La televisión chilena actual no se caracteriza precisamente por tener una larga lista de programas estelares para regodearse. Son pocos y es por eso que los tevitos como yo, siempre esperamos con ansias una nueva temporada de alguno de los contados programas de este tipo que van quedando en la pantalla nacional.

Y la noche de este jueves fue el estreno de la temporada número 12 del programa “Vértigo” de Canal 13, donde una afiatada y cómplice pareja de animadores formada por Diana Bolocco y Martín Cárcamo daban la bienvenida en una obertura digna de una película de velocidad en carretera. Donde Diana enfundada en un traje de cuero arriba de una motocicleta se dirigía al canal, mientras Martín en un auto deportivo conducido por Oscarito (el que trabaja con Edo Caroe) era trasladado a la señal de Luksic.

Todos sabemos que el éxito de los capítulos de “Vértigo” depende exclusivamente del nivel de los invitados y del debate que haya. Si es por eso, anoche los invitados Gonzalo Jara, Gala Caldirola, Alberto Plaza, Daniela «Chiqui» Aguayo y Julián Elfenbein ayudaron, ya que sin ser grandes estrellas como las que llevaban en los primero años, fueron lo bastante diversas y potentes para acaparar el rating de la jornada. Promediaron 18,6 puntos frente a los 15,8 de Mega, 6,2 de Chilevisión y 4,9 de TVN. Eso sí, entre las 22:55 y las 23:32, fueron superados por la teleserie “Perdona nuestros pecados” de Mega, que obtuvo 23 puntos.

Pero como siempre sucede, el que se llevó los mayores aplausos y el peak de la sintonía fue el niño símbolo del programa, Yerko Puchento, con 24 puntos, quién sin pelos en la lengua, y con su habitual descaro para decir las cosas, hizo una dura crítica a Carabineros por el millonario fraude al fisco, vestido precisamente de uniforme verde. Sin anestesia les dijo de todo. Valiente Yerko. Claro que después tuvo que aguantar que Martín y el propio Leonardo Farkas, a través de un video, lo palanquearan por su fallido show en el cumpleaños del millonario en Miami hace unas semanas.

Y luego le dijo a Gonzalo Jara que los futbolistas no eran cultos, a Gala Caldirola (novia de Mauricio “Huaso” Isla) que era ciega por andar con alguien tan feo como Isla, a “Chiqui” Aguayo le dijo que era más garabatera que Leo Messi (por las sacadas de madre al árbitro asistente contra Chile), a Alberto Plaza que tenía puras canciones mamonas y a Julián Elfenbein que era voluntario para el Censo. Sin contar que partió su rutina subiendo al columpio a Andrónico Luksic por andar en metro y mandar una caja con seis bombones de regalo deseándole éxito al debut del programa. Finalmente terminó vestido como el jugador uruguayo Cavani para pedirle a Gonzalo Jara que le hiciera el famoso dedo.

Pero hay que decir que el plato fuerte del programa fueron los duros dimes y diretes entre la “Chiqui” Aguayo y Alberto Plazo, palos iban y palos venían. Uno le decía flaite y ordinaria, tal como en una carta que mandó a un diario para el pasado Festival de Viña, mientras que la otra le decía facho y que opinaba desde la comodidad de su balcón en Miami y que Chile había evolucionado, pero él no. Debo reconocer que me quedo con la postura de Plaza, ya que con argumentos la dejó descolocada y nerviosa a Chiqui Aguayo. Su rutina fue grosera.

Finalmente los pasajes a Dubai los ganó Julián Elfenbein, quien fue el ganador de la jornada. Pero lo importante es que volvió el estelar de la televisión chilena y que volvió con todo, con un par de novedades de formato, y que mantuvo la dupla de animadores y las genialidades de Yerko Puchento. Sumando y restando, “Vértigo” le hace bien a la TV chilena. O si no que lo diga Julián, que con más de un año fuera de la TV, se llevó el cariño y las preferencias del público. Larga vida al estelar, pero fundamentalmente al gran Yerko… bum bum.

 

Vasco Moulian, académico UDD.