Hace casi tres meses un incendio estremeció la paz de Rapa Nui. El Juzgado de Letras y Garantía se quemó hasta sus cimientos. Pero han sido otros los hechos que han mantenido a la isla en el centro de las miradas: el viernes 5 de abril, Conadi aceptó a Nancy Rivera como nueva Presidenta del Directorio de la Comunidad Indígena Ma’u Henua, una entidad creada en 2016, a la que el 27 de noviembre de 2017 el Estado le entregó la Concesión de Uso Gratuito del Parque Nacional Rapa Nui por un período de 50 años.

Las últimas semanas de abril han sido turbulentas ante las dificultades que ha tenido Rivera para tomar la administración, pues el presidente saliente del Directorio, Camilo Rapu, y sus seguidores acusan “intervención estatal” y se atrincheraron en sus oficinas.

No obstante, la elección de nuevas autoridades en la comunidad indígena llega luego de una seguidilla de denuncias de malos manejos administrativos por parte de Rapu. Acusaciones que quedaron ratificadas en un Informe de Revisión Financiera elaborado por el Ministerio de Bienes Nacionales, con respecto a la rendición de cuentas entregada por el directorio saliente que muestra un “importante descalce” entre egresos, ingresos y el saldo final, clasificación errónea de gastos, y grandes diferencias en los “gastos de personal en los meses de abril, mayo y junio”.

En una visita reciente a Santiago, el alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds Paoa, conversó con El Líbero sobre el ambiente que se vive en la isla.

-¿Fue posible recuperar las instalaciones que se quemaron a finales de enero del Juzgado de Letras y Garantía?

-Esos edificios están aún etapa sumarial, por parte de la PDI, Fiscalía y el Poder Judicial. Paralelamente, hay un equipo del Poder Judicial de infraestructura que está diseñando las nuevas dependencias. Eso debe haberse materializado de aquí a seis meses.

-¿Cuál es el estatus del caso de Juan Nahoe Hereveri, a quien intentaron linchar, por haber apuñalado a otra persona?

-Él fue trasladado al continente. Eso está en manos de Fiscalía. Él ha sido formalizado, pero sigue en recuperación. Más allá de eso, no tenemos información.

-El tema que ha mantenido a la isla en vilo es el cambio de autoridades de la Comunidad Indígena, ¿ustedes como alcaldía estaban al tanto o podían actuar sobre las denuncias de malos manejos administrativos?

-Siempre estuvimos al tanto y expectantes de colaborar; apoyar con nuestra expertise en administración de fondos públicos. Siempre la municipalidad estuvo abierta a que la directiva presidida por Camilo Rapu se acercara. Sin embargo, ellos siempre se negaron. Yo participé en dos ocasiones como miembro de la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua, Codeipa, y facilité la asesoría para que ellos pudieran corregir el informe dirigido a las autoridades. Bienes Nacionales es tutor del contrato, pero todos nosotros como Codeipa somos responsables y, de acuerdo con el contrato, fiscalizadores de la buena marcha de los recursos. Se acercaron una vez, pero muy tibiamente y con mucha soberbia, y no volvieron. No supe más de ellos, pero continuaron los cuestionamientos.

Todo lo que se busca es revisar las cuentas. Si las cuentas dicen que está todo bien que todo el mundo esté quieto, pero si dicen que no, hay una materia penal, judicial, que la nueva directiva tendrá que dirigir a Fiscalía, y ellos, a su vez, llevarlos a la justicia».

-¿Cómo supo de estos malos manejos?

-Hubo un juicio en contra del Presidente del directorio de la comunidad Camilo Rapu. Allí se mostraron varias pruebas: cheques girados a nombre de su hermana, de sus tíos, de sus abuelos, de su familia, pagos que se hicieron sin licitación, sin sinceramiento al resto de la directiva. Manejaba los recursos como si fueran propios, y eso se demostró en este juicio. Esa información cayó en manos de los líderes de Rapa Nui, de las familias. La comunidad se crea al alero de la familia, y empezaron a solicitar que rindieran cuentas y se negaban, eran muy ambiguas las respuestas. Finalmente, hubo que intervenir. Se hicieron cinco asambleas, y cada vez Rapu con distintos recursos truncaba ese encuentro. Nosotros asesoramos a las familias en ese camino, hasta que lograron el objetivo: elegir una directiva nueva. Todo lo que se busca es revisar las cuentas. Si las cuentas dicen que está todo bien que todo el mundo esté quieto, pero si dicen que no, hay una materia penal, judicial, que la nueva directiva tendrá que dirigir a Fiscalía, y Fiscalía, a su vez, llevarlos a la justicia.

-¿Esto ha traído problemas de convivencia en la isla? Hubo un linchamiento y el nuevo Directorio no había podido tomar posesión.

