El cronista gastronómico conocido como @DonTinto (Álvaro Peralta Sáinz) exhibe sus recetas de platos tradicionales que cocina en casa. El cocinero amateur como emblema de una masculinidad que tiene que hacerse cargo de la cocina diaria, no el chef episódico de fin de semana que ni los platos lava, o el que se jacta de no saber ni hacer un huevo o se excusa con la lastimosa frase “a mí se me quema hasta el agua”.

El autor realiza un rescate necesario de la cocina de casa, más allá de ser un capricho de fines de semana o la misma que las nuevas generaciones desconocen porque la cocina chilena quedó confinada a un reducto donde la sazón doméstica es amenazada por la velocidad de la vida moderna, por los influjos extranjeros, la migración, por las tecnologías, por el delivery que casi no conoce de fronteras, más aún en la ciudad. El periodista llama a volver a cocinar con recetas muy sencillas y acá esta el valor de su publicación.

Bajo el subtítulo Platos de siempre para los tiempos de hoy, Peralta establece una moral que bebe de los preceptos de investigadores como Michel Pollan y también hace el gesto del recetario útil que honra a publicaciones como Cocina Popular de Mariana Walker, los libros de Ruperto de Nola y los del Doctor Roberto Marín, como Cocineros cocinando a la chilena con procedimientos sucintos, que por la brecha que puede experimentar con los lectores más jóvenes requieren  de ciertas explicaciones -como el tránsito del ceviche desde lo tradicional chileno al actual peruanizado-.

Las recetas van desde platillos que exigen estacionalidad, como unos tomates rellenos, palta reina, un charqui al estilo arriero como los que consumen todavía en la precordillera del Valle de Aconcagua. Platos de fondo como callitos, riñones al jerez y asado alemán. Las preparaciones incluyen un cuadro de tiempos de elaboración y potencial de refrigeración y tiempo en el congelador. El apellido “popular” queda muy bien entendido por la naturaleza de los ingredientes; lo prosaico y pedestre de las preparaciones permiten tener un acerbo de recetas al alcance de la mente sin tener que recurrir a Pinterest y terminar haciendo budha bowls o nuevamente fideos. Hay recetas que son al gusto del ejecutante (lo que irrita a perfeccionistas y obsesivos), con porciones caprichosas (como las medidas de una piscola). Se le puede reprochar que dentro de las bebidas sólo hay opciones con alcohol y la ausencia de postres, pero que nada empañe esta colección de platillos que sólo invita al gesto convocante de cocinar para otro y sentarse juntos a celebrar la vida.

Recetario Popular Chileno. Álvaro Peralta Sáinz. Aguilar. 192 páginas. En librerías. Precio de referencia $12.000.