Wandavision (2021, Disney+) se presenta como la primera de ese puñado de series anunciadas hace dos años por Marvel Studios y que vienen a nutrir la fase cuatro del Universo Cinematográfico de la casa de comics (MCU en sus siglas en inglés).

La serie, de 9 capítulos rápidos de digerir, narra la historia de Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen) tras los eventos de Avengers: Endgame (2019) y su amor sin límites por Vision (Paul Bettany).

Hay al menos dos modos de transitar por la serie escrita por Jac Schaeffer y dirigida por Matt Shakman. La primera, es viendo uno a uno los capítulos y disfrutando como la entrega se enarbola en un homenaje a las series clásicas norteamericanas de la segunda mitad del siglo XX. Cada capítulo –al menos de la primera mitad de la serie– se muestra con el formato de rodaje, el guión y el humor propio de las sitcoms que protagonizaron la pantalla chica en las últimas décadas. Sin embargo, desde el comienzo hay pequeños signos que le dicen al espectador que algo anda mal, que la huérfana de Sokovia parece estar ocultando algo y que, en definitiva, toda esta ambientación no es más que una puesta en escena que no siempre logra estar bajo su control. Wanda pareciera estar ejerciendo todos sus poderes de control mental para crear una ficción de la familia perfecta que siempre quiso construir con Vision.

La otra forma de ver la serie es la verdaderamente interesante y la que más importa a sus creadores, pero exige esfuerzo, dedicación y buena memoria. Como todo lo que sale del horno de Marvel, Wandavision está plagada de gestos, signos y detalles que evocan a producciones anteriores, lo que enriquece tremendamente la experiencia y la comprensión del fanático que se enfrenta a la serie. No es sencillo, porque al menos -sí, al menos– disfrutar al máximo de los 9 capítulos exigiría, por lo bajo, tener frescas en la memoria la veintena de películas del MCU.

Y es que esa es la maravilla de Marvel Studios… todas sus entregas permiten esta doble navegación: la de quien por primera vez se enfrenta al mundo de los superhéroes de Stan Lee y queda “enganchado” y se siente obligado a investigar para entender del todo; o la del fanático que se siente reconfortado y premiado por su fidelidad y ve en esta serie una pincelada más en un cuadro que viene escribiéndose desde 2008 y que veremos acabado quién sabe cuándo.

Sea cual sea la aproximación –la del iniciado o la del fanático– Wandavision nos muestra en el fondo una historia de amor que, al ser protagonizada por superhéroes, es llevada al máximo, pero que no deja de ser equivalente a las historias de amor que día a día protagonizamos los simples mortales. En varias ocasiones los protagonistas sentencian que la familia es lo más importante y que el hogar se defiende a cualquier precio y, por mucho que lo diga la todopoderosa Bruja Escarlata, no deja de ser algo intrínsecamente humano.

Wandavision nos lleva así a la determinación que millones de madres y padres hacen cada mañana al despertar y que pone a sus seres queridos en primer lugar, sin importar el lugar, la época, ni las adversidades que se enfrenten. La familia es lo más importante. Y Wanda lo sabe… y lo sabe muy bien…

Wandavision está disponible en Disney+.

Trailer aquí.

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Alberto López-Hermida

Periodista. Director de la Escuela de Periodismo de la U. Finis Terrae