-El tema de la convivencia está bien manejado en la isla. Nunca se nos escapó de las manos. No confundamos. Es muy típico en Chile mezclar todo y hacer un popurrí de cosas. Lo del supuesto linchamiento de un imputado que mató descarada y criminalmente con siete sablazos a otra persona, no tiene nada que ver con esto. Aquí se trata de arreglar esto a través de las reglas de Chile, que no son reglas Rapa Nui. Esto se desprende de la Ley Indígena. Dentro de esas reglas existe la posibilidad de crear comunidades; cuando hay conflicto te dicen cómo seguir, y en ese camino estamos. Esto no hay que mezclarlo con la cultura Rapa Nui, no tiene nada que ver. Nuestros hijos vinieron a vivir y estudiar en el continente, están llevando de vuelta a la isla las reglas del continente, que yo no las aprecio para nada, y esas son las reglas que hoy día confunden a una parte de la comunidad, no a la isla. La isla está quieta, la isla espera a que los asuntos de la comunidad, dentro de un marco democrático y transparente, que lo comanda un estatuto, se resuelvan y si no es a las buenas, tendrá que irse a la justicia. La comunidad a cargo de Rapu presentó un recurso y fue rechazado. Ahora viene un tiempo de investigación. Si ellos presentaron un recurso y no pusieron toda la información a disposición, es que no tienen nada. Significa que están mal. Significa que la comunidad tiene la razón al haber elegido una directiva nueva para corregir ese error. Lo que tienen que hacer esos hijos nuestros, es entender, comprender y hacerse a un lado. No hay que entrar en mayores conflictos, porque todos compartimos la misma roca y no tenemos chance para estar peleando porque nos vamos a caer al mar porque la roca es pequeña.

La isla está quieta, la isla espera a que los asuntos de la comunidad, dentro de un marco democrático y transparente, que lo comanda un estatuto, se resuelvan y si no es a las buenas, tendrá que irse a la justicia».

-¿Qué opinión tienen del nuevo directorio?

-Han tenido una actitud totalmente pacífica. Destaco que la comunidad eligió a gente mayor, capaz, con criterio Rapa Nui. Segundo, ellos manifestaron que son una directiva interina; toman ahora la administración y la van a llevar hasta el fin del período que es en agosto de 2020. Allí terminan los primeros cuatro años de la directiva. Lo que quieren hacer, y eso me gustó mucho, es tomar, corregir y concluir bien para que la próxima directiva funcione tranquila, limpia. Además, todos los que trabajan allí son familias de la comunidad, de todos nosotros. Dijeron a los trabajadores: ‘quédense tranquilos, que vamos a respetar sus contratos, vamos a respetar sus trabajos y los vamos a capacitar’. Eso es lo que destaco de la nueva directiva: capacitación, respeto, orden, transparencia. Es lo que manifestaron cuando me vinieron a ver para presentarse. Yo estoy a favor de eso, de la tranquilidad, el orden, la humildad, el respeto. Ese es el plan que yo dirijo hoy día y llevo seis años dirigiendo ese plan.

“No puedo proponer un Plan de Carga porque no tendría recursos para financiarlo”

El 1 de agosto de 2018 se promulgó la Ley de Residencia y Permanencia en Rapa Nui, que busca revertir el daño causado por el explosivo aumento en el número de sus habitantes. El instrumento crea un Consejo de Gestión de Carga Demográfica, responsable de velar que la norma se aplique, hacer las recomendaciones que considere pertinentes; elaborar y dirigir un Plan de Gestión de Carga Demográfica. Este último punto, en particular, inquieta al alcalde, pues ha decidido separarse del Plan y no entregar la parte que le corresponde. Alega que el Estado no le da los recursos necesarios para ejercer sus funciones. “La consecuencia es que me acusen de notable abandono de mi deber por no cumplir con la ley”, advierte.

Edmunds Paoa explica que son diversas las instancias que intervienen en este proceso: “Hay temas que le competen al Ministerio de Educación, por ejemplo el idioma Rapa Nui, que está en peligro; al Ministerio de Salud, lo que tiene que ver con la capacidad del hospital; al Ministerio de Energía, el tema de la energía eléctrica; hay temas que tienen que ver con el Ministerio de Obras Públicas, como el agua, etc”.

-¿Por qué se niega a entregar sus recomendaciones?

-Me niego a entregar mis recomendaciones al plan y me niego a participar porque paralelamente he venido trabajando con el Ministerio de Interior, con la Subsecretaría de Desarrollo Regional, para que se me reajusten los recursos que el municipio necesita. El Municipio de Rapa Nui es el único en todo Chile que no tiene recursos propios, no los genera porque hay una serie de trabas legales que no lo permiten. Primero, toda la isla es un Monumento Histórico, y como todo monumento está exenta. Segundo, toda la isla es un parque natural, y los parques están exentos. Esas dos leyes, que datan de los años 30, no permiten que la isla pueda tributar. Entonces, no podemos recaudar.

-¿No pueden cobrar impuestos a la Comunidad Indígena? 

