“Hay que ver cómo pasamos de la versión original, a un gobierno que ahora tiene dos coaliciones que son bastante equivalentes en su peso político y electoral” y “es el momento de actualizar la promesa de este gobierno ante el pueblo de Chile y actualizar la alianza de gobierno que lo respalda”, fueron dos de las frases que la ministra del Interior, Carolina Tohá, lanzó en distintas entrevistas concedidas en enero y febrero.

En ellas intentaba adelantar el cuadro político que el gobierno configuraría para este segundo año de gobierno.

Pero a la luz de los hechos, el deseo de la titular de Interior no se cumplió a cabalidad. Y es que el esperado cambio de gabinete realizado el viernes por el Presidente Gabriel Boric, no alcanzó a llenar las expectativas que sembró Tohá.

Las cuentas en el Socialismo Democrático

Se esperaba que fuera el momento en el que el Socialismo Democrático entraría con determinación a distintos ministerios para equilibrar fuerzas con Apruebo Dignidad, en una señal de que habría un cambio en el relato. Pero eso no ocurrió.

En términos numéricos, a nivel ministerial, el Socialismo Democrático no vio aumentada su participación. A nivel de subsecretarías, en tanto, vio mejorada su representación (ahora tiene 10), pero Apruebo Dignidad los sigue superando largamente (tienen 18). Las 10 restantes subsecretarías están en manos de independientes.

El núcleo ideológico de Boric y la incomodidad del Socialismo Democrático

Si bien el cambio implicó una mayor presencia de la centro izquierda, en el sector ya hay quienes plantean dudas del efecto real que tendrá esto en las definiciones estratégicas del gobierno.

En el fondo, advierten, el Presidente no tocó el corazón del comité político y de su eje ideológico: Giorgio Jackson, Camila Vallejo y Antonia Orellana. Tampoco, por ahora, el segundo piso.

En el Socialismo Democrático han hecho ver interna y públicamente que más allá de un tema de nombres, la molestia radica en que el Presidente toma las decisiones con su círculo de Apruebo Dignidad, un espacio donde ellos no participan y donde no existen contrapesos.

Se mantiene la pugna Tohá-Vallejo

Esta molestia quedó en evidencia tras el conflicto por los indultos. En el Socialismo Democrático aún lamentan que mientras Tohá estaba ad portas de cerrar un acuerdo en materia de seguridad, el propio gobierno le quitó el piso y desató una crisis.

Al interior del oficialismo aseguran que desde la llegada de Tohá al comité político, la ministra del Interior ha debido hacer frente al poder que ostenta la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.

Vallejo no sólo tiene una gran cercanía con el mandatario, sino que además es la principal representante del Partido Comunista en el gabinete y, por ende, de la agenda más de izquierda del gobierno.

Esta tensión se vio también en los días previos al cambio de gabinete. Mientras la titular de Interior hablaba de «actualizar la promesa de gobierno», Vallejo salió a aclarar que «no estamos por renunciar a los compromisos».

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