Soy nostálgico, sé que no lo parezco… pero es así señores. Las grandes historias y los finales legendarios provocan en mí algo extraño. Esta semana (para ser exactos este viernes), un espacio emblemático de la televisión chilena “bajó sus cortinas”, me refiero al padre de los programas de farándula, SQP (Sálvese Quien Pueda), que vio la luz un lunes 23 de julio de 2001.

Según dicta mi memoria, cuando el programa apareció en la TV local no contábamos con ninguna emisión del género al aire de manera diaria (ahora permanece solamente Intrusos en RED TV). Un dato no menor, pues le guste o no a los “doctos” críticos del contenido farandulero, SQP marcó una era en estos 15 años que estuvo al aire (en julio de 2016 estuvo de aniversario).

Un poco de historia. En los primeros años el insigne programa tenía una sintonía envidiable, los temas ahí expuestos eran conversación obligada en la pega, la peluquería, en la “once” familiar y un sinfín de lugares. Nacían los panelistas u opinólogos, entre ellos Pamela Díaz, “Chico” Pérez, Claudia Schmidt, una larga lista de “ex chicos reality”, además, participaron periodistas como René Naranjo, Jennifer Warner (quien fue su animadora por seis años) y Alejandra Valle, entre otros.

Pero lo más importante: instaló en el medio local un estilo y formato, el cual fue reproducido por la competencia a partir del 2006: Alfombra Roja (Canal 13), Mira Quién Habla (Mega), Intrusos (La Red) y, luego, en 2009, se sumó En Portada (UCV). De ahí “chorreaba” contenido para toda la pantalla chica, pues los temas eran reproducidos en matinales y en horario vespertino.

En octubre pasado, cuando CHV informó que el programa se acababa y que no cubriría el Festival de Viña -el evento más importante del espectáculo nacional y que, además organiza el mismo canal–, todos pensábamos que ante la llegada de Jorge Carey como director ejecutivo esta resolución cambiaría. Sin embargo, hasta acá esto no pasó.

A ver señores, directo como soy, narraré un par de cosas que explican el porqué de mi nostalgia: ya les dije que marcó una etapa y puso al aire temas que le gustan a la gente y que “acompañan” (pueden complementar esta idea leyendo mi columna sobre los matinales).

Hay personas que dicen que era “un asco”, pero al final del día lo terminaban viendo igual. Tal vez no en la pantalla, pero sí en un comentario en Twitter o en la nota publicada por algún portal (basta dar una vuelta por los principales portales de noticias para darse cuenta que son las notas de farándula las que toman el primer lugar en visitas).

Es más, hay estudios que han tratado de explicar por qué nos gusta saber la “copucha” del famoso de turno (para que vean que no es un tema ahí no más). Adam Perkins, neurólogo del Colegio King de Londres comentó que “las celebridades son particularmente susceptibles de ser envidiadas. Por lo tanto, cuando caen en desgracia nosotros somos más propensos a sentirnos felices por ello”.

Me da nostalgia que se termine SQP. Además, no le hace bien a la industria. En todo ámbito la competencia (leal) es buena, pues ayuda a que mejore el contenido entregado. Sin embargo, programas como Intrusos seguirán teniendo una competencia: internet. Los videos filtrados, la foto de Instagram, etc.

Por todo eso y muchas cosas más, este viernes es un día triste para la TV. Se va una leyenda. ¿Buena o mala? La historia televisiva lo juzgará.

 

Vasco Moulian, académico UDD.