La desigualdad se ha instalado como un tema nacional y ha sido el concepto que ha inspirado las reformas estructurales del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, quien repitió 41 veces dicha palabra en su programa de gobierno y afirmó que se debe “abordar la desigualdad para mirar al futuro con confianza”.

Pero el libro “Chile: ¿Más Equitativo?”, que publicó en 2011  Claudio Sapelli,  doctor en economía de la Universidad de Chicago y director del Instituto de Economía de la Universidad Católica, removió el debate al afirmar que la desigualdad en nuestro país se redujo en ocho puntos entre las generaciones nacidas en los años 60’ con los nacidos en los 80’, contradiciendo otras publicaciones respecto del “fracaso del modelo” de desarrollo chileno.

“Chile va bien, las tendencias sociales que están ocurriendo nos llevarán a una mejor distribución del ingreso, mayor movilidad y menor pobreza. Quizás el tema central radica en que queremos apurar el tranco”, señala el párrafo final del libro, que analizó las encuesta Casen desde 1992.

El libro tendrá una segunda edición, que se lanzará el próximo lunes 14 de noviembre, y su autor adelanta a “El Líbero” las principales conclusiones. Quizás el dato más relevante es que la reducción de la desigualdad sigue a un fuerte ritmo, ya que mejoró en 20 puntos en la medición GINI entre quienes nacieron en la década de los 90’ con relación a los de los años 60’.

-¿Qué arroja esta segunda versión respecto de la desigualdad en el país?

-La Casen muestra una mejora en la desigualdad en la población como un todo muy importante en un período corto de tiempo. Si uno lo mira en términos históricos es una baja muy importante. La  segunda edición del libro trae datos actualizados y encontré que las tendencias de mejoras de distribución del ingreso para las generaciones más jóvenes se confirman e incluso se aceleran.

Sapelli: «En la generación nacida en 1960 versus la generación nacida en 1985 la distribución del ingreso mejoró en ocho puntos. Si se compara con la generación de los 90 la mejora es de 20 puntos en el GINI»

 -¿Qué mejoras detectó en la desigualdad?

-Durante las primeras décadas del siglo XX la distribución del ingreso estaba empeorando, después hubo una reversión de esa tendencia a mediados del siglo XX. En ese proceso de mejoras, en la generación nacida en 1960 versus la generación nacida en 1985 la distribución del ingreso mejoró en ocho puntos. Si se compara con la generación de los 90 la mejora es de 20 puntos en el GINI. Hay una mejora de mayor magnitud entre la generación de los 80 y los 90’. Es más claro que el proceso de mejora en la desigualdad es mucho más fuerte de lo que había detectado antes.

-¿Por qué se ha reducido en forma tan relevante la desigualdad entre las generaciones de los años 60’ y 90’?

-Le doy mucha importancia a la educación, ya que ha aumentado el nivel y la graduación en la enseñanza media. Es un proceso muy acentuado en Chile y que ha contribuido harto a esta tendencia. Históricamente hubo un problema de acceso a la educación terciaria durante los 70 y los 80’, y las vacantes universitarias estuvieron congeladas. El gran aumento de la cobertura en la educación universitaria y técnica tiene un rol fundamental en dicha mejora de la desigualdad. El crecimiento económico también ha sido fundamental.

-¿En las últimas tres décadas Chile es un país menos desigual?

-Sí, eso es lo que dicen los datos. Lo que sí es posible es que durante ese tiempo la tolerancia de la población para algunas cosas que hacían de Chile una sociedad muy vertical y jerárquica ha desaparecido, y es perfectamente posible que lo que dicen los números y las sensaciones no calcen, pero los números son inapelables. La mejora existe y es muy importante.

-¿La desaceleración económica de los últimos tres años puede afectar la tendencia de reducción de la desigualdad?

-Es demasiado reciente para que esté presente en la investigación, pero evidentemente que cualquier cosa que afecte el acceso a la educación, el crecimiento, o negativamente la calidad de educación, va a enlentecer el proceso.

-Algunos teóricos hablan del “derrumbe del modelo chileno”, que no habría sido capaz de generar desarrollo e inclusión. ¿Cuál es su opinión de ello?

-Mucha gente se basa en sensaciones y no en datos, yo le creo a los datos. Pero de todas maneras ha habido fenómenos que pueden haber dado lugar a descontentos, que son consecuencias de tendencias que son positivas pero que algún sector de la población la puede vivir como negativas. Una de ellas es el aumento de la movilidad social, que significa que los pobres pueden salir de la pobreza pero también que alguna persona que no es pobre puede caer en la pobreza y eso aumenta la incertidumbre. Si bien le aumenta las esperanzas a un grupo importante de gente también les aumenta la incertidumbre a otros. El otro tema creo que dio lugar a la revolución pingüina tiene que ver con los premios salariales para los egresados de la educación superior. Tiene mucho que ver con una de las presiones iniciales por el cambio del movimiento estudiantil. Ahí en buena parte la dinámica que se generó tiene que ver con la creación de premios salariales para los que tenían  mayor educación por el alto crecimiento económico de Chile, en un contexto de escasez de profesionales. La gente vio esos premios y se sintió motivada para estudiar, pero este  mismo proceso de generar más profesionales afectó los premios salariales. Por eso la población se sintió estafada de alguna manera. Este proceso de que haya más profesionales es bueno porque antes había importantes premios salariales a los que accedían pocas personas, y después hay premios más chicos pero tienen acceso más personas.

-¿Qué otras conclusiones trae su libro?

-El libro tiene una discusión más larga de política pública. En la primera edición era la educación preescolar, que sigue siendo un tema de primer orden. Ahora se incorporan temas adicionales como el ingreso ético familiar. Fue recomendada por el consejo de equidad, del que fui miembro, que convocó la Presidenta Bachelet en su primer período, pero no se implementó. Hay cambios en las tendencias sociales que hacen que esta medida sea mucho más importante. Una de las cosas que ha cambiado en Chile es la movilidad, que es relativamente nueva.

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