Aunque sea majadero, es importante tener en cuenta que la mayoría de las veces los equipos que llegan a las instancias finales de los campeonatos de fútbol son los que tienen un mayor activo en sus jugadores. Muy de vez en cuando llega uno que no pertenezca a la elite de este deporte. Podemos revisar todas las estadísticas disponibles y siempre están “ahí” Argentina, Brasil, Uruguay, Alemania, Italia, Francia, España… y en los últimos años se han incorporado a este selecto grupo Inglaterra, Portugal, Bélgica y Croacia. En Wembley, ayer, Dinamarca no pudo.
Esto no quiere decir que los que disputarán la final sudamericana este próximo sábado no lo merezcan o que hayan sido ayudados en forma escandalosa para lograr un resultado como en otras oportunidades. Lo que sí ha sucedido es que la balanza “referíl” se ha inclinado levemente a favor de los cobros para Lionel Messi y para Neymar Junior y esto, imagino, es muy bien visto a los ojos de los dirigentes de la Conmebol.
Por otra parte, el domingo 11 se disputará la final de la Eurocopa entre Italia e Inglaterra, que logró el triunfo tras el alargue ante Dinamarca a través de un polémico penal. Vi la jugada diez veces y de verdad es dudosa la acción. Ahora bien, no sé si el árbitro neerlandés Danny Makkelie habría cobrado ese mismo penal a favor de los daneses en el minuto 104’ del alargue.
Recurro a un dicho de mi querido cuñado “Chemo”: “En la vida no hay que tener razón, es mejor tener éxito”. Por lo tanto, felicitaciones a las autoridades del fútbol europeo, que lograron sacar adelante en un mes 51 partidos, con una final en Wembley, con Inglaterra como protagonista y con el lujo de tener como una hincha más a través de la TV a la reina de reinas, la carismática y adorable Reina Isabel II.
Lo mismo digo a los dirigentes de la Conmebol y a las autoridades brasileras, que doblegaron voluntades en todos los niveles para disputar la Copa América con los 28 encuentros de este torneo. Este sábado en el mítico Maracaná tendrá frente a frente dos buenos amigos: Lionel Messi y Neymar Junior. Una final soñada. Estaba escrito y tenía que ser así.