Huevos Estrellados

(Para cuatro guardaespaldas)

8 papas medianas

8 huevos de campo

Aceite de oliva

Sal

Se terminaron los alegatos en La Haya por parte de Chile y ahora sólo resta esperar a que los honorables sin peluca blanca den su veredicto. Mientras tanto, el altiplánico Presidente Evo Morales continúa con sus controversiales declaraciones sobre nuestra Antofagasta. Sir Daniel Bethlehem, quien representa a Chile ante la Corte Internacional, destacó que “Bolivia ya no envía cartas diplomáticas a Chile… Bolivia se comunica mediante los tuits de su presidente”. Una acertada afirmación, por cierto, a la que yo quiero agregarle mi profunda sospecha de que Evo se saltó el curso de protocolo diplomático. Y es que mientras nos acusa de no cumplir nuestras promesas, nos invita a jugar una pichanga. ¿Quién lo entiende, vecino? Me hace mucho sentido eso de que con todo esto sólo busca su reelección.

Cambiando de tema, no ha sido fácil para el gobierno implementar su “política de los acuerdos”. Siempre supimos que el trabajo en el Congreso sería duro y ahora se está materializando, partiendo por declarar desierta la licitación del Transantiago, seguido por los cambios al protocolo a la objeción de conciencia en los casos de aborto y, finalmente, con los anuncios en torno a la nueva ley antiterrorista. Frente a esto, algunos comensales ya se levantaron de la mesa y dejaron su plato servido. Es más, el PS está pensando en interpelar a la ministra de Transporte. Tranquilos, señores parlamentarios, al menos dejen que la mujer se instale en su oficina, capaz que ni la foto familiar tenga todavía sobre el escritorio y ya quieren que se vaya para la casa. ¿No será mucho?

Me da la sensación de que reina una alta cuota de hiperventilación en la oposición. De hecho, me quedé de una pieza cuando supe que hay varios que ya están pensando en las próximas elecciones presidenciales. Más aún, sentí terror ante la arriesgada apuesta de Ascanio Cavallo, quien vaticinó un tercer aterrizaje de Michelle Bachelet en La Moneda. Otro que también está haciendo ruido en los pasillos es el ex ministro de Energía, actual flamante y prendido director de TVN, Máximo Pacheco, quien dejó todos sus directorios para dedicarse a la política. Sospechosa la w…., como dice el Bombo Fica.  Eso sí, te va a quedar pocazo tiempo, Máximo, con la escobita que hay en el canal estatal.

El que no ha capeado la ola ni una sola semana es el ex ministro de Justicia, Jaime Campos. Primero fue revolcado por el cinematográfico numerito que se mandó con el cierre de Punta Peuco y, ahora, Contraloría determinó frenar la creación de las 101 notarías que él impulsó. Lamento anunciarle, Jaime, que va a tener que buscarle pega en otro lado a muchos amigos.

Quien no deja de sorprendernos, no sólo por su pinta, sino también por sus tristes declaraciones es el diputado del Frente Amplio, elegido con una inmensa “minoría”, Florcita Motuda, quien, por hablar tanta lesera, pagó el pato mientras paseaba campante por una feria en Curicó. Y es que estaban todos muy enojados contigo y tu generosa intención de cederle mar a Bolivia. Florcita, un consejo, sería prudente sintonizar primero con el pueblo chileno antes de hacer tan espinudas declaraciones a los medios vecinos.

Pero la estrella indiscutida de esta semana fue el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, quien fue mechoneado como un auténtico alumno de primer año. Resumiendo, el hombre llegó a la Universidad Arturo Prat (UNAP) de Iquique con intenciones de realizar un conversatorio, pero la cosa concluyó de manera muy distinta: Kast terminó como protagonista de una lucha libre. Tu rol como titán del ring te valió el plato de esta semana, José Antonio: unos españolísimos huevos estrellados que combinan magistralmente las papas con el huevo, todo frito.

José Antonio, vas a tener que ser más cuidadoso de aquí en adelante. Lamentablemente este país ha perdido el pudor y muchas acciones antes sancionadas hoy pasan desapercibidas. Quizá sea buena idea contratar unos guardaespaldas, que dos constituyan el grupo de avanzada y otros dos te cuiden el pellejo.

Y para olvidarse de este mal rato, te invito a ti y a tus nuevos compañeros de curso a la cocina. Entre todos pelen y partan las papas a lo largo para hacerlas fritas; que el grupo de avanzada ponga aceite en un sartén y cuando esté bien caliente pongan las papas a freír. Que los que velan por tu retaguardia se hagan cargo de freír los huevos y los pongan de inmediato sobre las papas previamente reservadas. Date el gusto de revolver o “estrellar” personalmente los huevos sobre las papas y no te olvides de la sal.

Y como siempre hay que ser optimista y mirar el vaso medio lleno, piensa que este mal rato te permitió entrar a La Moneda y ser recibido con honores por este gobierno. No hay mal que por bien no venga.

@politicaycocina