El inédito y crudo sinceramiento del mal momento económico que hizo este lunes el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ante la comisión mixta de Hacienda del Congreso, no sólo dejó al descubierto menores cifras en crecimiento, inversión y consumo que ponen en riesgo las reformas del Gobierno, sino que sinceró un aumento del déficit fiscal que no se veía desde la crisis internacional subprime de 2009.
“La actualización de la proyección de ingresos y gastos del Gobierno central para el año 2015 permite prever un déficit efectivo de $4.757.201 millones (US$7.300 millones), lo que equivale a -3,0% del PIB estimado para el año”, señaló el titular de Hacienda.
Ese -3% es el segundo déficit fiscal más alto del país desde el retorno de la democracia en 1990, e incluso supera al que produjo la profunda crisis financiera asiática de 1999 (-2,1%). La mayor medición fue en 2009 producto de la crisis internacional conocida por “subprime”, cuando cayó -4,4%.
El crecimiento económico del gobierno anterior sobre 5% permitió reducir el déficit a -0,6% en 2013, pero el año pasado volvió a caer a -1,6%, dejando una brecha de US$ 4 mil 230 millones entre los ingresos y gastos.
Déficit aumentaría el riesgo país
Ello significa que durante los dos primeros años de este gobierno la brecha fiscal superará los US$11 mil 530 millones, situación que, a juicio de algunos economistas, pone en estado de alerta el riesgo país, que ha sido uno de los principales activos de Chile durante las últimas tres décadas.
Además, el alto gasto fiscal pese a los menores ingresos pone en duda la promesa de la Mandataria de llegar al balance estructural en 2018, que fue uno de los objetivos de la reforma tributaria aprobada en septiembre del año pasado.
“La situación fiscal es compleja. Si el gobierno gasta más, se deteriorará la posición fiscal y aumentará el riesgo país, que significará que las empresas chilenas se financien a mayores tasas de interés. Se está deteriorando un activo en el que Chile salía muy bien clasificado, que eran el orden de sus cuentas fiscales”, explica Cifuentes.
“Estamos con un déficit fiscal de crisis internacional pero sin crisis. La pregunta es por qué se produce, y es por exceso de gasto, mala gestión que ha hecho que los niveles de crecimiento sean inferiores y eso ha golpeado la recaudación fiscal. Eso habla de extrema irresponsabilidad fiscal”, cuestiona Garay, quien puntualiza que este año el Estado se ha endeudado en US$11 mil millones.
“Las expectativas han sobrepasado el recaudación de la reforma tributaria. Necesitaríamos tres reformas tributarias para financiar las promesas. Eso ha generado mucha incertidumbre. A lo que se suma toda la discusión en la reforma laboral y constitucional, sin decir lo que se quiere cambiar”, afirma Ramos, quien utiliza el concepto re-desaceleración para explicar el bajo Imacec de 0,8% de mayo anunciado por el Banco Central este lunes.
Fuente del gráfico: Ministerio de Hacienda