A espaldas del sector Casas Viejas y cerca de la ribera del río Maipo, en Puente Alto, se emplaza una larga serie de asentamientos irregulares. Son nueve, uno pegado a otro y con la llegada de la pandemia, el aumento de la inmigración y la dificultad para pagar arriendos, estos comenzaron a crecer exponencialmente, formando sectores divididos incluso por nacionalidades, tal como ha ocurrido en tomas de otras comunas.

Se calcula que unas 10 mil personas viven en esta franja de Puente Alto, donde vecinos de barrios consolidados han levantado la voz desde 2019 por el aumento de los delitos e incivilidades que se dan en el sector, otrora residencial y tranquilo. Pero el hecho más violento y confuso es el que se vivió la semana pasada dentro de la toma “El sueño de todos”, que queda al final de este terreno particular y donde viven 600 personas, que originalmente buscaban ubicarse ahí de una forma más organizada y segura que en los otros campamentos aledaños, como el Millantú.

Para eso, en 2020 se movieron a ese sector, destituyeron a una directiva que estaba cobrando por instalarse en los terrenos, planearon guardias, libros de novedades e incluso un portón, pero nada de eso sirvió cuando hace una semana desconocidos entraron a la toma dos noches seguidas a amedrentarlos diciendo que eran parte del grupo criminal Tren de Aragua

Lo sucedido lo denunció la «Escuela Popular El Sueño de todos», iniciativa liderada desde hace tres años por el psicólogo y excandidato a diputado de Convergencia Social, Alexander Salin, donde todos los sábados voluntarios realizan talleres a los niños de la toma. Por medio de redes sociales, el domingo acusaron que un grupo armado, de 20 personas, redujo a los vecinos que estaban de guardia esa noche, y entró a la comunidad el miércoles 10 y el jueves 11 diciendo que querían tomarse el territorio, robando en algunas casas y sembrando el temor. A través de la declaración pública que subieron a sus redes pedían la atención de las autoridades en el caso y eso ocurrió. 

El problema es que tras ello surgieron diversas versiones y especulaciones sobre lo ocurrido -como por ejemplo, que un colegio había sido vandalizado y quemado en el lugar o que fueron una decena de casas las violentadas-, cuya ratificación se dificulta debido al miedo y la negativa de los habitantes del sector a hablar con la prensa.

Lo concreto es que algo perturbador pasó, las personas tienen temor y la Fiscalía Sur tiene cuatro causas abiertas por el hecho: tres por amenazas, que tienen orden de investigar del OS9 de Carabineros y una por secuestro, en manos del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (Ecoh) del Ministerio Público.

Armas y secuestro

El caso se desarrolló en tres episodios.

El primero ocurrió la madrugada del miércoles 10 donde, según relataron los vecinos a Carabineros, varios vehículos ingresaron al sector y entre ocho y 10 personas entraron a una sola casa, a robar. Durante la mañana, personal de la Prefectura Sur fue al lugar y reunió testimonios donde algunas personas decían haber escuchado lo ocurrido, mientras que otras dijeron no haber sentido nada. Se levantaron dos denuncias de oficio por este hecho.

La escuela «Sueño de todos»

Al día siguiente, también de madrugada, los mismos individuos habrían regresado recargados. “Ellos habrían estado con armas largas y estaban buscando personas en la zona del campamento. Una de las cosas que habrían dicho es que querían tomar control de esa zona territorial. Incluso existe la información de que habría sido secuestrado un joven colombiano de 20 años y la información que hemos podido recabar, es que habría sido ingresado con posterioridad en el hospital Félix Bulnes con herida de bala”, relató a Radio Agricultura el alcalde de Puente Alto, Germán Codina.

Unos dicen que escucharon disparos y otros no, pero los que reconocen haber visto o escuchado algo, coinciden en que los hombres eran extranjeros y morenos. Lo concreto es que de esto sólo existen testimonios orales. No hay fotos, videos ni casquillos encontrados.

