareció en la prensa brasileña. Según el diario «O Estado de Sao Paulo«, durante el encuentro del domingo, la ex Mandataria dedicó palabras para Lula da Silva. «Existe un principio clave en todo lugar, que son las urnas, donde está localizada la soberanía popular, mucho amor a Lula y Dilma», señala el periódico en una nota titulada «Bachelet mal informada».

En el texto se agrega que «la chilena solo olvidó el detalle de que Lula fue condenado por los crímenes de corrupción y lavado de dinero y Dilma, incluso sin tener sus derechos políticos tras el impeachment, no es ni siquiera pensada por el PT para concurrir nuevamente a un cargo en el Ejecutivo».

Cercanía entre bacheletismo y seguidores de Lula

En redes sociales, la senadora del PT y seguidores de Bachelet interactuaron luego de reunirse tras el término del homenaje realizado en la sede del Congreso, en Santiago.