-No. No podemos recaudar. No se puede cobrar. Tendríamos que modificar todo. Tendría la isla que dejar de ser parque. Tendría que dejar de ser monumento. Eso es muy difícil. Al no poder recaudar, se recurrió al Fondo Común Municipal en el año 2003 o 2004 para que la isla pudiese tener mayor participación dentro de la distribución. Para eso el Estado se comprometió a aportar mayores recursos al fondo. Cosa que ha hecho. El Estado ha ido aumentando su participación en el Fondo Común. Solicité el reajuste de los recursos que necesito para la marcha normal del municipio, además precaviendo lo que viene a partir del Plan de Gestión de Carga, pero Interior me lo niega. No me dice que no, pero tampoco me dice que sí y ha pasado un año y medio. Ya para mí es un no. Y aquí estoy con una disyuntiva y un problema gravísimo de incumplimiento de la ley, porque no puedo proponer un plan porque no tendría recursos para financiarlo. Al no tener los recursos, no puedo hacerme responsable de un plan y esa es la razón de por qué me estoy bajando del plan.

-¿Y qué aspectos usted quisiera proponer que no tendría recursos para financiar?

-Basura. Mi municipalidad recoge y entierra la basura. Hago todo eso. Aquí las municipalidades eso lo externalizan. Hay empresas que se dedican a eso. En la isla lo hacemos todo nosotros. El costo anual es de alrededor de 450 millones. Ninguna municipalidad del tamaño que yo tengo va a tener esa cantidad de plata. Cuesta eso porque la isla es cara. No hay una isla en el planeta que sea barata. Todo viene del continente. Por todo lo que la isla adquiere en el continente hay que pagar IVA, pero no recuperamos el IVA.

Solicité el reajuste de los recursos que yo necesito para la marcha normal del municipio, además precaviendo lo que viene a partir del Plan de Gestión de Carga, pero el Ministerio del Interior me lo niega».

-¿A parte de la basura, qué otros puntos?

-La lengua Rapa Nui se está perdiendo. Desde hace décadas lo estamos diciendo. El Ministerio de Educación no invierte en incentivos para mantenerla. Hay un programa del Ministerio de Educación, que se llama EIB (Educación Intercultural Bilingüe), pero se basa en la metodología de los 70. Al final terminas hablando nada o como Tarzán. El Municipio invierte en educación 300 millones al año e invierte en educación en la lengua. Otro ejemplo es lo vial: la Secretaría de la Dirección de Tránsito tiene un gasto anual de 88 millones. La isla tiene alrededor de 3.500 vehículos y se cobra 770 pesos por permisos de circulación, sea un Maserati o un Suzuki; sea un camión grande o una bicicleta con motor. Se cobran 770 pesos porque no podemos cobrar derechos, ni gravar. Se cobra por el costo del papel. Así se justifica. Si lo redondeamos a mil pesos, en el año recaudaríamos 3,5 millones. Recaudas 3 millones, pero gastas 88 millones. La ecuación no da. Esa carga también la lleva el municipio. No urbanizo porque no tengo con qué. Esta es una ley muy buena, pero tienes que tener los recursos. Por eso me niego a participar de un plan donde no tengo garantizados los recursos.

-¿Qué responde el Ministerio de Interior cuando usted plantea esto?

-El Ministerio de Interior ha dicho que he sido irresponsable, ha dicho que estoy hipotecando el futuro de mi comunidad y ha dicho, con otras palabras, que estoy falseando lo que estoy pidiendo. Mi única fuente de financiamiento me está criticando. A quién más voy a acudir, estoy con las manos atadas. No puedo hacer y tampoco me dejan hacer.

Esta es una ley muy buena, pero tienes que tener los recursos. Por eso me niego a participar de un plan donde no tengo garantizados los recursos».

-¿Las otras instancias han cumplido con entregar su parte del plan?

-Las otras instancias sí han cumplido y yo he sido muy crítico de todas ellas porque son muy someras. Yo también critico a mis compañeros del plan, porque no están tomando seriamente el Patrimonio de la Humanidad. Cada moái cuesta un millón de dólares, y hay casi mil. No hablamos de la plataforma que tiene otro coste, ni del cuidado diario, que tiene otro coste. Todo eso lo podemos hacer si le asignamos no grandes recursos, sino recursos permanentes y constantes.

-¿El Estado puede alegar que mantener los moái puede hacerse con los recursos de la Comunidad Indígena?

-La recaudación por entradas son 4.000 millones. Redondeando las cifras. Los recursos que administra la municipalidad son 8.000 millones. Yo tengo más recursos como municipalidad que el mismo parque y yo apoyo al parque porque no le alcanzan los 4.000 millones. Suenan como grandes cifras, pero si les aplicas sueldos, seguros, infraestructura, operación, al final no tienes la plata. 4.000 millones, son 6 millones de dólares. El fondo le aporta 8 millones de dólares al municipio al año. No alcanza.

Mi única fuente de financiamiento me está criticando. A quién más voy a acudir, estoy con las manos atadas. No puedo hacer y tampoco me dejan hacer».

-¿Cómo esto repercute en los turistas?

-Repercute en desórdenes callejeros. Repercute en suciedad. Voy a tener que recular en muchos programas que colaboran con la imagen del país y la imagen de la isla. Nos visitan 126.000 turistas al año. Entonces, esos turistas se van hablando bien de Chile. No solamente de Rapa Nui, pero eso no lo miden acá. Lo ven como un capricho del alcalde Rapa Nui, pero resulta que este capricho nos trae buenos dividendos.