“La vida es caos, es confusa, errática. Al menos la mía. Puede que el problema no sea la vida, sino yo. Cada uno de mis libros trata de responder a uno de esos momentos complejos, como un intento por aclarar la confusión”, reflexiona en off quien interpreta a Isabel Allende en la miniserie que cuenta su vida. Mientras se escucha esto, transcurre una escena crucial de la historia personal de la protagonista que la marcaría para siempre. Era el año 1991 en Barcelona; Isabel presentaba uno de sus libros, cuando se enteró que su hija había sido hospitalizada, hito que desencadenó en una despedida temprana de la vida.
En solo tres capítulos la serie avanza y retrocede en el tiempo mostrando pantallazos de la intimidad de la escritora, atravesada por la herida que le significó el abandono de su padre cuando era una niña, el destierro, el desarraigo, y la pérdida de su hija. Es la historia de una mujer apasionada, intensa, que supo sublimar los acontecimientos de su vida en la magia de la palabra escrita.
La miniserie recorre los años 60 en Chile, cuando Isabel sorprendía a la conservadora sociedad chilena con sus notas revolucionarias sobre feminismo en la revista «Paula», a la vez que sostenía su maternidad y recitaba junto a su hija poesías de Gabriela Mistral: “Los ríos son rondas de niños, jugando a encontrarse en el mar. Las olas son rondas de niñas jugando a la tierra abrazar”. Esto, con el telón de fondo marcado por la caída del presidente Salvador Allende y el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet. Una época de atentados, desaparecidos y un país polarizado.
El escenario pasa luego de Chile a Venezuela y a la época del primer destierro que Isabel Allende atravesó antes de tomar el imparable camino hacia su vocación. Fueron esos los tiempos en que vio a su matrimonio debilitarse y huyó a España temporalmente con su amante argentino. Aún vivía en Venezuela cuando la noticia de la agonía de su abuelo despertó desenfrenadamente su pulsión por la escritura y dio vida a su primera novela, a sus 40 años: “La casa de los espíritus”.
A partir de ello Isabel se convirtió en una reconocida escritora que viajaba por el mundo y disfrutaba de sus giras, lanzamientos, fama y amores fugaces. Pero en esa época también perdió a su hija y le tocó lidiar con un dolor inigualable que plasmó en su libro «Paula». Porque como le decía su abuelo en alguno de sus recuerdos: “Esto no quita que la va a pasar mal. La van a hacer sufrir, otra gente, la vida misma. Pero usted va a tener dos opciones. O se tira a morir, o se mete las tripas de nuevo para adentro y sigue adelante”.
A lo largo de la serie atrapan fuertemente los comentarios en off que narra el personaje de Isabel en primera persona, cuando comenta las escenas. Reflexiona sobre la vida: “Vivir es un camino que deja marcas, cicatrices que el tiempo logra suavizar, pero jamás borrar. Se puede aprender a ocultarlas o caminar con ellas. A ponernos de pie y seguir al destino sin mirar atrás. Aprender de nuevo a vivir sin miedo. Aprender a ser forastera y construir un propio pueblo. Siempre en compañía de nuestros viejos fantasmas”. Habla sobre la soledad y sobre la dura presencia que trae aparejada la ausencia: “En la soledad aparecen nuestros fantasmas. En ese silencio abismal, escuchamos los murmullos que se ocultaban de la compañía. Miedos enquistados que tratamos de olvidar, voces del pasado que intentamos evadir. (…) Cuando estamos solos, nuestros demonios vuelven a susurrar. Y buscamos una forma de cerrar los ojos, de tapar nuestros oídos, de avivar nuestros temores, tan pronto como vuelves a sentir que no estamos solos”. Y finalmente, sobre cómo la vida puede seguir después de la muerte de un hijo: “Mi madre dice que vivir en duelo es como atravesar un túnel. Es oscuro, solitario y parece no tener fin. Pero a pesar de no haber salida, hay que caminar, caminar y seguir caminando. Porque tarde o temprano vas a descubrir la luz”.
Y así avanza el filme. Al ritmo de estas enriquecedoras reflexiones entrelazadas con escenas en las que palpita la pasión detrás de una pluma incansable. Isabel es una invitación a mirar una vez más la vida con sus luces y sombras, sin miedo a convivir con aquellos espíritus con los que nos encontramos en el camino.
En Amazon Prime.
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