El teniente coronel Robinson Villalón, de la Prefectura Sur, explicó a El Líbero que tras los hechos que los vecinos dicen haber vivido por segunda vez la madrugada del jueves, nuevamente llamaron a Carabineros, pero lo que les relataron es que los desconocidos retuvieron contra su voluntad por dos a tres horas a un dirigente social del asentamiento y luego lo devolvieron al mismo lugar. ¿La razón? asuntos territoriales. Según denunció la víctima, los desconocidos le decían que apoyarían su dirigencia en el lugar si él los apoyaba a ellos. Reciprocidad.

El tercer hecho ocurrió de viernes para sábado. Esa noche Carabineros recibió información sobre una tercera arremetida de los desconocidos que decían ser del Tren de Aragua. Advertidos por lo que habría pasado en la semana, esta vez fueron con el Grupo de Operaciones Especiales (Gope), Fuerzas Especiales e incluso un helicóptero, pero no encontraron nada. “Carabineros llegó de manera inmediata y los vecinos dijeron que no había pasado nada. Igual hicimos una denuncia de oficio del hecho”, sostuvo Villalón.

El asunto territorial

Es tan lamentable como cierto que las tomas conviven de cerca con la violencia. De hecho, la franja de tomas donde está “El sueño de todos”, fue escenario en 2022 de un enfrentamiento entre 32 extranjeros y Carabineros cuando estaban demarcando un terreno, lo que quedó registrado en video.

Parte del asentamiento (IG Escuela Sueño de Todos)

Y lo que denunció el dirigente presuntamente secuestrado, tampoco es nuevo. En marzo Puente Alto al Día dio a conocer que una dirigenta del campamento “Millantú” (el más grande), fue expulsada del lugar por una banda de delincuentes que se toman las casas de las tomas y luego piden un “rescate” de entre $400 mil y $3 millones, cosa que también ocurre en otras comunas. Como ella tenía un comité de vivienda legalmente constituido, le notificaron -vía amenaza de muerte- que debía irse. Un problema adicional: como son casas en toma, las personas evitan denunciar.

Fuentes cercanas a ese caso y al de “El sueño de todos”, mencionan que los vecinos habrían identificado a pobladores de la toma de Cerrillos entre los protagonistas de las arremetidas de la semana pasada.

“Históricamente en nuestro país, una de las múltiples dinámicas que es posible observar en estos espacios es precisamente el conflicto que se presenta cuando antiguos pobladores entran en conflicto con nuevos pobladores que también quieren ocupar estos territorios. Y es precisamente por lo precario de la situación, que se genera el ambiente propicio para la comisión de delitos, por lo tanto, apenas tomamos conocimientos de las denuncias, actuamos bajo flagrancia en conjunto con Carabineros, la Policía de Investigaciones, Fiscalía local de Puente Alto y la municipalidad para evitar la expansión de estos asentamientos irregulares”, dijeron desde la Delegación Presidencial Provincial Cordillera a El Líbero respecto a la posibilidad de que los desconocidos quisieran hacerse no sólo del territorio como unidad, sino de las casas.

¿Tren de Aragua?

La sola mención del “Tren de Aragua” en cualquier escenario delictual, da escalofríos y aunque está en investigación todo lo relativo a este caso, lo cierto es que ese grupo criminal, cuando se ha tomado territorios en el extranjero, lo ha hecho de una forma levemente más sutil, controlando los servicios y su nombre casi no se modula en esas calles.

No obstante, el alcalde reconoce que esto no es delincuencia habitual: “Esta es una situación que muestra la gravedad de lo que estamos viviendo en nuestro país con el avance del crimen organizado, porque no es delincuencia habitual: esta banda portaba fusiles de guerra y por eso también hago el llamado al Gobierno, de una vez por todas, a entender que esto no se combate simplemente oficiando a las policías. Necesitamos medidas efectivas y concretas y, además, terminar con la discriminación histórica en la distribución de las dotaciones policiales, pues esa falencia, esa falta de carabineros que hay en distintas comunas de nuestro país, termina siendo el caldo de cultivo para que siga avanzando el crimen organizado”, dijo el día en que se supo del caso.

Respecto al asentamiento en sí, Carabineros lo percibe como un lugar bastante tranquilo, donde “se cuidan entre todos ellos”. Así por ejemplo, en 2023 hubo nueve denuncias de delitos -tres por violencia intrafamiliar-  y en lo que va de 2024, van cuatro, pero todas relacionadas a esa singular semana.

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